Capítulo 2: "Consecuencias de la irresponsabilidad"

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Una bella pelinegra le abrochaba los botones del abrigo de su pequeño hijo mientras decía: Ya está, ahora, el gorro y los guantes.

Milk, el pobre Gohan ya ni podrá moverse con tantas prendas, decía riendo un apuesto hombre de cabello alborotado.

El clima está muy cambiante, está corriendo mucho viento, Gohan podría enfermar, él es un niño, por ello lo cuido tanto, respondió Milk, lo más calmada que pudo.

Claro comprendo ello, pero así no podrá entrenar, ni siquiera lleva su traje de entrenamiento en el maletín, decía Gokú mientras observaba el maletín deportivo que debería llevar su hijo.

Es que mami, no quiso que lo llevará, decía el pequeño Gohan.

Milk, tú bien sabes que, para ser un gran luchador de artes marciales, se debe entrenar sin pretextos, respondió Gokú, haciendo una pausa para decir: El frío no puede ser impedimento para entrenar.

Lo sé, pero te recuerdo que Gohan está estudiando, no puede enfermarse por andar haciendo desarreglos y luego por ello tenga que faltar a la escuela, dijo Milk con firmeza, haciendo una pausa para decir, mirando fijamente a los ojos de su esposo: Como padres responsables nuestro deber es protegerlo, ya abra otro día para que entrene, si yo pudiera lo llevaría conmigo, pero no puedo, tengo que ir a esa reunión en representación de la empresa de nuestros padres.

Lo sé, dijo Gokú haciendo una pausa para decir: El ejercicio es bueno para la salud, además una vez que empiezas a calentar músculos, ya ni frío sientes....

Si, ello es cierto, decía Gohan.

Gohan cariño, estás aún convaleciente de aquel fuerte resfrió que te dio, acoto dulcemente Milk.

Bien mami, no te preocupes, no entrenare solo veré a papi hacerlo, dijo Gohan.

Buen niño, agregó la pelinegra, dándole un cálido beso en la frente, bajo la mirada de su atractivo esposo.

Y para mí, decía Gokú.

¿Qué?, respondió la pelinegra haciéndose la desentendida.

¿No hay?, decía Gokú haciendo un puchero con sus labios, como dándole un beso al aire.

¡Ah¡ ya comprendí, respondió la pelinegra sonriendo, mientras se separaba de su hijo, para ir junto a su esposo.

No te atrevas, está Gohan, decía Milk, mientras miraba la sonrisa picará de su joven esposo.

Pero que tiene de malo, Gohan sabe cuánto se aman sus papitos, respondía Gokú sonriendo.

Si, lo sé, pero....., la pelinegra ni pudo terminar su frase, pues su esposo poso sus labios sobre los suyos, al tiempo que su pequeño hijo, sonreía.

Ahora, si, ya nos vamos Gohan, decía Gokú al romper el beso.

Sí papi, respondió el pequeño niño de rostro tierno.

Cuídalo mucho, dijo Milk, lo más calmada que pudo.

Lo haré hermosa, lo haré, respondió Gokú.

La pelinegra veía alejarse a su esposo e hijo, mientras pensaba: Junto a mi padre, son lo más valioso que tengo en la vida, sin duda, la única diferencia es que Gokú es el amor de mi vida, y mi Gohan el fruto de ese amor, y ese simple hecho los hace especiales.

Una vez que su esposo he hijo salieron de la casa, la pelinegra, tomo su cartera, unas carpetas, y salió también de la misma.

Tiempo después: "Gimnasio"

Gokú entraba al gimnasio que le pertenecía junto a su pequeño hijo, al tiempo que la mirada de sus amigos que estaban allí entrenando se posaron ellos, mientras dejaban d entrenar.

"MENTIROSO CORAZÓN - SEGUNDA TEMPORADA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora