Enamorado

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Emilio

Desde el día que salimos por primera vez no hemos parado de hablar, en la escuela cada oportunidad que tengo me acerco a hablarle y en las noches los mensajes no paran de llegar hasta que uno de los dos se queda dormido, pude irme acerando poco a poco a Joaco, en verdad es un chico increíble, es muy buena onda y no se que pasa pero cuando estoy con él, es como si el tiempo se fuera volando, a veces me gustaría poder manejar el tiempo y hacer que los días sean más largos para poder pasar más tiempo con él. 

Es impresionante lo fácil que resulta todo con Joaquín, pero no me refiero a que se deje conquistar, sino a lo sencillo que es pasar el tiempo con él, nunca había conocido a una persona tan auténtica, tan seguro de sí mismo y de lo que es, irradia luz propia en cada lugar al que entra, es inevitable que la gente lo mire por lo lindo que es y la paz que transmite con su mirada tan profunda es de las cosas que más me gustan de él, no sé que me esta pasando con este chico pero me gusta y estar con él es una de las mejores apestas que he hecho en mi vida, espero no arrepentirme después, igual estoy consciente que esto es temporal, al final del año tendré que romper su noble corazón.

Así continuamos saliendo alrededor de casi un mes en el que salimos casi todos los días y en la escuela estábamos siempre juntos, a veces podíamos estar solos, pero había días en los que nos la pasábamos con sus amigos, estar en esos momentos me hacía sentir bien, sus amigos eran muy buena onda y se veía lo mucho que querían a Joaco, lo tratan muy bien y podías ver que eran su amistad es de verdad. 

Yo me aleje algo de mis amigos, pero bueno ellos no me reclamaban porque sabían la razón, la mayoría del tiempo podía verlos a lo lejos mirándonos, como vigilando cada paso que daba con mi bonito, me sentía incómodo cuando me percataba de ello, así que solo lo ignoraba. Sólo Diego se mantenía a mi lado, incluso recuerdo que me enfrentó un día después de que me vio cerca de mi chico, se acerco a preguntarme si era por la apuesta y cuando se lo confirme se enojo mucho, estuvo una semana sin hablarme, pero después termino entendiendo mi situación y como buen amigo me apoyo, me dijo que terminaría mal y que seguramente me enamoraría de Joaco porque se veía que es un chico asombroso, pero yo no lo tome nada enserio.

Diego y yo nos acoplamos muy bien con los amigos de Joaco así que los días de escuela se hicieron mejores desde que a mi vida llego ese niño lleno de alegría y amor, su presencia me hace bien, no sé explicarlo y estoy llegando a un punto en el que no me interesa encontrar un porque y solo dejarme llevar, desde que dejo que mi corazón maneje las cosas con Joaquín las cosas han ido mejor, cada vez somos más cercanos y siento que estoy logrando mi objetivo, o al menos estoy más cerca de lograrlo.  

Las primeras veces que salimos yo hacía todo por la apuesta, lo trataba bien solo para que se enamorara de mi y después pudiera romperle el corazón, no pensaba mucho en lo que se estaba despertando dentro de mi, tenía muy clara una cosa desde la primera vez que salimos y me la repetía todos los días "no te enamores de la apuesta", estaba jugando con fuego y seguramente saldría quemado, pero no podía echarme para atrás ya había aceptado y puesto en marcha mi plan, no contaba con lo que pasaría a partir de ahora.

En cada salida yo tomaba varias fotos y vídeos, mi motivo de hacerlo era mandarle la prueba a mis amigos al grupo que creamos de la apuesta de Joaco, pero solo les mandaba una foto, con el tiempo olvidaba mandárselas porque se había vuelto costumbre para mi capturar los momentos que vivía junto a mi bonito para guardarlos solo para mí, a pesar de ser momentos tan comunes como salir al cine, junto a él se convertían en aventuras increíbles. Lo que más me gustaba retratar era a Joaco, sus caras cuando comía, sonreía o estaba distraído viendo algo o en su celular, es que es demasiado guapo, muy bonito para ser real, alto ¿yo dije eso? ¿qué pedo conmigo?

 Lo que más me gustaba retratar era a Joaco, sus caras cuando comía, sonreía o estaba distraído viendo algo o en su celular, es que es demasiado guapo, muy bonito para ser real, alto ¿yo dije eso? ¿qué pedo conmigo?

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Con el tiempo que pasaba con Joaco mi frase fue desapareciendo, fue como si la apuesta se borrara de mi mente, ahora salía con él porque lo disfrutaba, me gustaba estar con él y la manera en la que me miraba, lo que me hacía sentir, había algo en ...

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Con el tiempo que pasaba con Joaco mi frase fue desapareciendo, fue como si la apuesta se borrara de mi mente, ahora salía con él porque lo disfrutaba, me gustaba estar con él y la manera en la que me miraba, lo que me hacía sentir, había algo en ese pequeño chico de cara bonita que me hacía confiar en él, abrirme como no lo había hecho antes, cada latido de mi corazón comenzó a gritarme su nombre, en mis sueños lo veía a él y cada que dirigía mi mirada a sus labios solo una cosa cruzaba por mi cabeza, besarlo.

Un día mientras lo escuchaba cantar mientras hacíamos tarea en la biblioteca de la escuela me di cuenta de una cosa muy importante, mientras fijaba la vista en el chico lindo que tenía a mi lado, su carita de concentración en su libreta, sus pestañas tan largas, sus labios de un tono rosado perfecto, sus cortos chinos brillando con el reflejo del sol entrando por la ventana, lo mucho que mi corazón se acelera con solo verlo, pensar que tiene la risa más hermosa de todas, quisiera poder tomar su mano y darle un beso que exprese todo lo que estoy sintiendo en este momento, entonces lo supe, perdí, no cumplí con lo que me dije por casi un mes todos los días, me había enamorado de la apuesta y ahora no quería perderlo, ya hablaría con mis amigos el día de la fiesta de disfraces sobre mis sentimientos hacía Joaco y seguro ellos entenderían, o eso pensé, no sabía lo que vendría, no pensé que fuera a pasar la peor noche de mi vida. 

Emilio se dio cuenta que estaba enamorado de Joaquín, el chico de cintura pequeña también lo estaba, ambos sentían que habían encontrado a su persona, se sentían bien juntos, poco a poco el amor fue despertando en el corazón de cada uno y con el tiempo solo se hacía más grande, se dieron cuenta que encajaban a la perfección, eran tan distintos pero tan iguales a la vez, era como si hubieran nacido hechos a la medida para estar juntos, se sentían felices de haberse encontrado, pero uno de ellos olvido que las cosas que mal empiezan, mal terminan, su motivo para acercarse no era bueno, sin embargo el miedo a perder a alguien que significaba tanto en su vida lo cegó, llevándolo a mentir, a ocultar información importante que debieron haber hablado desde que se dio cuenta de sus sentimientos por el pequeño de pestañas largas, sin darse cuenta que eso solo crearía una herida más grande, sus intenciones ahora eran buenas, sin embargo sus acciones no lo eran, eso le costaría más de lo que pudo pensar. 

Apostando amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora