🍁CAPÍTULO VEINTIUNO

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Lisandra


No quiero perder a Eric por segunda vez, por ello decido seguirlo hasta la cabaña. Tomo un poco de la sangre de Ivor, la pequeña hada de mi hija Sinays y tan solo para que no me vieran.

Me pongo en una esquina de la cabaña y observo todo lo que sucede, también puedo escuchar todo lo que ellos conversan.

—Yo no asesiné a Eitan. Esas son mis últimas palabras... —habla la pelirroja con dificultad, ya que Eric agarra su cuello con fuerza.

—Sabes... —Eric titubea—. Nunca me gustaron las injusticias, por ello pelearemos como verdaderos lobos.

Eric le arranca el sello de la espalda a la pelirroja, quitándole un pedazo de su piel.

—Ahora quiero que te transformes y te enfrentes a mí —bufa Eric lleno de rabia.

—No —La pelirroja se niega—, no quiero pelear contigo.

—Me da tanta rabia que mi hijo haya sido asesinado por una cobarde como tú —dice Eric mirándola fijamente a los ojos.

—No es cobardía —rectifica ella—. Soy más valiente de lo que no te imaginas. No quiero pelear contigo porque...

Eric no deja que la pelirroja termine de hablar y la lanza con rudeza contra el gran ventanal, haciendo que cayera afuera sobre la nieve y  los cristales del ventanal se clavaron por toda su piel.

Eric de un salto sale de la cabaña y se sube a horcajadas sobre ella. 

Él la toma del cabello. —Debes transformarte, maldita asesina.

—No, no lo haré  —niega ella con un movimiento de cabeza.

Eric pierde la paciencia y estaba a punto de arrancarle el corazón, pero la pelirroja le susurra algo cerca de su oído que no pude escuchar, y eso lo detuvo de inmediato.

Eric estaba perplejo y en ese momento de debilidad la pelirroja se transforma.  Mis ojos se llenaron de sorpresa, es la primera vez que veo a una loba de fuego. Eso significa que puede matar a Eric sin piedad.

Ella empuja a Eric contra la nieve. Garras surgieron de sus uñas.

—Qué empiece nuestro juego —murmura ella, soltando una risilla espeluznante.

—¡Detente Talina! —demanda Eric—. No quiero pelear contigo, no debes dejar que esa loba demente te controle.

—Debiste pensarlo, antes de liberarme  —habla la pelirroja con una sonrisa sádica.

Eric con tristeza se convierte.

—Perdóname hijo —murmura Eric y yo no pude comprender nada.

Ambos comenzaron a pelear, pero mi esposo no era muy brusco con ella,. Eric con sus garras dibuja la misma rosa que ella tenía en su espalda; pero la pelirroja en un movimiento rápido le arranca el corazón.

—¡No! —grito en voz alta.

Retiro el poder de invisibilidad y Eric me mira con tristeza.

—Perdóname por dejarte por segunda vez pero esta vez ya no habrá un regreso. Te amo —musita ém con la voz débil.

La maldita loba de fuego estaba a punto de atacarme pero cae inconsciente sobre la nieve, y recupera su forma humana.

Yo me pongo de rodillas al lado de Eric.

—No, no me dejes otra vez —le suplico con mis ojos llenos de lágrimas.

—H-hasta nunca a-amada mía —tartamudea Eric mientras cierra los ojos.

Tres reinos en guerra 🍁Editando🍁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora