Pasa un buen tiempo hasta que sus padres porfin dejan de gritar y echarse la culpa el uno al otro. Para entonces, el resto de sus familiares ya se han ido a casa, dirigiéndoles una mirada de soslayo antes de irse.
Ambos miran al frente, asustados por lo que ocurrirá a partir de ahora. Cuando ambos adultos terminan de discutir, su padre se acerca a ellos y sin intercambiar ninguna palabra Valerio y Lucrecia ponen distancia entre ellos, no queriendo agravar la situación.
Su padre ni siquiera puede mirarlos a los ojos y es a Lucrecia a quién más le duele, al fin y al cabo, ella era el orgullo de su padre. Valerio sin embargo, pone un frente sólido, no queriendo mostrarse debil ante su padre.
- No sé ni que decir. Me esperaba cualquier cosa de ti Valerio, pero esto, esto es inaceptable!- Exclamó su padre enojado- Y tú, Lucrecia. Como has podido hacerme esto. Es culpa mía, lo sé, nunca debí dejar que pasaras tanto tiempo con tu hermano, siempre fue un mal ejemplo para ti- Se lamentó éste masajeando su sien.
Lucrecia agachó la cabeza sintiendo el peso de sus palabras. Aún así, una parte de ella quiso corregir a su padre y hacerle ver que Valerio no fue el culpable de toda esta situación, que ella lo quería tanto como él.
Sin embargo las palabras de Valerio resuenan dolorosamente en su cabeza y esta lo suficientemente enojada con Valerio como para intervenir y tratar de defenderlo.
-¿Claro todo es mi culpa, no? Yo sigo siendo el depravado y Lu un angelito- Intervino finalmente Valerio, cansado de recibir toda la culpa.
-A mi no me hables así jovencito, soy tu padre y me vas a respetar. Se acabaron los juegos contigo Valerio, he sido muy paciente y permisivo como para que me salgas con estas. Hablé con tu madre y si no fuera porque esta de viaje de negocios y no puede hacerse cargo de ti, ahora mismo te enviaría de vuelta. Tanto internado e institutos privados para nada- Respondió su padre acercándose amenazadoramente a Valerio.
Por un momento Lucrecia temió lo peor, su padre y Valerio siempre habían tenido una relación muy tensa pero nunca había llegado a los golpes. Rogó silenciosamente para que Valerio dejara de provocar a su padre porque si llegaran a los golpes ella misma se pondría en medio para detenerlos.
Por suerte Valerio optó por quedarse callado y su padre retrocedió.
- Bien, como sólo te queda un año más para graduarte, te quedarás aquí. No obstante, dormirás en la habitación de invitados de la primera planta y no quiero verte cerca de la segunda planta por ningún motivo. A partir de ahora me encargaré de que las empleadas de la casa os vigilen de cerca, no quiero que esto se vuelva a repetir, ¡¿queda claro?!- Exigió su padre y ambos se limitaron a asentir.
Más tarde esa misma noche Lucrecia da vueltas incómodamente en su cama. Todavía no puede creer que Valerio la haya traicionado de esa manera. Reconoce que durante la cena estaba siendo una perra con él pero no tenía que ir y exponerlos así a su padre. A pesar de eso, lo que no la deja dormir son las palabras de Valerio.
Cómo se atreve a decir que sólo son hermanos. Desde que llego no ha hecho más que recordarle que son medio hermanos y ahora que más lo necesita la abandona. Con el dolor de la traición, Lucrecia se levanta de su cama y se dirige de puntillas a la nueva habitación de Valerio. Tiene especial cuidado en no hacer ruido, aunque sabe por experiencia que sus padres tienen el sueño pesado. Sin embargo, Valerio que tampoco puede dormir, es consciente de su presencia.
-Tienes que irte- Le dice Valerio rotundamente.
-Val, no me hagas esto - suplica en voz baja.
- Esto es lo mejor para los dos Lu- Asegura Valerio, un poco más suave, arrepintiendose de ser tan duro.
Pero Lucrecia no lo cree así, son mejores cuando estan juntos, se complementan y llenan los espacios vacios del otro. Su padre puede pensar lo que quiera respecto a Valerio siendo un mal ejemplo para ella, pero la realidad es que Valerio siempre cuidó de ella, manteniendola en el camino correcto en sus momentos más salvajes e irracionales. Valerio siempre la ha cuidado, incluso ahora cuando la atrae
hacia sí, abrazándola con fuerza.
Lucrecia se estremeció, pero no se apartó. En cambio, ella lo abrazó más fuerte. Finalmente Valerio levantó la cabeza. Entonces sonrió y, con tristeza en lo ojos se separó de ella. Caminó hasta la puerta y la abrió para ella.
Los días se nublan a medida que Valerio y Lu se distancian. En casa Lucrecia no puede hacer nada para acercarse a él porque las empleadas siguen al pie de la letra las ordenes de su padre y los vigilan constantemente. En Las Encinas Valerio pasa más tiempo con Rebeka y tratando de evitarla que Lu decide darse por vencida. Sin embargo, un día en el que se siente particularmente sola, en el que la ausencia de Valerio duele como una herida abierta, Lucrecia le envía un mensaje de texto.
"Me conoces y yo te conozco a ti, y si no hubieras querido que entrara a tu habitación la hubieras cerrado, pero la dejaste abierta Val. Sabías que iría como lo hice la primera vez y por eso, la dejaste abierta. Puedes mentirte todo lo que quieras, pero ambos sabemos que aún me quieres y yo a ti."
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Valu- Momentos robados
Fiksi PenggemarSigan leyendo en mi otra historia llamada: "El Amor No Es Un Crimen" One-shot VaLu😈🖤