Lies

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El plan aquel día había sido descubrir como vivía Cayetana, comprobar si era cierto todo lo que aparentaba en instagram y eso le salió bien a la castaña por que había consiguió ir a la casa de la nueva. Todo iba bastante bien hasta que llego aquel par enviados desde el mas profundo infierno a joderlo todo, por que iban algo subidos en la nube por la porqueria que se metian.

Armaron todo un desmadre haciendo que la mexicana se molestara tanto que no pudo evitar comer cuanto dulces encontró, sin ni siquiera pensar en los carbohidratos que ingerío y que sobretodo tendría que matarse al día siguiente para quemar todo lo que se había comido. Mas que ver a Guzman causando problemas y fumando abiertamente un cigarillo de marihuana lo que odio sinceramente fue ver a Valerio con Cayetana. Estaba acostumbrada a verle coquetear con cuanta chica pasara, sin embargo lo estaba haciendo solo para molestarla y la cereza del pastel fue cuando la beso con pasión haciendo que apretara con fuerza el tenedor por que aquella chica sin chiste recibía lo que ella tanto deseaba, pero al mismo tiempo se negaba a recibir por miedo.

Las palabras seguían una y otra vez repitiendo en su mente "Lo que te estoy diciendo es que nadie puede hacerte sombra".

Dejo el peine encima del gavetero con fuerza a la vez que exclamaba para si misma -¡Mentiroso!- esa tarde estuvo a nada a sucumbir ante el sino hubiera sido por Guzman ella le hubiera besado por que en ese momento creyó en sus palabras por la forma en como la miraba,  sobretodo por que sus palabras y sus gestos que no demostraban ni un poco que le mentia, pero ahora no estaba segura con el no era nada seguro, mas bien era incierto tanto así como la relación que ella mantenía con el rubio. Aunque no lo admitiera no veía futuro allí sin embargo le tenia un cariño especial a Guzman así que no se iba a rendir.

No podia estar allí, quería dejar de pensar así que se cambio la pijama por ropa deportiva y se fue al gimnasio de la casa aunque no contaba con todas las maquinas que utilizaba por lo menos podría usar la caminadora, correr un rato le haría bien cosa que así fue, duro como media hora allí y hubiera durado mas pero fue interrumpida. -Lu, vámonos de fiesta- de esa forma dio el chico a conocer que la chica no estaba sola. La chica intento ignorarlo, era lo mejor pero no surtió efecto por que el chico le apago la maquina deteniéndose al instante. -Déjame en paz, enserio no estoy de humor- dijo cansada y bajándose de la caminadora, cogio la toalla que habia puesto en la escaladora y comenzó a secarse el sudor -¿Que te pasa?- cuestiono interesado por que Lu nunca decía no a una fiesta.

Ella iba a salir pero el chico fue mas rápido tomándola por la mano, la chica quedo atrapada entre una pared y el cuerpo del chico quedando tan cerca que ambos podían sentir como el pecho del otro subía y bajaba por la respiración -Déjame ir- ordeno sin éxito alguno -No te voy a dejar ir hasta que me digas que te pasa desde que salimos de casa de Cayetana estas rara-. El escuchar el nombre la chica la hizo enojar haciendo que lo empujara solo lo suficiente para sacarlo de su espacio personal. -¿Por que juegas conmigo?, ¿por que me mientes?- dejando al chico confundido por que no comprendía de que iba aquello.

-Sabes que casi te creo el cuento que te echaste, has progresado en el arte del engaño- comento con la mirada fría por que se sintió tonta al creerle por un momento pero no era estupida -Yo nunca te he mentido- se defendió el chico haciendo que la chica sonriera sin embargo no era sincera -Besas primero a esa insulsa y luego vienes a decirme que nunca has podido sacarme de tu cabeza. Si eso no es mentir entonces no se que es- exploto sacando lo que la molestaba. Lucrecia estaba celosa y dolida por que el era quien siempre hablaba de sus sentimientos le decía una y otra vez que la quería, que estaba dispuesto a arriesgarse por ella haciendo que algo dentro de ella mantuviera una esperanza de que quizás aquella historia trágica y prohibida podría suceder sin embargo el iba por allí metiendose con medio mundo. El hacia promesas vacías una y otra vez podia parecer injusto sin embargo había una enorme diferencia entre ellos...Ella no prometía nada por miedo a no poder cumplir -¿Que clase de amor es ese?- cuestiono altiva.

Valerio no pudo evitar endurecer su mirada, el estaba totalmente serio -Uno que solo espera por una oportunidad-. El chico se acerco rápido tomándola por la nuca y la beso, con fuerza pero la chica se resistió trato de empujarlo aunque al final cedió haciendo que ambos se entregaran en aquel beso hasta que escucharon la voz de la madre de ella así que al instante se separaron mientras todavía se miraban por que ambos tenían cosas que decir.

La mujer entro al gimnasio sin darse cuenta de lo que alli habia pasado -No me digan que estaban haciendo ejercicio- comento ingenuamente la mujer mirando al par de chicos con la respiración acelerada -Yo acabe- respondió la castaña de forma rápida saliendo de allí de inmediato mientras escuchaba a Valerio llamarle, cuando llego a su habitación cerro la puerta con seguro evitando así que Valerio irrumpiera allí, no quería escucharle mas no quería volver a creer sus mentiras.

One shot - ValuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora