Excusa

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Aunque no quería regresar aún Giorno se veía preocupado por la llamada de antes,  en consecuencia apresuraron el paso hasta que una voz les detuvo.
–¡Oigan!
–¿Eh? ¿Qué haces aquí Josuke? –preguntó el chico con incredulidad.
–Sí... Sobre eso no creo que podamos volver a casa hoy...
–¿Qué? –soltó en el mismo tono que Giorno,  Jolyne.
–Pero,  tengo algo importante que decirle algo a el señor Jotaro.
–Solo vamos a tú habitación de hotel Giorno–dijo Josuke abriendo la puerta del auto.
A regañadientes Giorno entró en el auto,  sin embargo tanto el corazón de él como de Jolyne latía rápido.Y soltaron su mente a miles de fantasías románticas,  mientras Josuke lo veía a través del retrovisor como una rara mirada.

Aquella fragancia que emanaban le resultaba encantadora al otro,  él abrazo se hizo más fuerte, más protector,  como si intentara sanar la causa del llanto, sin embargo de un momento a otro la femina comenzó a dar golpes contra su pecho.
–Yo te odio,  ¡Te odio tanto! ¡Te odio Jotaro Kujo! ¡No te lleves a Jolyne! ¡No me quites lo único que me queda! ¿Por qué me odias tanto?–Soltó entre llantos Elise deteniendo los golpes en la última palabra.
Jotaro ahora se encontraba sorprendido,  no sabía si eran por la crisis de la edad sus acciones o por aquello que creía perdido, no era lo suficiente romántico como para besarle y callarle así,  no era lo suficiente frío como para dejarle sola al escuchar su llanto,  así que se decidió por hacer lo que haría Jotaro Kujo.

–No digas estupideces mujer,  jamás te quitaría a Jolyne, jamás te abandonaría sin una buena razón, jamás me hubiera apartado si no corrieras peligro, jamás podría odiarte–dijo de manera firme Jotaro mientras le miraba fijamente–Yo realmente les extrañe tanto, Yo realmente quería volver con ustedes...Yo realmente quería protegerles...
–¡Eres un maldito idiota! –grito Elise para después abrazarlo sorprendiendo a Jotaro– ¡Eres bastante malo contigo mismo! ¿Por qué siempre sacrificas tú propia felicidad para proteger a otros?
–Lo hice porque eran tú y Jolyne...
–Gracias,  pero es tiempo de amar lo que protegiste y ser feliz,  ya todo acabó.
Como si una venda se le hubiera caído de los ojos, Jotaro se dió cuenta del significado de esas palabras,  había sacrificado su felicidad para proteger a sus seres queridos por años,  y ahora todo había acabado sin embargo dentro de él existía un miedo a nuevas amenazas pero justo en ese momento lo olvido.
–Yo realmente te amo– soltó sin vacilar a Elise quien le miró con sorpresa y un sonrojo notorio–Quedate a mi lado una vez más, esta vez para siempre.

Josuke se preguntaba cuando esos dos se habían enamorado tanto,  al final terminaron cenando ellos 3 y después tanto Giorno como Jolyne cayeron dormidos en el sofá de la habitación, estaba a punto de dormir cuando una llamada entró a su teléfono,  en medio de todas esa miel ajena,  charlar con su pareja le hacía realmente feliz,  le contó acerca de sus días y está también le contestó de la misma manera.

Pasar la noche afuera le había renovado, pero pasarla junto a su querido Giorno le había purificado,  el tío Josuke se negó a contar el porque de su idea de pasar la noche con Giorno, sin embargo cuando el desayuno estuvo servido y todos se sentaron a comer más de uno escupió y se asombró cuando Jotaro beso la mejilla de Elise.

Sin Sentido (Giorno x Jolyne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora