One shot - Valu

Anxious

Lucrecia había cambiado bastante con Valerio, la forma en que ella expresaba sus sentimientos, la intensidad en su mirada cuando estaba frente a el o simplemente la forma en como le tomaba de la mano, todo era diferente sorprendiendo al chico cuando pensó que ya nada mas debía de producirle aquel sentimiento de nerviosismo algo nuevo sucedía.

Valerio no podia dejar de torturarse, una y otra vez trataba de buscar alguna razon a aquel cambio de comportamiento que incluso le habia dejado mudo, por que a castaña le confeso lo que tantas ganas habia tenido el chileno de escuchar...Le amaba, le habia confesado que lo amaba haciendo que quedara mudo. Que la chica fuera buena con el, que dejara de ser aquella fria e insensible hacia que el chico estuviera paralizado por que para el aquello solo sucedía en sus sueños, pero a pesar de aquel cambio de actitud ella permanecia al lado de Guzman cosa que no comprendia por que seguia con el cuando en las noches ella iba a su habitación a mortificarle, por que eso era lo que hacia dañarlo, hacerlo flaquear con sus besos y olvidarlo todo para entregarse a la pasión.

Como hacia varias noches ya, Lucrecia estaba en la cama de Valerio desnudos tratando de normalizar su respiración al igual que el chico. Valerio miraba a la nada y no pudo aguantar mas -Sabes que no te entiendo- empezó ganándose así la mirada de la chica -¿Que no entiendes?- pregunto ella a la vez que se acomodó en el pecho desnudo del chileno. -Juegas conmigo como si fuera tu títere, vienes me dices que me quieres pero al final vas con Guzman a jugar a la novia perfecta.- dijo desahogándose un poco para continuar algo exasperado subiendo el tono de voz un poco -¿Crees que no tengo sangre en las venas?- se levanto de la cama, tomando el boxer que estaba tirado al lado de la cama poniéndoselo sin mirar a la chica -Sufro con todo esto aunque no lo creas, no sabes las ganas que tengo de partirle la cara al rubio por que el tiene lo que yo mas deseo- se sentó en la cama dandole la espalda -Enserio, ya no puedo mas con esto- llevo su mano desorganizándolo mas, sacando su frustración por que eso era lo que sentía toda aquella situación con Lu era cada vez peor.

Aquello hizo que la chica sonriera por que aunque era una forma de ponerle contra la pared, no podia negar que era de las pocas veces que el chico se le hacia tierno como cual niño haciendo berrinche por no obtener el juguete que quería. Se enredo bien las sabanas y se acerco al chico abrazándole por la espalda - No pienses ni trates de entender esto, solo siente- susurro para luego depositar suaves besos en la nuca de su hermano. -Tu dices que le envidias, pero te aseguro que el es quien debe sentir envidia de ti por que lo que siento por ti es mucho mas grande que mi capricho por el- aquello era cierto con el paso del tiempo  Lucrecia entendió que amor solo era Valerio mientras Guzman era eso un capricho y mas que nada estaba con el por orgullo, por que no quería dejárselo tan fácil a la beduina insípida. -No juegues mas- dijo Val pero la chica prosiguió no solo con sus suaves caricias sino abriendo su corazón una vez -Antes jugaba contigo, pero ya no mas- esta vez se movió para quedar a su lado y llevo sus manos hasta el mentón para obligarle a mirarle -Solo soy feliz cuando estoy a tu lado- tomo una de las manos del chico y la llevo a su pecho justo encima de su corazón - Solo contigo mi corazón se vuelve loco, ¿no lo sientes palpitar por ti?. Por que yo estoy segura que el tuyo solo late para mi- le miro de la forma mas dulce y tierna que pudo ganándose un beso por parte del chico que no sabia como reaccionar a ella.

Valerio para Lucrecia era aquella droga que estaba ya en su sistema y del cual dependía mientras que para Valerio la mexicana era su refugio, aquel donde no importaba que sucediera encontraba calma a pesar de que la sociedad y hasta sus padres le juzgaran...Eran un desastre, pero se querían y eso era lo único que importaba. Esa noche Lu trato de despejar las dudas del chico aunque era difícil por que tuvo que sacar a esa chica romántica que había en ella, pero sin duda valía la pena por que estaba allí en los brazos del chico.