Capitulo 3

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Gran parte de nuestro tiempo vivimos corriendo por cosas sin sentido

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Gran parte de nuestro tiempo vivimos corriendo por cosas sin sentido. Tenemos prioridades tan absurdas, las pequeñas cosas insignificantes que nos pasan en nuestro día a día, se convierten en lo más importante y lo que realmente es importante no lo apreciamos.

Cada día el ser humano va más para atrás que, para delante, sus prioridades son tan paradójicas y no le prestan atención a lo que verdad importa. Mi trabajo se ha convertido en una gran prioridad, que no me deja tiempo para nada. Como a muchas personas en el mundo les pasa, he tenido abandonada a mi familia, viajo mucho y demoro pocos días en la ciudad.

Luego de que Raymond se fuera de mi casa ayer en la tarde, analice la situación y la idea de dejarlo cogió mas fuerza. No creo llegar a algún lado con esa actitud que mantiene.

Estoy en casa de mi madre desayunando con ellas y mis dos hermanas pequeñas. Que son productos de su segundo matrimonio. Aubrey de diez y Sabrina de seis años.

Mamá sonríe mientras Sabrina habla, mi hermana pequeña se expresa hasta por los codos.

Mi madre fue modelo en su juventud, comenzó con su carrera a los trece años. Su cara angelical le abrió muchas puertas, al pasar los años ya no era esa niña angelical. A los diecisiete firmo con una agencia muy reconocida. Se convirtió en toda una mujer muy sexi. Fue una de las favoritas de su época.

Como dije fue modelo en su juventud. Años antes de que yo naciera dejo su carrera de modelo para dedicarse a la actuación, ahora es una actriz muy reconocida. Es hija de un banquero italiano y una artista inglesa. Es conocida como una sex simbol italiana. Realmente mi madre es una mujer muy sexi y hermosa que se conserva muy bien.

Crecí viendo las revistas donde salía, viendo su belleza en las portadas de revista, los grandes titulares que la alagaban y todas las campañas donde ella salía, era espectacular ver a la grandiosa Alessia Lombardi en acción.

- Estas muy callada Chiara - dice mi madre- tienes la mirada perdida, ¿estás bien?

Aubrey que estaba en su iPad la deja de lado y centra su atención en mí y habla.

- Estas bien sorella- dice ella en un tono cauteloso.

- Estoy bien, solo estoy analizando el panorama de mi vida- les sonrió y Sabrina comienza a reír, mi hermana es muy risueña.

El único rasgo que tenemos en común, mis hermanas y yo con nuestra madre son los ojos. Que son de color verde, su cabello es café oscuro. Mis hermanas y yo tenemos el cabello rubio oscuro. Aubrey tiene la piel como porcelana con rasgos delicados y Sabrina parece una muñequita, con las mejillas siempre sonrosadas. Mi madre es de figura esbelta. Y eso también es otra cosa que tenemos es común con ella. es una mujer muy elegante que se conserva muy bien.

Cuando cumplí los dieciocho años me mudé para París, Francia. Vivía en Roma, pero mi sueño era vivir en París. Mi madre tiempo después, también se mudó para estar cerca de mí, pero como viajo mucho casi ni nos vemos.

TENERTE PACIENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora