Desperdiciando una cerveza

264 15 0
                                    

Charlotte

La semana había sido una tortura, el trabajo los preparativos de la boda, atender a Stay porque se resfrío y las constantes discusiones con la organizadora. Comenzaba a creer eso de que no tenía tanto estilo ni la menor idea de organizar y buscar decoraciones para una boda, como ella se encargaba de decírmelo entre líneas con sus comentarios. Estaba pensando seriamente dejarle todo en sus manos como me aconsejaba, aunque eso implicara que tendría que aceptar algunas cosas que no me gustaban, solo por dejar de discutir.

- Te ves bastante cansada Char – me dice Patrick un colega de la oficina.

- He tenido una de las peores semanas con tantas cosas por hacer.

- El caso Duchamps nos esta matando.

- Eso junto con los preparativos de mi boda y lo que me ha tocado de enfermera con mi hermana.

- Vale, vale tu ganas en lo de peor – ambos reímos – aún así debemos animarnos queda una hora, es jueves y mañana tenemos libre por el cumpleaños del jefe.

- Lo sé, eso será excelente para adelantar trabajo y pendientes.

- Yo me quedare en casa con los pequeños y con Martha.

- Ese es un plan aún mejor Pat – sonrío, los pequeños de Patrick son adorables.

- Se escucha así, pero esos mocosos son un caos, creo que terminare más agotado aún.

- No te quejes, Martha te necesita ahora que esta a punto de dar a luz.

- Lo sé, mi esposa se merece todo – contesta él con cara soñadora.

- Espero que Joseph sea así con nuestros futuros hijos – se me sale.

- Ya verás que será así, un hijo es lo mejor del mundo aunque te agote.

Sonrío con el comentario de Patrick, comparto su opinión aunque no estoy muy segura que Joseph acepte, eso es un tema que no deja de darme vueltas en la cabeza, sobre todo porque últimamente me lo he planteado más a menudo con todos los planes del matrimonio y una vida juntos.

Termino los pendientes en el despacho siempre con esa idea rondando en mi cabeza. Comienzo a ordenar las cosas para irme al apartamento, por suerte Staycy esta mejor y ha podido cuidarse sola. Me despido de mis compañeros y bajo al estacionamiento, camino a mi auto y me dirijo a descansar, de verdad necesito un buen baño de agua caliente, quizá ordene una pizza y veamos una película con mi hermana.

El tráfico por fortuna no es un asco como acostumbra serlo a esas horas en pleno centro de LA, a veces me gustaría no tener automóvil pero para todas las veces que tengo que visitar a clientes, llegar a la oficina a tiempo y como mis padres me aconsejaron tener uno ante cualquier contratiempo, decidí comprarlo. Llego al edificio y subo, al llegar me encuentro con una sonriente Staycy tirada a lo largo de mi sofá.

- Veo que estas mejor – le digo al entrar.

- Me siento de maravilla – me sonríe - ¿cómo estuvo tu trabajo?

- Cansado, hay un caso que me esta sacando canas.

- Eso se llama vejez Lotti, no te excuses en el trabajo – ríe con ganas.

- Serás idiota, hablo en serio, me tiene estresada.

- Ya, ya tranquila hermanita, puede que yo tenga la solución.

- ¿Dormir cómo oso hibernando durante todo el largo fin de semana que tengo libre?

- ¿Tienes libre este fin?

La tentación antes de llegar al altarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora