🍁CAPÍTULO DIEZ

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Talina


No dejo de mirarme en el espejo con horror. No se cómo tuve la osadía de quitarme mi hermoso cabello rojizo. Mi hermana Lirina ahora solo se burla de mi cabeza pelona.

—¡Basta! ¡Deja de reírte de mí! —exclamo cruzada de brazos.

—Ya veo que estás perdiendo la cordura por ese lobo —Mi hermana suelta una carcajada—. Jamás pensé que serías capaz de quitarte algo que tanto apreciabas por él. Además papá me pregunta el porqué te has ausentado estos días y nuestra madre solo le dice que estás enferma.

Maldito Aníbal, no seré capaz de verte después de saber la rata maldita que eres.

—Hermana, gracias por incubrirme y por no decirle a nadie que me he escapado —le agradezco a Lirina.

Mi hermana me da un fuerte abrazo.

—Sabes que te amo Talina, pero no puedes seguir escapando del castillo —Lirina deja de abrazarme y me da una mirada de preocupación—: Sí nuestro padre se entera de que estás enamorada de un lobo hasta creo que te decapitaría.

Yo comienzo a jugar con mis dedos por los nervios...

—Lirina tengo que confesarte algo... pero es algo muy serio —hablo con la voz temblorosa. Tengo miedo de ser rechazada por mi hermana, así como fui rechazada por Jeremy.

—Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea. Eres mi única hermana y jamás te echaría como leña al fuego, así que puedes confiar en mí —me asegura ella, sosteniendo mis manos.

—Soy una loba —admito en un hilo de voz.

Mi hermana se echa a reír. —No me digas que ya te crees una loba.

—Hablo en serio Lirina. No somos hermanas de padre y madre, solamente somos media hermana —le aclaro sin pelo en la lengua. Ya no temo decirle toda la verdad.

—Espera... No me digas que nuestra madre le fue infiel a papá —grita Lirina alarmada.

—Sí y no la culpo —resoplo—, y yo en su lugar lo engañaría mil veces...

—Mide tus palabras Talina. Aquí la traidora es mamá —replica mi hermana cruzada de brazos.

—Ella nunca amó a esa bestia que llamamos padre. Con razón no recordaba nada por la magia negra de esa bruja Mabel, no puedo convertirme en quien realmente soy por este sello en forma de rosa que llevo plasmado en la espalda. —Le muestro el sello a Lirina—: Además esa bestia casi intentó matarme cuando era una niña y golpeó a nuestra madre.

Lirina no me responde. Estaba tan impactada con este asunto. Ella no puede creer que ese hombre que la trata como una delicada flor, ha intentado matarme y golpear a nuestra madre.

Ella pone ambos puños a sus costados y sus ojos estaban cargados de rabia. —En este momento voy a enfrentar a papá por lo que hizo.

—¡No, Lirina! Debes cálmate. Aníbal no debe de saber que recuperé los recuerdos. —Tomo su rostro entre mis manos y la miro a los ojos—: Hagamos creer que esto no pasó.

—Está bien hermana pero juro que si mi padre intenta matarte de nuevo, yo te protegeré —me asegura Lirina, abrazándome.

—¿Me sigues queriendo todavía? ¿No te importa que sea una loba? —le pregunto, profundizando nuestro abrazo.

—¡Mi tonta, hermanita! —Lirina deja de abrazarme y me da un coscorrón en la cabeza—. ¿Cómo puedes pensar algo así? Por mí puedes ser hasta una serpiente, y aún así, no te dejaría de querer.

Tres reinos en guerra 🍁Editando🍁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora