capitulo 19

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Pase toda la mañana durmiendo, descansado de mi viaje

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Pase toda la mañana durmiendo, descansado de mi viaje. Mi padre me mando a buscar para ir a almorzar a su restaurante favorito. Cuando llego, él ya está esperando en una mesa al fondo del restaurante, mientras toma una copa de vino. Me saluda con un fuerte abrazo y un beso en la frente.

Pedimos de comer y él empieza hablar de las renovaciones que le están haciendo a su casa en Londres y lo escucho atenta.

- Espero que Elena este disfrutando sus vacaciones – dice mi padre, cambiando de tema.

- Yo también lo espero, trabaja mucho – le contesto dándole un sorbo a mi copa.

- Tu madre me comento, que ya no va a vivir más contigo – dice dejando de comer- que tu prácticamente le ordenaste que se fuera a Londres hacer una vida.

- Elena ha dejado pasar los mejores años de su vida, para estar al pendiente de mi – le contesto.

- Es verdad lo que dices- murmura moviendo la cabeza- Elena se merece el cielo. Cuando renuncié le tenemos que dar una muy buena indemnización. Pensé que iba a renunciar en tu adolescencia. Aguanto todos tus caprichos, todos tus desplantes, groserías y ella estuve ahí para ti, ese carácter que tenías no era nada bonito. Y La aprecio mucho, ella es de la familia.

Mi padre recordándome lo mala que fui con Elena hace unos años y todos los desplantes que le hice. Me porte muy mal con ella, todos los arranques de rabia que me daban los descargaba con ella. Estaba siempre a mi lado y yo de mal humor. La paraba gritando y cuando me alteraba más de la cuenta la pobre ahí, y se ganaba unos buenos gritos de mi parte.

A los dieciséis, todo me fastidiaba. Gran parte, por lo que pasaba en casa de mi madre. Y lo incomoda que me sentía en el mundo, tenía esa actitud de odiar a todos a mi alrededor. Pero la que salía mal parada, siempre era Elena.

- Gracias por recordarme lo bruja que fui con ella - le sonrió y comienza a reír - Ella es de nuestra familia, es como una hermana mayor o una tía muy querida. Hasta se ganó el título de madre, la quiero mucho y estoy muy agradecida con ella.

- Elena ha dejado pasar muchas cosas, los mejores años de la vida que son los veinte como dice tu madre. – es verdad, la pobre Elena ya necesitaba un respiro.

- También es tiempo de que yo haga mis cosas- le digo- no soy una inútil, yo se defenderme, ya no soy una niña, soy una mujer hecha y derecha que sabe que es lo bueno y lo malo.

- Es bueno que quieras hacer las cosas por tu cuenta- es bueno que él lo entienda- ¿La mandaste a buscar novio? – dice interesado, mirándome fijamente.

- Si, pero no a ti- le digo negando- Conozco esa mirada, yo sé que Elena te llama la atención, pero te conozco y eso no va a pasar. Déjala que busque a alguien más joven.

TENERTE PACIENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora