Un encuentro, una gala y unos ojos que la hechizaron... pero el tiempo es inclemente o eso es lo que ella se dice, no ha tenido una relación sentimental, no tiene tiempo para cosas banales, como lo es el amor, en encontrar a una persona para compart...
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Raymond se abalanzo sobre mi cuerpo y me cargo en sus hombres. Una exclamación de sorpresa sale de mis labios. De un momento a otro estoy en la cama con el encima de mi cuerpo.
- Raymond – su mirada es tan intensa y tiene esa sonrisa toda perversa en sus labios.
Me quita la bata y quedo con solo unas bragas sobre mi cuerpo. Sus labios, envuelven uno de mis pezones y un gemido sale del fondo de mi garganta. Lo ayudo a quitarse el cinturón, y él se saca su jersey. Deslizo los dedos por la suave piel de su torso desnudo.
En la habitación solo se escucha nuestras respiraciones aceleradas. Los dos quedamos desnudos de un momento a otro. Impaciente, me sentía mientras él me lamía los pezones y deslizaba la lengua por el estómago. Me sentía primitiva, excitada. Es impresionante lo que siento cuando estoy con Raymond, mi cuerpo me traiciona y entra en estado de ansiedad, anhelando su tacto. Contuve el aliento mientras Raymond trazaba un camino con su lengua entre mis muslos, hasta tocar mi excitado clítoris, hasta que le rogó que dejase de atormentarme. Lo deseaba.
- Raymond, no eres ningún abuelo, esto es una prueba de eso- dijo con su voz agitada – mira cómo me tienes.
- Ya lo veo –Raymond suelta una risita toda picara, mientras se ponía el preservativo y se colocaba sobre ella.
- Ray... –gimió, levantando las caderas.
La llenó con una embestida y abrió los labios para gritar de placer, pero él la silenció con sus labios que hacia una furiosa presión sobre los suyos. Chiara levanto las piernas y las envolvió en la cadera de Raymond, mientras Raymond empujaba una y otra vez, llevándola al borde del abismo. Cuando por fin no pudo aguantar más se dejó ir, y casi inmediatamente, sintió a Raymond. Sacudiéndose dentro de ella mientras dejaba escapar un gruñido que reconocía bien. Saciado y exhausto, cayó sobre ella, con el corazón acelerado, besando su cuello, saboreando su húmeda piel con la punta de la lengua. Si pudieran quedarse así para siempre.
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Estoy en la suite donde se están quedando mis hermanas y madre, desayunando como lo he hecho los últimos días. He pasado unos días maravillosos con mis hermanas, estamos en la rivera francesa, acompañando a nuestra madre en el festival.
A mi queridísima madre, anoche el festival le dio un reconocimiento por su trabajo en los últimos veinticinco años, Y el nombramiento para hacer parte del comité de actores que hacen parte del festival.
No basta decir que me siento orgullosa, de ser su hija.
Mi madre está demasiado feliz, Tiene una gran sonrisa en su cara, cabe decir que esta resplandeciente. El premio de anoche no se lo esperaba para nada y mucho menos que le dieran la noticia que iba a ser parte del sindicato.
- Estas muy feliz, mami – dice Aubrey.
Ella sonríe, cosa que está haciendo esta mañana, por todo sonríe y sus ojos brillan de una manera muy especial.