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Al amanecer del día siguiente a su arribo a la gran casa, Tony despertó en una cómoda, suave y gran cama. Al sentirla, despertó sobresaltado y se sentó de golpe.

No había sido un sueño. ¡Todo había sido real!

No sabía que sentir realmente. Estaba tratando de digerir que ya no estaba en aquel cuchitril ni que tenía que atender a quien llegase en busca de sexo. Estaba ahora en su nueva realidad.
Miró hacia el lado y la cama estaba vacía. Al parecer Steve se había levantado antes.

Con algo de pereza se levantó y pudo percatarse que a los pies de la cama había un conjunto de ropa muy elegante para él. Peter debió dejarlo mientras dormía.
Se vistió con sus nuevas prendas y salió de la habitación en busca de su dueño.

Bajó las escaleras y se encontró con el rubio conversando con una mujer de su misma edad. Su cara estaba animada y ella se veía sumamente encantada con él. La miró con detenimiento y se percató de que tenía una marca de mordida en la nuca baja y además estaba embarazada...

Algo doloroso se removió en su interior... ¡Cómo no lo había notado! ¡Ella era la esposa de Steve!... En ese momento cayó en cuenta de su nueva realidad. Él lo compró para tenerlo de acompañante, de amante.

¡Qué iluso había sido!... Había pensado que él sería el destinado de aquel hombre fuerte. Era claro que no todo podía ser tan perfecto.

Cuando Rogers notó la presencia del castaño, sonrió genuinamente. Fue a buscarlo y de la mano le llevó frente a la mujer.

Todo el interior de Tony tembló ante el contacto y  dolió saberse en ese lugar.

- Tony, te presento a Margaret Carter - dijo el rubio con entusiasmo - Anoche me di cuenta de que te gusta la lectura y por lo que me contaste de tu vida, no has debido de completar tu educación y eso no puede ser posible. Ella será tu instructora educacional - sentenció. Para Tony fue un balde con agua muy fría. Genial, ahora el amante sería el pupilo de la esposa. Simplemente genial.
- Un gusto, Tony - dijo Margaret sonriente y extendiendo su mano.
- El placer es mío - respondió fingiendo una gran sonrisa, una de las cosas que le habían enseñado en el prostíbulo era fingir agrado y era muy bueno en ello.
- Formalmente empezarán mañana, ya que no pensé en encontrarme con esta belleza el día de hoy - pronunció el rubio mientras tocaba el abultado vientre de la mujer.

Aquella imagen fue mucho para el castaño y sus ahora celos feroces. ¿Cómo era posible que en tan poco tiempo pudiera sentirse así por una persona? Ni él lo sabía. Imposible que fuera cosa de los "destinados", estaba más que comprobado que eso no era lo que sucedía.

- Si me disculpan, me siento un poco indispuesto. Me retiro a mi habitación - sonrió con desgano a Steve y le hizo una pequeña reverencia a la mujer - Un gusto, señora Carter - dicho esto, subió las escaleras lo más rápido que pudo y se encerró en su habitación.

Ambos adultos miraron al castaño irse, pero sin darle mayor importancia. La mujer se despidió y salió de la mansión.

Steve por su parte mandó a llamar a Peter y le ordenó vigilar a Tony durante el día, que se quede con él dentro del dormitorio si era necesario.

Steve sentía que algo no estaba bien, pero ese día debía supervisar las bombas extractoras de petróleo. Esperaba hacerlo rápido y volver cuanto antes junto al castaño.

Peter, orgulloso de su nuevo papel en la mansión, corrió a ver al joven Anthony a su habitación.

Golpeó pero no recibió respuestas, lo que sí escuchó algo similar a un sollozo.

Rápidamente entró en el cuarto y se acercó corriendo a la cama del joven a ver que sucedía.

En efecto... Tony estaba llorando.
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Bueno... Creo que hay malos entendidos en la mansión Rogers.....
Gracias por leer!! Les amo!! JennStonner

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