[結婚パーティー]

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Estando ya todos dentro del salón de eventos, el primer baile nupcial dio inicio. Aizawa y Yumiko comenzaron a bailar, los presentes, a excepción de la familia Harada, presenciaban con maravilla la escena de baile de los recién casados.

-Aquí inicia todo. -Le comentó el azabache a la pelirroja mientras tomándola por la cintura la acerco mas a el.- 

-No te emociones con esto. -la joven lo miró con ojos de furia.-

-Créeme, realmente me emociona. -dio una mirada junto con una sonrisa picara en la que se veían sus no muy buenas intenciones por parte del azabache.- 

La canción seguía y los esposos seguían con su baile, mientras Aizawa permanecía con esa mirada picara en su rostro y Yumiko estaba con una mirada retadora, con ira. La melodía estaba llegando a su final, pocos segundos quedaban para que finalizara. 

-Te dije que esto lo disfrutaría. -diciendo estas palabras,  Aizawa tomo con ambas manos la cintura de la menor y la besó. -

El publico enloqueció, los amigos y estudiantes del mayor gritaban de emoción ante el beso que de ser solamente un beso de labios contra labios, la chica sintió algo húmedo interviniendo. Sus ojos se abrieron de sorpresa y confusión, y sin poder evitarlo, lagrimas corrieron por sus pecosas mejillas. 

Al separarse, el hombre de tez pálida notó la reacción de su esposa, la tomó de la mano y la acercó a su padre para el baile de padre e hija. El ahora suegro de Aizawa, tomo el lugar del mismo y llevo de vuelta a la pista de baile a su hija. La música volvió a empezar.  Un baile lento, donde la sonrisa de la chica no era falsa, amaba tener este baile.

Mientras Atsushi apreciaba a su hermosa hija que estaba entre sus brazos, no pudo evitar llorar al saber que ella, esa persona que alguna vez fue su niña, no lo seria mas, a partir de ese momento ella se convirtió en una mujer, de la manera mas cruel y dolorosa que el alguna vez pudo haber pensado. 

-Papá, estas llorando. -la joven tomó la mejilla de su padre, parecía que olvidaba todo lo que pasaba a su alrededor. Al parecer, su mente, ante lo tranquila que se encontraba, bloqueo lo que mas le preocupaba en estos duros momentos.-

-Es porque te ves muy hermosa, mi princesa.-tomó esa mano con la que su hija sostenía su mejilla y la besó. No estaba seguro si ella fingía o a que se debía, pero le gustaba sentirse en un buen momento.- 

Comenzaron a bailar como esas noches cuando Yumiko llegaba de su trabajo y su padre para relajarla, ponía música y comenzaban a bailar en esa pequeña sala en la que la chica pasó su vida desde su nacimiento. Bailaban como si nadie estuviera presente, dando vueltas alrededor de la pista del baile, cargándola en ocasiones, sintiéndose los reyes del mundo, estuvieron así hasta que la música acabo. La chica se paralizo recordando todo, mirando a su padre con dolor dentro de ella, sin pensarlo mas, abrazo a su padre, este rápidamente correspondió y volvieron a sus lugares. Atsushi devolvió la mano de su hija a la de Aizawa. Estos fueron hasta su lugar para seguir con la comida, los padres de Yumiko estaban en una mesa aparte no muy lejana a los recién casados. 

Los meseros llevaron el platillo de entrada a todos los invitados, los cuales comenzaron a comer casi de inmediato. Todos comían y reían, menos Yumiko.

-¿Porque no comes? -pregunto el azabache al oido de su esposa.- 

-No tengo hambre. -respondió fría.-

-Debes comer, es malo para tu cuerpo el no comer bien, puedes debilitarte. -Le sugirió.-

-¡Ahora te importa como me siento, ¿verdad?! -Dio un golpe a la mesa con ambas manos captando la atención de todo el publico. Un silencio se hizo presente.-

-Yumiko, tranquilízate. Todo el mundo te esta viendo. -tomo una de las manos de la chica.- 

El publico comenzó a murmurar. La chica miró desafiante al mayor, dentro de ella solo quería llorar, pero no quería seguir mostrándose débil ante el. Así que tomando uno de los cubiertos comenzó a comer, poco a poco los murmuros comenzaron a disminuir. El tiempo para la comida dio por terminada. Pronto volvió  a comenzar el tiempo de baile, muchas parejas se levantaron al baile, a excepción de los novios, ya que Aizawa no le pedía salir a la pista ya que conocía la respuesta de la chica.

-¿Porque no vas a bailar con algún familiar tuyo? Sabes que yo no accederé. -Comentó la pelirroja recargada en su silla con los brazos cruzados.-

-Los familiares que vinieron son solo varones con sus esposas, claramente no invitare a bailar a la esposa de algún primo. -contestó seco el azabache, era costumbre que no mostrara muchos sentimientos, pero realmente le hacia ilusión bailar con su ahora esposa.

-¿Y tu madre? No creo que se niegue. 

-Mis padres no vinieron, no los invite. -dijo a la par que se arreglaba las mangas de su camisa.-

-¿Por...

Antes que la chica pudiera terminar de decir su oración el mayor se levanto y casi obligando la "invitó" a bailar, la chica accedió por pena. Ambos estaban en la pista, la canción era lenta, estaban separados a una buena distancia a comparación de las demás parejas que se encontraban en la pista. Por ejemplo, esa chica castaña bailando junto al rubio, se veía que el chico no era muy apacible por el gesto en su rostro pero aun así permitía que la chica se recargara en su hombro mientras bailaban.  La chica comenzó a sentirse aun mas rara, un sentimiento de querer huir se empezaba a apoderar de ella, su semblante decayó aun mas, el azabache lo noto. 

-¿Deseas irte? -pregunto mientras levantaba su rostro por la barbilla.-

-No podemos irnos, somos los novios. -no queria irse, no con el.-

-Es casi media noche, según lo rentamos, esto durara una hora mas. Ademas, es costumbre que los novios se vayan antes. -el azabache la miraba a los ojos.-

-Esta bien, vayámonos. Quiero descansar. -La chica tenia presente que en algún momento debía irse con el, así que simplemente accedió.- Solo quiero despedirme de mis padres.

-Tus padres se fueron. -al decir esto la chica se detuvo.- 

-¿Estas mintiendo? Dime que estas mintiendo. -la mirada de la chica reflejaba tristeza, desesperación, confusión. La chica no espero a que el mayor le contestara ya que corrió a buscar  sus padres por todo el salón, no encontró alguna señal de ellos.- No, ellos no pudieron dejarme sola. 

Los padres de la novia no aguantaron la situación y prefirieron irse sin avisar, porque pensaron que era la mejor opción. La situación se les hizo muy pesada y ya no aguantaban, su madre se sentía débil y su padre lloraba cada 5 minutos.

-Es hora de irnos. -dijo el azabache al oído de la pelirroja mientras la tomaba por los hombros.-

La chica estaba confundida y tan perdida que inconscientemente se dejo dirigir por el mayor, el cual la llevo a un auto. Durante el camino el azabache noto como la chica se encontraba perdida, suspiro. El auto los llevo hasta el hotel mas lujosa dentro de la cuidad. Lo noche de boda daba por comenzada. 

Toma mi mano [Aizawa Shouta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora