°Recuerdo°

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-¡Oh! ¡Hiruma Haru, qué gusto tenerte aquí!-Un hombre de estatura mediana, de cabello y barba rubia bajó rápidamente las escaleras hasta el comedor, donde, se encontraba la recién mencionada y sus acompañantes.

-El nuestro también, señor Tybur.-La pelinegra mayor habló primero, acercándose al rubio y haciendo un saludo de manos.-Soy Evangeline Dalca, la madre de Haru.

-Ha hecho un buen trabajo criandola, señora Dalca-dijo el señor Tybur, mostrando una sonrisa, que extrañamente para Haru le provocaba desconfianza.-¿Han venido por la carta?

-Asi es.

-Bueno, sean bienvenidos y vayamos al salón.-El señor Tybur hace un gesto, y rápidamente, los recién llegados empiezan a caminar hacia las escaleras.-Pronto llegarán los demás miembros, pero podremos hablar para matar el tiempo.-Evangeline ríe levemente, mientras tanto, la adolescente se mantiene distante admirando cada detalle de la casa.

-¿Ocurre algo, señorita Hiruma?-El hombre moreno se acerca hacia la azabache.

-Em... No, para nada.-El hombre la mira un momento, pero luego desvía su mirada y sonríe levemente. La joven le mira, frunciendo el ceño, pero inmediatamente entiende su mensaje.-Aunque...Me gustaría ir al baño, me está empezando a doler la cabeza.

-Oh, vaya... Entendido, señorita Hiruma, le avisaré a su madre del "motivo" de su ausencia.-Ambos sonríen, lanzando una mirada de cómplices, y rápidamente, la joven dobla hacia un pasillo diferente al que llevaba al salón.

"Te debo una, Ony"

Cuando la joven llegó al pasillo, suspiró aliviada, se había salvado de escuchar conversaciones aburridas que tendrían su madre y Tybur.

¿Ahora qué haría mientras esperaba a los demás integrantes del escuadrón?

Pronto, se dió cuenta de las decoraciones que había en el pasillo y empezó a caminar al interior de éste.

Sin embargo, cuando apenas avanzó, se detuvo al ver un objeto que le llamó la atención.

Un gran cuadro con marco de oro con relieves de figuras geométricas, junto con unas incrustaciones de piedras preciosas, descansaba en una pared del pasillo. El cuadro llevaba una foto de medio cuerpo superior de un hombre caucásico, cabellos largos y de color claro, junto con unos ojos medianos y oscuros, una nariz chata, unas cejas rectas y una barba ligeramente espesa sin bigote. Además, como casi todos en la familia propietaria de aquella mansión y de los grandes miembros de la sociedad de Marley, llevaba un traje elegante.

La joven poco a poco se acercó al cuadro, sintiendo curiosidad, y extrañamente, familiaridad con el hombre retratado. En la parte inferior del cuadro, junto a unas cuantas velas y rosas rojas, se encontraba una placa de oro con unas inscripciones:

"Willy Tybur Q.E.P.D como el descendiente de los salvadores"

La joven sintió un dolor de cabeza, ocasionando que empezara a caminar hacia atrás y pronto... Una Liberio muy distinta a la actual pasó ante sus ojos, mientras cerca de la estatua de Helos, había un escenario siendo visto por muchísimas personas.

Y ahí estaba él, con los reflectores y los ojos de la gente puestos en él. A pesar de estar en aquellas visiones lo más cerca del rubio, no era capaz de escuchar su discurso... Sólo oía unas cantas palabras casi emitidas en un susurro.

"-Marley... Esclavos... Helos... Libertad... Demonios... Peligro... Retumbar... Destrucción... Eldia..."

Un silencio invadió el lugar, mientras que de manera simultánea aparecía la silueta de espaldas de un hombre alto, de cabello rubio corto, que miraba a alguien de unos profundos ojos verdes. En esta última escena se veía el movimiento de sus bocas, sin embargo, sólo oía unos susurros imposibles de descifrar.

"-¡El verdadero peligro de la humanidad es...!"

Se escucha una explosión a lo lejos, y pronto, una criatura gigante sale detrás del escenario, al mismo tiempo que un ensordecedor grito invadía los cielos, al igual que unos gigantes pedazos de escombros. La gente comienza a correr, mientras Willy admiraba la criatura recién llegada.

Era la criatura más temida por todos: Un titán.

"-Eren J..."

La joven volvió a tener su mente y ojos liberados de aquellas extrañas visiones. Sin embargo, sintió una extraña presencia que evitó que volviera a mantenerse tranquila.

-He...-Antes de que aquella presencia le tocara, la joven se da la vuelta y, rápidamente, le propina un golpe en el estómago, ocasionando que la "presencia" cayera al suelo de cara, quejándose del dolor.-¡Ay, pero a ti qué te pasa!

Un brillo apareció en los ojos de la azabache, haciendo que pudiera ver de mejor manera en la oscuridad que en ese momento invadía el pasillo.

Un joven de cabellos rubios cortos, piel pálida y vestido con el uniforme del ejército de Marley era el que se encontraba tirado en el suelo, aún retorciéndose de dolor.

-¡Lo siento mucho...!

°°°

Mientras se acercaban a la sala, se podían oír los leves murmullos de quienes suponían, eran el señor Tybur y sus respectivos familiares.

-Para ser así, eres bastante fuerte.-El joven rubio se tocó nuevamente su nariz.-Casi me rompes la nariz y el estómago.

La pelinegra bajó la vista.

-Lo siento mucho... Sentí algo detrás mío y... Sólo reaccioné.

-Te entiendo... El servicio militar te vuelve más alerta.-La joven volvió su vista al rostro de su contrario.

-¿También fuiste al servicio militar?-El rubio asintió.

-Fui a la base Dorek.-La joven asintió levemente, justo en el momento en que ambos jóvenes pararon su marcha.-¿Y tú?

-Base Helos.-Fue el turno del joven en asentir.

Ambos miraron de frente la puerta del salón, al instante los dos pusieron una mano en el picaporte. Ambos jóvenes, sobretodo la ojiverde, sintieron una leve electricidad al tocarse.

"La habitación estaba muy iluminada. Había, lo que podía ver, dos personas en ésta.

-¿Eren?-Una mujer vestida de manera muy elegante, miraba con sorpresa a un joven que sujetaba su mano, manteniendo su mirada perdida en un punto fijo.

El chico levantó la mirada, avergonzado, y soltó la mano de su contraria.

-Lo siento."

La chica parpadeó varías veces y así pudo dejar de tener aquella visión, la segunda en un día. Pronto se dió cuenta de lo que pasaba a su alrededor. Ella quitó la mano del picaporte.

Su contrario, sin decir nada, abrió la puerta y se pudo ver el gran salón, junto con el Señor Tybur, Evangeline, Ony y... Una mujer delgada de pelo castaño junto con otras personas más.

"¿Capitana Mizushima?"

Hiruma 『SnK/AoTメƑαnfic』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora