Skyler parte 1

266 11 3
                                    


Meghan

- ¿Pero qué mierda ha pasado aquí? – Chase entro tropezando con un par de botellas de wiskey que había en el piso

- Deja de hacer tanto ruido – le reclame dándome la vuelta en el sofá.

- ¿Qué carajos se supone que haces? – entro de golpe y abrió las persianas dejando que el sol me pegara en la cara.

- Joder, cierra esa mierda que quiero dormir – dije de mala gana y sintiendo como Pudín se acomodaba de nuevo junto a mí.

- Ese perro es tan vago como tú – dijo mi amigo parándose frente a mi – venga Meghan levántate y ve a darte un maldito baño, joder apestas a licor y toda la sala apesta.

- ¿A qué se supone que apesta? – le reclame sentándome de brazos cruzados.

- Como si hubieses asesinado a alguien, joded de vedad ve a duchadte – me dijo poniéndose una mano en la nariz.

- Eres un imbécil – me levante para ir a mi habitación y lo empuje.

- Ve rápido y te alistas para salir, en lo que recojo toda esta mierda y alimento a Pudín, de seguro solo has de haberle dado pizza – me dijo tirando las cajas vacías a un lado.

Lo escuche seguir refunfuñando y en efecto tenía razón, apestaba a alcohol, cigarros y podrido, debía ser que me estaba pudriendo de adentro y ya comenzaba a emanar el hedor.

Me quite la ropa y me metí a una larga ducha de al menos media hora, no sabía que quería Chase, pero intuía que algo tenía que ver con la reunión que habíamos pospuesto de la banda, era martes y yo me había desaparecido desde el sábado de madrugada, había bebido al menos cinco botellas de wiskey, comido de todos los tipos de pizzas, al igual que Pudín, dormido un rato y despertándome para fumar y repetir el proceso de la pizza y wiskey.

Salí y me seque el pelo con parsimonia, escogí un pantalón de chándal negro pegado, unas zapatillas deportivas y una camiseta, no pensaba arreglarme más de la cuenta, baje al salón y sentí como se revolvía mi estómago por la falta de comida y el alcohol, tuve que aferrarme a la barra para no rodar por las escaleras.

- ¿Estás bien? – Chase me miraba al final de estas preocupado.

- Solo ha sido un mareo.

- Necesitas comer algo.

- Por el momento solo algo de beber, mi estómago no tolerara nada solido.

- De acuerdo pasaremos por un jugo de camino.

- ¿Dónde vamos?

- Al estudio, Sal nos espera.

- ¿Has venido en moto?

- No, traje el coche.

- Perfecto, se mi chofer porque no estoy en condiciones – le dije sonriendo y fijándome que había hecho una limpieza impecable en la casa – también has sido buena empleada, ha quedado como nuevo.

- Eres imbécil – me dijo riendo.

- Gracias Chase – le dije abrazándolo.

- Debes estar muy mal para darme un abrazo.

- Ahora tú eres el imbécil – le respondí tratando de apartarme.

- Ven acá – me dijo estrujándome contra él – esto debo aprovecharlo.

La tentación antes de llegar al altarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora