La verdadera historia de SHINee [Fanfic Jongkey]

Capítulo 15 - Decepción PARTE 1

—. ¿Estás seguro que querrás ir ahí?

La pregunta de su acompañante hizo que se desconcertara de sus pensamientos, ideas. Solo asintió mientras seguía conduciendo hacia dicha feria de comida que habían inagurado hace no mucho.

Creía sería una buena oportunidad para poder perder el tiempo y no dejarlo ir a esa cita, por lo que en un movimiento rápido y aprovechando el cambio del semáforo a rojo sujetó su móvil enviándole un rápido mensaje a su cómplice, SeYong, quien debía estar atento a cada cosa que le dijera.

***

[Para: SeYong]

Me encargaré de Key esta noche, hazlo con Jonghyun.
Más tarde te enviaré las indicaciones.

***

Aquel mensaje había sido enviado con éxito y aunque no le tomó mucho tiempo hacerlo, no pudo quedarse a esperar algún tipo de respuesta ya que ya empezaba a sonar el claxon por parte de los demás conductores.

—. ¿Todo bien Hyung?
—. Si si, descuida. Ya vamos a llegar.

Dijo en un susurro mientras se acomodaba para conducir hacia su destino.

Durante el camino no mencionó algo extraño, ni tampoco quiso interactuar ya que no deseaba levantar sospechas. Al contrario, miró de reojo y pudo notar los gestos del menor. Aquello le causó algo de ternura.

Ese típico revuelvo en el estómago.

Negó y se animó a hablarle por la incomodidad ajena, pues era bastante evidente.

—. ¿Pasa algo Key?, ¿Necesitas algo?

Cuestiona una vez llegaron al lugar. El ruido de las demás personas más la música que se escuchaba a todo volumen, no ayudaba.

¿Qué esperaban de un lugar público?

—. Mi teléfono está con poca batería y no me coge la señal acá, no sé porqué.
—. ¿Cuánto tienes de carga?
—. Creo que llegará al 20%.

Alzó una de sus cejas mientras fruncía el ceño. Si bien era cierto aquello era bueno, pues no tendría comunicación con el otro, tenía muy presente que este no le había dado información alguna de dónde se verían o cómo sería aquella cita.
No sabía si todo eso sería positivo para su plan.

A la de Dios, SeYong.

Ojalá seas lo suficientemente astuto.

Pensó mientras apagaba su móvil y lo dejaba en la parte trasera de los asientos. Estacionó el auto en el único lugar que parecía se podía y se bajó rápidamente para abrirle la puerta al ajeno, debía ser educado y todo un conquistador.

—. Uhm..¿Es aquí, Hyung?
—. Si, es algo apartado de la empresa, y pese a la cantidad de personas que hay no creo que nos reconozcan si..
—. ¿Si..?

Rió por lo bajo a la vez que sacó dos antifaces de colores. Uno que era azulado y con muchas plumas y el otro que era a base de plástico y de un tono más suave. Este último se lo alcanzó al menor, lo cual al verlo no dudó en ponérselo.

¿Cómo le pudo gustar algo tan feo?