Time to say goodbye II

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Cuando Lucrecia despertó no dijo nada, tampoco había nadie haciendo que se sintiera algo mejor por que ver a alguien era lo que menos deseaba. Se mantuvo en silencio mirando hacia la ventana y digamos que aquel acogedor silencio de aquella blanca habitación fue interrumpido por sus padres.

-¿Por que lo hiciste?- Cuestionaban como si las cartas que había dejado no habían sido suficientes, ella solo les escuchó y se mantuvo en silencio. Ella no tenia nada que decir, no pediría perdón por que no se arrepentía de haberse intentado quitar la vida, es mas lo iba a volver hacer por que no quería seguir sintiendo aquel dolor que le comía el alma cada día, impidiéndole ver aquellas cosas hermosas que la vida tenia para ofrecerle y que ni siquiera le permitía recordar cuando fue la ultima vez que fue realmente feliz.

-Por favor Lu, habla con mama- suplico su madre y la chica permaneció callada. No tenía sentido alguno hacerlo, para que hablar sobre lo que le pasaba si siempre acababa igual siendo ignorada por ellos, los cuales siempre pensaron que era solo una forma de llamar la atención. Para ellos fue eso en vez de lo que era realmente una llamada de auxilio.

Odiaba todo allí aquel aroma a hospital la enfermaba mas sin embargo no tenia fuerzas para ni para reprochar eso, solo escuchaba a las personas entrar, revisar que todo estuviera bien para luego marcharse cosa que en el fondo la hacia sentir mas miserable, no había nadie que estuviera allí para ella realmente. El continuaba odiándole por que ni siquiera había ido a verle y no le culpaba por que ella se odiaba a si misma. Al pensar en el lagrimas se formaron a la vez que su labio interior temblaba -No le importas- dijo en voz baja -Ya todo acabo-. Arranco todo lo que tenia en el brazo sin ni siquiera mostrar dolor...Ya no lo sentía por lo menos no físico. Aun seguía débil y como pudo se paro, dio unos pasos tratando de llegar a la puerta quería irse de allí y terminar lo que había empezado sin embargo todo se volvió borroso, pensó que caería y se preparo para sentir el golpe el cual nunca ocurrió por que unos brazos la tomaron a tiempo.

La ayudaron a sentarse en la cama -¿Estas bien?- a pesar de estar mareada su voz era inconfundible -No- respondió llorando pensando que su mente le jugaba alguna mala pasada pero al abrir los ojos Valerio esta alli, mirándola. En sus ojos vio tristeza y pena cosa que le hizo doler aun mas el corazón haciendo que sollozara por que el estaba viendo aquella lamentable faceta de ella cuando siempre trato de mostrarle el mejor. -Vete. Déjame sola- dijo agachando la mirada pues no soportaba saber que lo único que le provocaba era lastima.

-No pienso hacerlo, yo se por lo que estás pasando- menciono tomándole de la barbilla y haciendo que le mirara - Se que sientes que no hay otra salida, yo he estado ahi también, pero sabes que me hacia saber que había algo por que vivir...Eras tu- dijo a la vez que recordó como empezó a meterse al mundo de las drogas tratando de buscar una salida a todo lo que sentía por su hermana.

-Mientes, no sabes que es sentir que la persona que amas te deje cuando mas lo necesitas- contra atacó y quito con fuerza la mano de Valerio -No tuviste que soportar la mirada de todos señalando lo enferma que estas por querer a alguien prohibido- nunca olvidaría aquella mirada de su padre que le hizo helarse al instante. -Tu eres alguien a quien debo olvidar como todos quieren y la única forma de hacerlo es dejando de existir-. Aquella fue a la conclusión que llego luego de meses de sufrir y sobretodo después de aquella charla con la sicóloga en la cual sin ni siquiera mostrar algo de comprensión le hizo ver que el problema era que no quería soltar aquella relación enfermiza, echándole toda la culpa a ella y su mala actitud. -Para que vivir si el amor que mas anhelo es aquel que debo dejar ir-. Al decir todo aquello en cierto punto se sintió liberada de aquel peso que la torturaba por que no pudo compartir aquellos sentimientos con nadie.

Valerio no pudo evitar llorar con ella al ver lo rota que estaba, el había contribuido a que la chica estuviera así. Le abrazo tratando de reconfortarla y que aquellas piezas de aquel roto corazón volvieran a unirse aunque pensó que seria rechazado fue todo lo contrario por que ella le abrazo fuerte. El chico no se iba a rendir iba a sacarla de aquel mundo gris. Sabia que le costaría sin embargo tenia toda la vida para hacerlo y demostrarle que el amor es mas que sufrimiento. Mandaría todo al demonio con tal de verla sonreír de nuevo.

One shot - ValuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora