Sorry

1.2K 67 4
                                    

Lucrecia se encontraba hablando con varios de sus primos cosas sin importancia alguna, solo tratando de pasarlo lo mejor posible. Estaba en Mexico, toda la familia Montesinos iba a celebrar a lo grande el cumpleaños numero 72 de la matriarca, así que en aquel rancho no cabía un alma mas y eso que se trataba de un lugar enorme, no solo el embajador que ahora no era de España sino de Italia tenia dinero sino todos, aquella familia era adinerada así que en aquella ocasión especial lujo era lo que había por doquier, no se escatimó en gasto para agasajar a la mayor.

Todo iba bien hasta que vio al chileno aparecerse allí, era la primera vez que le veía en años, sus padres se habían encargado de que cortaran cualquier tipo de conexión y verlo allí luego de tanto tiempo había causado una fuerte impresión aunque trato de que nadie lo notara, sin embargo le revelo que tanto sicólogo desde que sus padres se enteraron de aquella relación incestuosa no había valido de nada por que su corazón palpito de prisa. Dirigió su mirada a otra parte y de verdad intento de hacer de cuenta que nada había sucedido, de ponerle atención a aquella conversación con sus parientes , pero no sirvió de nada por que tenerlo allí tan cerca pero a la vez tan lejos le producía un sin fin de sensaciones que eran difícil de explicar.

Por un tiempo le guardo rencor contra el por que por el había defraudado a sus padres, dejo de ser aquella princesita de papa y vivió por primera vez lo que es la verdadera soledad, por que ni siquiera el estaba allí para hacerle compañía y hacer de todo aquello menos doloroso. Su estadía en aquel colegio del infierno fue peor de lo que alguna vez fue y por ultimo cuando Valerio ya no estuvo fue cuando se dio cuenta que sus verdaderos sentimientos, que no era solo una aventura. Se  arrepentia por cada una de las veces que se burlo, humillo y menosprecio todo lo que su hermano sintió por ella, por que aquel amor que el chico le profesaba era lo único verdadero que había tenido en toda su vida, hasta el cariño de sus padres estaba condicionado a que fuera aquella chica bien portada.

El amor de Valerio la hacia sentir viva y verdaderamente apreciada. Cada vez que Lu estuvo a su lado fue cuando podia quitarse la armadura y ser solamente ella sin poses, ni caretas. Poco a poco la castaña cayo en depresión en una tal que trato de suicidarse sin embargo no lo logro, la encontraron a tiempo cosa que en su momento la hizo odiar aun mas el mundo, pero valía la pena seguir de pie solo para verle aunque fuera a lo lejos. El chileno estaba cambiado ya no era el mismo chico que salió de casa exiliado por haberse metido en problemas, vestía un traje negro que le daba cierta idea de lo que se escondía de bajo.

Todo el gritaba seguridad cosa que en cierto modo la intimido por que había dejado de ser ese chico y ahora era un hombre de 24 años, así como ella había dejado de ser Lu de 17 para ser una mujer de 21, la cual a pesar del tiempo se sentía atraída. En un momento se excuso con sus primos cuando le vio marcharse, le siguió como un depredador a su presa la cual no quería perder de vista. Estaba mal lo sabia pero no podia hacer nada contra su corazón, le siguió hasta que aquel hombre entro a la casa, no podia perderle de vista, no tenia plan alguno lo único que deseaba era poder hablar saber como estaba, que había sido de el en esos años. No era un pecado lo que quería, ademas si lo fuera ya no importaba tenia su pasaje asegurado al infierno desde hace tiempo.

Se paro en seco cuando le vio entrar a una habitación, mientras su mente le decía mejor dicho le gritaba que se alejara su corazón pedía lo contrario, sabia que era peligroso y que arriesgaba bastante pero se dejo guiar de su corazón...No había manera de que lo dejara irse sin ni siquiera hablar. Entro a la habitación sin embargo no había nadie -Valerio- dijo en voz baja al ver aquel cuarto vacío, no entendía que había pasado si le había visto entrar allí,

Justo cuando pensaba en marcharse, escucho la puerta cerrarse y al voltearse por fin tenia de frente a su mayor tormento. -Lu- aquello salió tan suave de lo labios de su hermano que fue música para sus oídos. Sintió su garganta secarse y algo en su estomago producto de los recientes nervios, quería decirle tantas cosas pero al mismo tiempo no sabia que. Su corazón había esperado por aquel encuentro, le miro a los ojos por que parecía un sueño tenerle allí frente a ella haciéndola sentir como aquella adolescente de 15 años que iba a su habitación.

-A pasado tanto tiempo Val- tragó pesadamente -Lo se- menciono el chileno aun mirándole sin poder creer que era ella quien le había seguido. -Perdón- dijo la castaña, aunque no estuvieran juntos deseaba escuchar que no la odiaba por haberle tratado como un objeto sin valor, no esperaba que la amara por que habia sido el quien había decidido acabar con aquello sin embargo esperaba que por lo menos recordara los buenos momentos que pasaron juntos. Sonrió triste pero no duro mucho por que agacho la mirada poder derramar las lagrimas que había amenazado con salir y las cuales limpio rápidamente -Siento mucho no haber sabido apreciar todo lo que sentías por mi, se que quizás es tarde pero enserio lamento haberte lastimado cuando no lo merecías- confesó haciendo que cierto peso en su corazón desapreciará.

Volvió a levantar la mirada y noto confusión en la cara se su medio hermano, se mordió el labio inferior culpa de los nervios. Tenia ganas de abrazarlo, de besarlo pero se contuvo por miedo a su respuesta, no soportaría ser rechazada ademas el se mantenía en silencio haciendo que la ansiedad acabara con la mexicana la cual no podia seguir allí -Se que es tarde, pero hay algo que mereces saber- se acerco mas esta vez quedando poco espacio entre ellos como para poder tocarle sin ni tener que hacer algún esfuerzo -Te amo- aquello salió con toda la suavidad que podia y a pesar de su miedo deposito un casto beso en los labios de su hermano.

No iba a durar mas allí, ya había dicho lo que tenia que decir y que durante años haberse callado le había atormentado haciendo que le fuera imposible tratar de luchar contra aquel sueño de lo que pudo haber sido si se hubiera arriesgado en aquel momento -Se feliz- susurró esperando que lo fuera aunque no estuviera a su lado. Camino hacia la puerta dispuesta a dar por terminado esa triste historia -¿Como puedo ser feliz sino estas a mi lado?- cuestionó el chico haciendo que ella se girará sorprendida -Tu eres mi vida, lo sabes bien Lu-.

Valerio esta vez fue quien camino hasta ella y le beso no un simple roce de labios como el que ella le había dado. -¿Estas dispuesto a intentarlo?- pregunto Lucrecia mientras su corazón estaba al mil por hora sin poder creer que el todavía siguiera sintiendo algo por ella -Siempre- contestó haciendo que ambos sonrieran de forma boba como un par de enamorados. Seria difícil, ambos lo sabian sin embargo valía la pena luchar por aquel amor que aunque era pecado y de cierta manera incierto, era lo único verdadero que tenían por que por mucho que todos dijeron que era una obsesión o una enfermedad lo que sentían era amor.

One shot - ValuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora