La Venta

8

- Joven Anthony ¿qué le pasa? - preguntó con preocupación el sirviente. Pero no recibió respuesta alguna, sólo escuchó un débil gimoteo - Joven, por favor dígame que le pasa - estaba empezando a desesperarse. La única tarea que tenía en la mansión era cuidar y servir al recién llegado y no estaba pudiendo hacerlo. Mucha carga para sus 15 años.
- Na... Nada... Sólo permíteme llorar hasta que no pueda más - pidió Tony con el rostro pegado a la almohada.

Peter lo dejó, pero jamás se separó de su lado. Se quedó junto a él, esperando a que su llanto se calmase.

Casi una hora después, el castaño estaba más tranquilo, pero su semblante era triste.
- Joven Anthony, ¿necesita algo? - de inmediato el chico se dispuso a ayudar.
- Tengo hambre... ¿Puedes traerme algo de comer? - pidió a su ayudante.
- ¡Enseguida joven!

Dicho esto, salió corriendo de la habitación y en menos de lo que canta un gallo volvió con una fuente llena de panes y frutas. Además de un jarro grande con leche fresca. Se lo dio al otro que comenzó a comer.
- Come conmigo Peter. Me siento mal de que sólo me veas - pidió Tony.
- No puedo señor. Soy parte de la servidumbre, no se nos está permitido eso - dijo con convicción.
- Pero tú eres mi sirviente y te ordeno que comas conmigo... Por favor - dicho esto, le extendió una fruta al niño. Sin poder negarse, la tomó y comenzó a comer junto a él.

Pasaron varios minutos en silencio comiendo, hasta que Tony habló.

- ¿Cómo llegaste aquí? - preguntó Tony al muchacho.
- Bueno... - nervioso comenzó a frotar sus manos en sus muslos - Mis padres murieron cuando yo era muy pequeño y mi tía junto a su esposo se hicieron cargo de mí - pausó para beber de la leche que Tony le ofrecía - Hace 3 años mi tío fue asesinado por un ladrón que quiso quitarle su paga. Yo estaba junto a él cuando eso pasó. Quedamos solos y a la deriva con mi tía y no teníamos que comer... - meditó un rato con pesar, recordando esos duros momentos - Hasta que llegamos aquí pidiendo algo de comer. El señor Rogers nos vio y habló con mi tía, le preguntó si ella sabía cocinar ya que necesitaba una cocinera y ella dijo que sí... Y es verdad, ella hace la comida más deliciosa del pueblo - sonrió ante lo dicho - Fue así como el señor Rogers nos permitió ser parte de la servidumbre y nos dio un  hogar. A él no le importó que fuésemos 2, nos acogió con cariño y una sonrisa. Desde ahí he ayudado en todo lo que se me pide y cuando me dio la tarea de ser su ayudante me sentí honrado. Es una tarea muy noble, algo muy importante y estoy agradecido. El señor Rogers es un hombre muy noble, de corazón bondadoso.

Tony se quedó pensativo y miraba la carita del niño, sonriendo feliz y que sus ojos brillaban al hablar de Steve.

*Noble y bondadoso... Claro... Compró un esclavo sexual teniendo esposa y un futuro hijo... * pensó el castaño.

Se pasaron la tarde conversando de muchos temas. Comieron juntos ya que Tony le obligó a almorzar junto a él si no se molestaría con él por no cumplir sus peticiones. Finalmente Peter le acomodó el baño para que se relajarse y luego le pasó una nueva prenda para dormir. De verdad ese niño era un encanto. Tenía fascinado al castaño hasta el punto de verlo como su hijo.

A eso de lo que parecían ser las 20 horas, Tony decidió que quería dormir pero le pidió a Peter que no se fuera aún, no hasta que se quede dormido. Se acomodó dentro de su cama. El niño le tapó con las mantas y se quedó sentado a un lado de la cama velando el sueño de su señor.

A eso de las 23 horas Steve llegó a la mansión.

Venía molesto, muy molesto. Por más que quiso no pudo librarse antes del trabajo. Su humor era de mierda, sólo quería acostarse y arrullar entre sus brazos aquel delgado cuerpo del castaño.

Al notar que no había rastros de Tony en la planta baja, subió a su habitación que también encontró vacía.

Entonces se encaminó hacia la habitación del joven y al entrar vio que éste dormía además que Peter le cuidaba. El menor se paró de su lugar como si estuviera siendo expulsado con un resorte.

- Buenas noches señor Rogers... El joven Anthony me pidió que vigile su sueño y no quise dejarlo por que ha estado sollozando entre sueños, señor... - la rápida explicación fue recibida por el rubio con una sonrisa.
- Lo hiciste muy bien Peter. Sabía que darte este trabajo era una excelente idea. Felicitaciones- dicho esto, desordenó los cabellos del niño en un gesto cariñoso - Ahora puedes retirarte, mañana seguirás con tu trabajo.
- ¡Sí señor! - dicho esto, salió orgulloso del cuarto, sintiendo que su trabajo era valorado.

Steve veía con gracia cómo el joven se iba alegre y sonrió. Si pudiera, adoptaría a ese pequeño como su hijo. Definitivamente.

Luego miró el cuerpo de Tony que yacía dormido completamente.
Se acercó con sigilo y sacando parte de sus prendas, se acostó a un lado de aquel hermoso cuerpo. La cama era más pequeña que la suya pero eso no era impedimento para acomodarse y abrazar al otro. Es más, era mejor aún ya que podría tenerlo muy cerca.

Mientras terminaba de acostarse, sintió un sollozo en el pequeño. Eso hizo que lo abrazara más fuerte, pensando en qué estaría soñando el joven para sufrir así mientras dormía. Hasta que poco a poco él también fue cayendo en un profundo y relajado sueño.
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Ay pequeño Tony!! Tan rápido que viaja tu imaginación....
Gracias por leer y comentar!!!!