One shot - Valu

Not anymore II

Valerio no tuvo que decirle dos veces que necesitaba hablar con ella por que la chica de inmediato permitió su entrada al edificio, así que tampoco debió tocar la puerta por que ella le esperaba. Le dejo entrar sin ni siquiera sospechar cual era el motivo de aquella inesperada visita y la razón era que aunque ya no estuvieran juntos el cariño seguía allí, ambos se preocupaban por el otro y eso era algo que nunca iba a cambiar por mucho que salieran con otros. Para ellos era difícil borrar todo lo que habían vivido juntos y si trataban de hacerlo se terminarían perdiendo a ellos mismos, por que habían estado juntos desde niños primero siendo hermanastros, luego amigos, amantes y por ultimo novios.

-¿Que sucede?- pregunto la chica ya estando dentro del apartamento mientras le miraba tratando de descifrar que pasaba por la cabeza del hombre, la cual se le hizo difícil por que el le abrazo de la nada sorprendiéndola un poco y en cierto punto tuvo miedo -Val- le llamo y el chileno justo ahi se alejo lo suficiente para verle a la cara mientras aun permanecían abrazados. -Te necesito- susurro y le beso. Al principio la chica se quedo inmóvil aunque después se dejo llevar al sentir como los labios de Valerio se movían enérgicos sobre los de ella.

Un aro de lucidez la hizo volver a la realidad y se alejo -Esto no esta bien- menciono a la vez que se limpiaba los labios como si así borraría que había caído de nuevo en la tentación -Eso no es lo que tu cuerpo me dice- dijo con una sonrisa arrogante mientras volvía a tomarla por la cintura y permitiendo que su perfume volviera a entrar a sus fosas nasales haciéndola suspirar al instante. El chico quito aquel mechón de pelo que bajaba por su cuello y comenzó a besar y lamer aquella sensible area de la mexicana -Tengo novio- menciono tratando de que así Valerio detuviera aquellas caricias en su cuello -Eso puedo solucionarlo- murmuro con seguridad en su voz continuando con aquellas suaves caricias.

Con cada pequeño toque el cuerpo de Lucrecia reaccionaba haciéndole saber que ella también lo deseaba aunque estaba en una guerra con ella misma -Solo déjate llevar- la hizo subir encima de la mesa del comedor estando así a la misma estatura mirándose ambos a los ojos, deposito un casto beso mientras sus ávidas manos bajaron hasta el final de aquella blusa quitándosela al instante y mostrando aquellos pechos que todavía eran su perdición -Eres tan hermosa- comento. La camisa que llevaba puesta comenzó a estorbarle y sin esperar un segundo mas comenzó a quitársela ante la atenta mirada de la castaña.

-La vida ya no es un juego.- comento Lu observando como él se desabotonaba la camisa mostrando asi parte de su cuerpo trabajado haciendo que de forma involuntaria se mordiera el labio inferior, el chico la observo y sonrio.

Valerio luego de tirar la camisa al piso intento abrir las piernas de Lu para estar en el medio de ellas sin embargo ella no le dejo y se bajo de la mesa -No somos los adolescentes de 17 y 19 años- se agacho para tomar su blusa y luego de ponérsela -Yo querio cosas en la vida que tu no estas dispuesto a ofrecer- dijo para luego marcharse a la cocina y servirse un vaso de agua fría, necesitaba calmarse ademas de alejarse de aquel hombre que solo intentaba llevarla a un viaje hacia la locura.

-¿Que es eso que quieres y según tu no te puedo dar?- cuestionó ganando una respuesta rápida -Estabilidad, seguridad- puso el vaso en el fregadero y se voltio quedando frente a frente -Todo para ti es un juego y yo ya no estoy para jugar Valerio- le mostró una mirada fría y en su voz no se notaba ni un ápice de duda, Lucrecia por primera vez hablaba enserio. -Tu nunca has sido un juego- con esa misma seriedad el dijo aquello tratando de ser honesto aquello hizo reír tristemente a la chica por que había visto miles de chicas entrar y salir de la vida del chico que era difícil creer aquello -Yo solo soy un capricho mas en tu vida-.

-Te voy a demostrar que no lo eres y que nunca lo has sido- menciono y la beso para luego alejarse dejando a la chica sola. El la tenia difícil sin embargo no se iba a rendir por que ella era la única mujer por la que estaba dispuesto a dejarlo todo y aunque no había logrado 100% su cometido aquella noche todavía tenía esperanza por que la forma en como ella reaccionaba a él le hacia saber que las cosas todavía no habían acabado asi que de aquella forma Valerio dio comienzo a el juego del cazador y la presa, esperando que fuera la ultima vez.