Capítulo 4: "Celos que pasan con amor: Un bello fin de semana"

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Ya había pasado dos semanas desde la reconciliación de los pelinegros, Gohan ya estaba sano de su problema de salud, y Gokú y Milk habían vuelto a sus labores diarias, claro sin descuidar el tiempo que ellos le daban a su pequeño hijo.

Habitación:
Una pelinegra se ataba su cabello mientras platicaba con su esposo que se colocaba su chaqueta.

Y eso le dije a papá, decía Milk, mientras se colocaba un brochecito de brillante en su cabello.

Me parece bien amor, tú padre y los míos pueden apoyarnos con ello, si lo desean, además su apoyo nos cae muy bien en este momento, ¿no lo crees?, decía Gokú.

Si cariño, claro que lo creo, respondió Milk sonriendo.

Ya quiero que llegue el fin de semana, decía Gokú.

Yo también, hace meses que no vamos allá, decía Milk.

Sí, es cierto, pero está vez si podemos ir, verás que disfrutaremos mucho de Paoz con Gohan, amor, respondió Gokú.

¡Gohan¡ dijo Milk de repente.

¿Qué sucede?, respondió Gokú intrigado.

Sus clases, ya es hora de llevarlo a la escuela, dijo Milk.

Pues yo los llevo amor, si nos da el tiempo para ir los dos al gimnasio, pero para que estés más tranquila, le hablare a Vegueta para que se haga cargo del mismo mientras llegamos, respondió Gokú.

Bien amor, voy por Gohan, respondió Milk, mientras su esposo asentía, al tiempo que empezaba a digitar el número de su amigo en su celular.

Minutos después:

Los Son abordaban un auto, tiempo después ellos partieron a la escuela de Gohan

Mami, ¿es cierto que el fin de semana iremos a Paoz?, decía Gohan sonriendo posando su mirada en su joven madre, mientras su padre conducía.

Ya te lo dijo papá, respondió Milk sonriendo.

Si, dijo Gohan.

Es que quería que Gohan se pusiera tan feliz como nosotros al saber que iremos al campo., acotaba Gokú mientras manejaba.

Claro, respondió la pelinegra.

Entonces si es cierto, decía Gohan sonriendo.

Si mi niño, si, respondió Milk, mirando dulcemente a su hijo.

Luego de algunos minutos de camino, Gokú estaciono su auto frente a la escuela de su hijo.

Bueno, bajemos, decía Milk, mientras su esposo, bajaba primero para abrirle la puerta del auto a la pelinegra.

¡Gracias¡ dijo Milk.

Los acompaño, acoto Gokú, mientras su esposa asentía y su hijo sonreía.

Tras dejar al pequeño Gohan en su aula, el par de pelinegros abordaron, nuevamente el auto, para ir al gimnasio.

Gimnasio:

Un hombre cabello de flama se encontraban dentro de una oficina platicando con un calvo, mientras fuera de esta, un grupo de chicas, esperaban ser atendidas.

No imagine que este ciclo tuviéramos tantos nuevos ingresos, decía Vegueta.

Yo tampoco, y menos que fueran tantas chicas, acotaba Krilín sonriendo.

¿Y qué tienen que sean chicas?, las artes marciales en estos últimos años es un deporte tan popular en chicos como en chicas, decía Vegueta con calma.

"MENTIROSO CORAZÓN - SEGUNDA TEMPORADA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora