Apostando amor

Venganza

Emilio

Me encontraba platicando con mis amigos, hasta que fuimos interrumpidos por la fastidiosa de Marian.

-Hola guapo- se acerco a mi, me dio un beso en la mejilla y se sentó a mi lado, esta chica en verdad no entiende un no por respuesta.

-Que onda hermosa- todos miramos a Ronney que no quitaba la mirada de la chica sentada a mi lado.

Justo antes de que alguien pudiera hablar llego Marco con una sonrisa burlona en la cara -primer día y ya están hablando de ti y de lo loca que estás- hablo mientras dirigía su mirada hacia Marian y nos mostró la pantalla de su celular, donde se veía un vídeo editado de ella, donde salía gritando como loca con la cara roja, ojos negros y cuernos de diablo, en realidad era gracioso y todos comenzamos a reír menos la chica, que estaba más molesta que antes.

-Todo por culpa del marica ese- todos nos quedamos callados después de su comentario tan fuera de lugar, la incomodidad se sentía en el aire.

-Deberías vengarte de él- Rebeca rompió el silencio mientras veía a su amiga con una sonrisa maliciosa pintada en su rostro.

-Pero ¿cómo?, parece que nada le afecta, ¿recuerdan la vez que le tire todo el jugo de mi almuerzo encima, él solo se limpio y me agradeció porque según él ya tenía mucho calor y eso lo refresco, además toda la escuela lo ama porque es el protagonista de todas las obras que se han presentado en la escuela y según todos lo hace maravilloso, no se que sucede con la gente de esta escuela- su tono era de fastidio.

-Que tal romperle el corazón- Ronney lo dijo en un tono de voz que me dio miedo, todos volteamos a verlo confundidos.

-Bueno creo que están exagerando, pensé que Rebeca decía de broma lo de vengarse de Joaquín, digo en realidad el chico no te hizo nada con la intensión de lastimarte o algo, él solo tuvo un accidente, sabes que es un poco distraído y no se fijo que estabas ahí cuando giro sobre sus pies con la pintura en las manos, en todo caso tu no debiste estar tan cerca de alguien que te está dando la espalda y no sabe que tan cerca estas de él como para chocar contigo y ensuciar tu ropa- Diego hablo seguro y yo lo agradecí internamente, en realidad Joaquín era un chico indiferente para mí, en cierta parte le tenía algo de envidia porque el podía cantar, bailar, actuar y hacer todo lo que quisiera porque era libre de hacerlo y yo no, pero Marian estaba exagerando.

-Diego cállate, ¿eres mi amigo o el de Joaquín?- pregunto enfadada Marian.

-En realidad de ninguno de los dos, soy amigo de Emilio y por eso convivo contigo- dijo orgulloso mi amigo provocando una risa de mi parte.

-Bueno pues Emilio me apoya así que tú también y te callas- Diego rodó los ojos y antes de que pudiera responder algo la chica continuo -entonces Ronney, ¿como le romperíamos el corazón?, en todos los años de preparatoria solo le conocimos un novio que no iba en esta escuela, de ahí en fuera siempre rechaza a todos los chicos y chicas que le insinúan algo, ¿como romperle el corazón a alguien que parece no se puede o quiere enamorar?-

-Pues- suspiro mientras se giraba para verme a mi -Emilio enamora a cualquiera, tú sabes de eso, ¿no?, él podría hacerlo- Ronney intensifico su mirada hacia mí con una sonrisa burlona en la cara, ahora todos me miraban y yo solo empece a negar con la cabeza.

-No, a mi no me metan en eso, ni siquiera estoy de acuerdo en que te quieras vengar de alguien que solo es torpe cuando camina, ¿porque haría eso?- negué con mi cabeza una vez más.

-Te da miedo porque sabes que eres irresistible para todos menos para alguien como Joaquín, él no caería tan fácil solo por tus rizos- Marco lo dijo en un tono burlón que me molesto, yo se el atractivo que tengo y siempre que eh querido conquistar a alguien lo logro, pero solo coqueteo con personas para pasarla bien, nunca para enamorarme ni que se enamoren, eso es pura basura, el amor de pareja es una ilusión que la gente se crea para hacer menos miserable sus vidas, yo no necesito de eso. 

-Supongamos que acepto, ¿yo que gano?- después de un rato siendo atacado por mis amigos molestando con que aceptara, a excepción de Diego que al ver que no desistirían de su idea decidió irse a otro lado, no sin antes decirme que más me valía no aceptar, me sentía cansado de sus argumentos de porque no lograría enamorar a Joaquín, pues ni que fuera tan difícil, movieron algo en mi orgullo y no pensé bien las consecuencias que aceptar el reto me traerían, lo estaba convirtiendo en una apuesta y tal vez eso no estaba bien, pero no pensaba en eso, no por ahora.