Pesadilla

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Joaquín

Después de cambiar varias veces de canal, por fin Diego dejó una película que estaban pasando en ese momento, creo que era diario de una pasión, no recuerdo mucho ya que me quede dormido, no fue mucho tiempo ya que cerré mis ojos y mi mente me jugo una mala pasada causando que mi descanso fuera corto, o nulo más bien.

Estaba tirado en el piso, me encontraba entre varios arboles, era noche y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, de entre los árboles aparecía Ronney mirándome con deseo, yo intentaba correr pero mi cuerpo no me respondía, era como si no fuera mío y por lo tanto no pudiera manejarlo, no logre hacer nada, de pronto el chico se abalanzo sobre mi depositando besos bruscos por mi cuello, quería gritar pero no salía nada de mi boca, hasta que lo vi a él, era Emilio, estaba parado enfrente de nosotros, sin ninguna expresión en su rostro, solo tenía la mirada fija en mi.

-Emi, amor ayúdame, por favor, no dejes que me haga daño- comencé a llorar, había sentido alivio al verlo, pero ese alivio desapareció de mi cuando en su rostro apareció una sonrisa burlona.

-¿Emi?AYÚDAME- Emilio comenzó a reírse de mi, solo hacía eso, estar ahí parado viendo todo mientras se reía, su amigo comenzó a reír también, sus manos empezaron a recorrer mi cuerpo y yo empece a sentir que me faltaba el aire, todo dentro de mi comenzó a doler y empece a gritar de dolor.

-Joaco, despierta, es un sueño, estas bien, estas a salvo- abrí los ojos de golpe, estaba empapado en sudor y Diego me sostenía de los hombros tratando de contenerme, al percatarme de sus manos sobre mi piel, me sobresalte y lo aparte bruscamente, tapándome con las cobijas hasta el cuello, él me miro asustado pero supongo entendió mi situación y se quedo parado en la orilla de la cama.

-Tranquilo Joaco, ya no estas solo, nadie podrá dañarte- lo mire directo a los ojos sin expresión alguna, solo asentí con la cabeza y se escucho el sonido de la puerta, Diego abrió y mi mamá apareció con un rostro que reflejaba lo asustada que se encontraba en estos momentos.

Se acerco a mi y cuando trato de tocar mi cabello yo aparte mi cabeza, es enserio que no quiero que nadie me toque, nadie, ni siquiera mi propia madre, soy asqueroso, estoy sucio, no quiero sentir las manos de nadie sobre mi, no lo soporto, ese acto hace que mi mamá mire asustada a Diego, quién suspira y comienza a explicarle todo lo que paso, en ese momento es como si mis oídos se hubieran apagado, no escucho nada, solo veo como mi mamá sufre un cambio de emociones repentino conforme el chico que me ha acompañado todo el tiempo cuenta las cosas, pasa de la tristeza al enojo en cuestión de segundos.

El doctor le dio instrucciones a mi mamá de los cuidados que iba a requerir ya que tenía una lesión un poco grave en la costilla, después de eso nos dijo que ya podíamos irnos, así que en lo que mi mamá fue a pagar trate de vestirme pero me costaba trabajo porque me dolía mucho el costado de mi cuerpo cada vez que me agachaba e intentaba subir mi pantalón, Diego se acerco para ayudarme pero yo me aleje en cuanto aproximo sus manos hacia mi, él me miro como suplicándome dejarlo ayudarme, era tan fuerte el dolor que sentía que no tuve otra opción, apreté los ojos con fuerza mientras él me ayudaba a terminar de vestirme, sentí que en cualquier momento las lágrimas saldrían de mi ojos así que contuve la respiración hasta que se alejo, solté todo el aire que mantenía en mis pulmones tosiendo, eso fue doloroso, me queje y una enfermera se apareció por los gritos tan fuertes que di, me auxilio, me dio una pastilla para el dolor y nos fuimos a mi casa.

Escuche a Diego pedirle a mamá quedarse a dormir en la sala por si llegaba a necesitarlo, ella acepto gustosa y le agradeció mucho, lo ayudo a preparar el sillón donde dormiría y me ayudo a subir a mi habitación, o eso intento pero en cuanto me tomo del brazo yo lo retire, ella me miro con tristeza y me dejo subir solo, mientras caminaba detrás de mi, supongo por si me caía ayudarme a levantarme, por suerte no fue necesario, logre subir por completo, llegué mi habitación, cerré con seguro y me tire en mi cama, cerré los ojos para tratar de descansar un poco, pero en cuanto lo hice sus caricias aparecieron en mi cuerpo y la risa de Emilio resonaba en mi cabeza, así que me levante lo más rápido que pude sin importarme el dolor que eso me causo, entré directamente al baño, me coloque debajo de la regadera y deje que el agua fría me empapara por completo, me deje caer en el piso y me abrace a mis piernas, sin hacer fuerza para no lastimarme más. Fije mi mirada en el piso y me quedé ahí sin poder llorar, sin poder gritar, no podía sentir pero tampoco podía olvidar y cada recuerdo me hacía pensar que estaba asqueroso.

Pasaron los minutos, no me quería mover pero reaccione de pronto, me puse de pie con cuidado, retire poco a poco mi ropa tratando de moverme muy brusco para no lastimarme más, tarde mucho en hacerlo porque me dolía demasiado, además la ropa mojada se pegaba en mi cuerpo lo que lo volvía más difícil, pero finalmente lo logre, lance la ropa a algún lado del baño, tome mi zacate, le coloque jabón y talle cada parte de mi cuerpo con tanta fuerza que unas partes empezaron a sangrar ya que por la constante y fuerte fricción del objeto en mi mano logre quitar pequeños pedazos de mi capa de piel, así que ardía pero el dolor físico ya se me hacía irrelevante, dure unas cuantas horas bajo el agua lastimando mi piel tratando de limpiarla, salí de la regadera, me envolví en una toalla y camine directo hacia mi clóset, me puse ropa interior y una playera que me queda muy grande, me senté en mi cama y mire mi celular, iba a encenderlo pero sabía que tendría llamadas de él y no estoy listo para enfrentarlo, pero tampoco puedo dormir, entre mi desesperación por hacer algo y mantener mi mente ocupada decidí prender la tele para ver algo en ella, al final termine viendo una película que estaban pasando, era de miedo y nunca fui fan de ese tipo de películas, pero en estos momentos que mi interior murió ya ni los fantasmas o monstruos espantosos que salen en la pantalla tienen efecto en mí, así paso toda la noche al terminar una película iba de canal en canal buscando la forma de distraerme, tratando de apagar mi mente y mis recuerdos. 

Apostando amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora