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Habían pasado dos semanas desde que Anthony y Steve habían consumado su unión. Desde ese momento no habían dejado de hacerlo ningún día.
Al llegar la noche ambos se sacaban con apuro la ropa y comenzaban su preámbulo antes de consumar el acto. Algunos días suave y dulce, en otros fuerte y violento pero a ambos les excitaba de la forma que fuera.

Eran dos enamorados a morir.

Sólo faltaba una cosa para concretar la unión y eso era la marca.

Hasta ese día, Steve no había querido marcar a Tony ya que no se sentía con el derecho a hacerlo. Sabía que Tony había sido forzado durante gran parte de su vida y el hecho de obligarlo a tener una marca le causaba incluso asco.

Un día, ya en la mañana y después de un encuentro matutino entre ambos, Steve le prometió ir a ver las excavaciones de petróleo que él poseía.

Tony, extasiado ante la idea, brincó sobre el rubio para agradecerle la invitación.
Lo que sí, la visita era de por lo menos unos 5 días, ya que quedaban muy lejos de la casa dónde vivían.
Dormirían en la cabaña que tenía acondicionada para ello, una muy pequeña que era sólo para cuando él iba de visita.

Tony se preguntó si sería buena idea llevar a Peter con ellos, pero desistió cuando su mente pensó en esas noches, los dos solos en una cabaña al medio de la nada.

Peter, a quien no hemos mencionando, se encontraba feliz. Feliz por que el señor Rogers lucía contento desde que volvió de su viaje y el joven Anthony estaba más radiante, tenía una chispa nueva en su mirada.

Si bien él era un muchacho de 15 años y el joven tenía 22, sentía mucha aura protectora cuando estaba con él. Soñaba por las noches en que era adoptado por el señor Rogers y lo dejaba ser parte de su familia. Sonreía siempre que pensaba en ello, pero cuando caía en la realidad de que simplemente era el huérfano asistente del joven Stark.

Ya por la mañana, al estar cerca de Anthony, se disipaban sus temores por el trato que recibía por parte de este

Y por eso fue que cuando le notificaron que los señores de la casa se irían a revisar las excavaciones de petróleo pertenecientes al señor Rogers pero que no lo llevarían a él, se puso tremendamente triste.

Pasaría 5 días en los que no podría estar con él joven Anthony, ¿qué sería de él durante esos días?

Cuando Tony percibió la desesperanza en el joven, se acercó y le abrazó para despejar esos sentimientos negativos. Mientras lo hacía, se le ocurrió una brillante idea

- Peter, ¿por qué no te encargas de lavar toda mi ropa y organizar mi cuarto? - le dijo de forma muy suave, casi maternal - Te dejó libre creatividad para que organices todo cómo se te antoje. Lo que hagas me va a gustar. ¿Te parece?

El niño sentía que podía bailar de alegría, ¡le estaban encomendado una misión maravillosa! Asintió repetidas veces y de forma muy efusiva. Estaba demasiado extasiado con la idea.

Anthony se quedó más tranquilo al ver que la pena se disipaba en el aura del pequeño.
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El viaje fue largo y cansador. El camino estaba lleno de irregularidades y baches, lo cual hacía que el cuerpo de ambos hombres estuviera agotado por el viaje.

Al llegar a la primera zona de extracción, Tony quedó maravillado con la inmensidad de la construcción, donde trabajaban al menos unas 10 personas que al ver a Steve se alegraron y saludaron a gritos. El castaño pudo ver cómo el rubio era querido en todos lados.

Se acercaron al lugar donde estaba la faena y en unos minutos Anthony ya había sacado las conclusiones de las mejoras. Todo anotado en una pequeña libreta que había llevado consigo en uno de sus bolsillos.

Steve estaba orgulloso. Primero de que ninguno de los trabajadores se intentaba sobrepasar con el joven (al parecer su olor era bastante fuerte, por sobre el aroma del omega) y segundo, veía la forma en la que Tony se manejaba a la perfección con todos esos temas. Hasta su gente estaba fascinada con lo fácil que era hablar y explicarle todo al joven castaño.

Llegó la tarde y los mismos trabajadores organizaron una gran cena para festejar la visita del jefe y su pareja (ellos ya habían asumido que Anthony era la pareja de Steve). Querían agasajarlos y dejarles felices.

Tony, como no tenía más roce que el del prostíbulo, se comportó tal y como en las fiestas que se hacían para atraer más clientes. Lucía coqueto, educado, sumiso y delicado. Con formas que ninguno de los presentes había visto en un omega tan joven.

Esto molestó un poco a Steve, ya que sentía que estaba coqueteando con todos y él quería ser exclusivamente quien estuviera en sus pensamientos. Hasta ese momento, no sabía que era tan celoso.

Fue por ello, que se puso de pie amablemente e interrumpiendo una conversación del castaño, lo tomó de la mano y se excusó escuetamente para luego arrastrarlo a la cabaña que estaba a unos 100 metros del lugar.

El joven, totalmente desconcertado, simplemtne se dejó tironear hasta la vivienda.

- ¿Qué pretendías? - preguntó con ira en su voz. Esto asustó al castaño - ¡¿Dime qué pretendías al coquetear con mis trabajadores?! - le gritó para luego alejarse con furia del joven.
- Yo... Yo... Nada... Simplemente estaba... Estaba... Conversando - él estaba asustado, sabía que cuando un alfa se ponía territorial era seguro que lo golpearía, ya le había pasado antes con algunos en ese estado. Por lo mismo fue que corrió hasta la esquina más cercana y se agachó para luego abrazar sus rodillas en signo de miedo.
Al ver eso, Steve cambió totalmente de modo, estaba arrepentido de su actitud y de cómo eso afectó al joven hasta dejarle en ese estado.

Se acercó, pero ahora desparramando feromonas que pudieran tranquilizar al castaño. Esto tuvo un efecto casi inmediato en Anthony, el cual relajó los músculos y de un salto subió a los brazos del otro para besarlo con desesperación. El rubio sintió como el más bajo buscaba su aprobación y cariño.

¿Cuánto daño le hicieron antes? Volvía a preguntarse eso... Y él casi lo hace nuevamente, ¡era un idiota!

Con mucho cuidado, se encaminó con el joven en brazos y entre besos hacia la cama del lugar. Lo recostó con delicadeza mientras veía como la cara de Anthony había cambiado a una excitada. Sus labios rojos e hinchados por los besos, sus ojos entrecerrados y la respiración errática.

- Steve... Por favor... - rogó y casi al instante se sintió su olor, llamando al apareamiento.

El rubio no dudó y se subió sobre el cuerpo del castaño...
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Ok! Suspenso para todos! Jejejejje
Gracias por leer y espero sus comentarios!!
Estaré eternamente agradecida por su apoyo!!

Feliz navidad mis amores!!!
🖤🖤🖤🖤🖤

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