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Los siguientes 2 días las sesiones de estudio siguieron con la misma intensidad de días anteriores, pero ya sin el cargo de conciencia que Tony tenía.

Cuando llegó el día anterior al regreso de Steve, el joven decidió contarle su historia de cómo llegó a ese lugar a Margaret.

Le contó todo. Desde cómo llegó al prostíbulo y su vida ahí. Cómo lo trataron y cómo sobrevivía. También lo de la venta como esclavo sexual y la forma en que finalmente Steve lo compró. Omitió lo del precio por que no era de su incumbencia.

La mujer lloraba con el relato del chico. Entre la pena, la angustia y el desazón (y las hormonas del embarazo, otra vez). No podía creer que un solo ser humano pudiera aguantar tanto. Fue por eso que cuando el joven terminó su relato, se abrazó a aquel delgado  cuerpo, tratando que con su olor el chico se sintiera tranquilo y protegido.

Tony agradecía el gesto y se sentía como aquella mujer, que era una futura madre, le daba un calor maravilloso.
Pasaron el resto de la tarde conversando sobre el futuro bebé y sobre las cosas que se venían para el futuro del muchacho al lado del rubio.

Pasó así el último día. Tony antes de ir a dormir le pidió a Peter que le ayude con el baño y luego que le ayude a escoger la ropa más bonita para recibir a Steve.  Luego de eso se acostó a dormir y le pidió al niño que al otro día descanse ya que se lo merecía.

El pequeño se fue dando saltos de alegría por su día libre. Tenía pensado ir a la cocina y ayudar a su tía May a hacer las labores que a ella le dificultasen.

Fue así que el castaño se durmió a eso de las 22 horas, esperando con ansias la llegada de su dueño a la mañana siguiente.

Aunque se suponía que Steve llegaba al otro día, nadie sabía sobre qué hora sería. Así que fue una sorpresa que a eso de las 2 de la madrugada su carruaje arribase a la mansión.

Bajó con prisa de éste y corrió hacia la casa. Los sirvientes de la noche estaban sorprendidos cuando vieron entrar la imponente figura. Iban a servirle pero él sólo preguntó por Anthony. Ellos le dijeron que dormía en su cuarto.
Steve corrió escaleras arriba hasta la habitación del castaño y entró sin golpear para ver el delgado cuerpo que yacía dormido en el lecho.

Se acercó con premura para subir a la cama y abrazar a ese joven que había extrañado con el alma y corazón enteros.

Tony, debido a los movimientos bruscos, despertó sobresaltado ya que alguna vez le pasó algo similar en el prostíbulo con un cliente inesperado y la experiencia no fue buena en absoluto. Con miedo volteó rápidamente e intentó taparse con las mantas.

Al ver esto, el corazón de Steve se apretó dolorosamente. ¿Cuántas cosas horriblemente malas vivió aquel joven? Con esta pregunta en mente, liberó parte de sus hormonas para tranquilizar al chico.
Tony casi al instante cedió y comenzó a ronronear. Cuando ya estaba más conciente de todo, se dio cuenta de quién había movido su lecho.

- ¡STEVE! - gritó feliz y se abalanzó sobre el cuerpo del otro para abrazarlo, logrando con esto que el mayor cayera sobre la cama de espaldas.
- ¡Mi vida!... ¿Cómo has estado? - preguntó mientras hundía su nariz en el cuello del castaño para pode respirar ese aroma que le volvía loco.
- Bien, muy bien... Pero te extrañé tanto - el joven estaba embobado con la presencia y aroma de Steve.
- Yo te extrañé cómo un loco - y dicho esto se lanzó a la boca del otro para poder besarlo a destajo.
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Hola amores! No sé si hayan olvidado esta historia, pero con tanta cosa en mi cabeza no había podido escribir.
Gracias por llegar hasta aquí! Nos vemos en el siguiente capítulo 🖤🖤🖤🖤🖤

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