Instagram

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Había pasado toda la tarde  de compras con Carla y lo único que quería hacer al llegar a su casa era darse una ducha refrescante. Al entrar en casa se encontró con Ana, la ama de llaves quién insistió en llevar sus bolsas a su habitación por ella. Lucrecia la dejó porque en todo el tiempo que había trabajado para ellos, nunca había conocido a nadie más cabezota que Ana, era imprescindible para los Montesinos, la casa sería un caos sin ella.

- Y mi hermano, Ana?- preguntó Lucrecia, deteniéndose momentáneamente en la puerta del baño esperando su respuesta.

-El joven Valerio se encuentra en el gimnasio, dijo que nadie lo molestara- respondió Ana mientras acomodaba las bolsas en su cama.

Lucrecia asintió en respuesta y se metió al baño dispuesta a disfrutar de una ducha.

Media hora más tarde y con el pijama puesto, se dejó caer en su cama, el móvil en mano tratando de ponerse al día en sus redes. Cuando se aburrió de contestar mensajes, abrió la aplicación de instagram en la que Carla le había enviado una historia. Escuchó divertida  la respuesta de su amiga a una de las preguntas del nuevo efecto que todos parecían estar usando últimamente.

Salió de la historia de Carla y presionó en la suya, deslizó el dedo entre los distintos efectos hasta parar en el "autopreguntas". Grabó varias veces respondiendo distintas preguntas que envió a Carla hasta que se aburrió. No era divertido hacerlo sola así que tuvo una idea. Bajó las escaleras en silencio hasta llegar al gimnasio. Abrió la puerta con cuidado de no hacer ruido y se encontró con Valerio haciendo abdominales en el suelo de madera.

Él era sin duda alguna una vista agradable y se quedó ahí mirándolo el suficiente tiempo como para que Valerio la notara.

-Aprecio la compañía pero, te vas a quedar todo el día ahí parada o vas a entrar y decirme que querías, hermanita?

Lucrecia rodó los ojos pero cerró la puerta tras de sí y caminó hacia él.

- En realidad estaba aburrida y decidí venir a ver a mi hermano preferido- Respondió Lucrecia con el móvil guardado en el bolsillo de su bata.

Valerio se río al escuchar su respuesta y siguió haciendo abdominales como si ella no estuviera.

Sin embargo, se detuvo abruptamente cuando Lucrecia se dejó caer de rodillas, sentada en su regazo. Su bata se abrió para rebelar un camisón de seda esmeralda que dejaba a la vista la suave piel de sus piernas y muslos.

-Pensé que podías ayudarme con algo- dijo con ambas manos apoyadas en su pecho desnudo.

- Lo que sea- Respondió él posando sus manos en su cintura.

Lucrecia sonrió, él siempre había sido fácil de convencer.

-Bien porque estaba jugando con este efecto en Instagram llamado "Autopreguntas " y ya me estaba aburriendo yo sola, tú quédate quieto y yo te leeré las preguntas- Explicó ella sacando su teléfono del bolsillo y apuntandolo a él con la cámara.

Valerio escuchó sin poder creerlo, el había esperado otro tipo de ayuda pero  dejó caer sus manos de su cintura y las utilizó para apoyar su cabeza sobre ellas haciéndole un gesto para que continuara.

-Bien, primera pregunta es... Con quién te perderías en una isla?

Valerio frunció el ceño a la cámara como si lo estuviese pensando mucho y luego respondió- Tú, por supuesto, sino quién más se encargaría de que no muriese de hambre o de aburrimiento.

Ella lo miró con una ceja levantada pero no hizo comentarios.

-Segunda pregunta, crees que el dinero otorga la felicidad?

Valerio la miró a ella en vez de a la cámara y contestó.

-Si alguien sabe la respuesta a eso, somos nosotros. No, definitivamente el dinero no da la felicidad.

Lucrecia aparto el móvil a un lado para mirarlo a los ojos y se mordió el labio sin saber que decirle, por lo que volvió a hacerle otra pregunta.

-Prefieres el físico o la personalidad?- Pregunto ella ya anticipando su respuesta.

-Por qué clase de superficial me tomas? El físico, por supuesto y e decir que tú, Lu, eres la chica más hermosa que he visto jamás- respondió él sonriendo a la cámara.

Lucrecia suspiró dejando su móvil a un lado, sopesando los pros y contras de hacer lo que tenía pensado antes de inclinarse hacia él. Besó la línea de su mandíbula, dejando un rastro de besos hasta que se acercó a sus labios.

Valerio respondió rodeando su cintura con sus brazos. Sus dedos se extendieron sobre su espalda y retorcieron la bata hasta dejarla caer.

Lu cerró los ojos y se hundió en el beso. Su lengua se deslizó a lo largo de su labio inferior, mordiendolo ligeramente.

Debajo de ella Valerio gruñó y apretó su agarre sobre sus caderas, acercando sus cuerpos imposiblemente juntos. Después de un momento, Lucrecia se echó hacia atrás, sonriendo al pequeño sonido de protesta de Valerio.

-Hace frío- explicó Lucrecia pasando los dedos por sus suaves rizos.

-Puedo arreglar eso- Contestó él y aunque disfrutaba de sus caricias, agarró sus muñecas deteniendola. Ella lo miró a los ojos cuestionandolo silenciosamente.

Valerio respondió moviendo sus caderas contra las suyas y Lucrecia sintió su ereccion presionando contra su centro.

Ella sonrió, había venido con la esperanza de ahuyentar el aburrimiento con unas preguntas de instagram para Valerio, pero esto era igual de bueno, o más.

Valu- Momentos robadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora