One Shots Jarchie, Beronica y otros más.

One shot 18: Mi autor Favorito

Parte 1/?

Digamos que en Riverdale había de todo, excelentes estudiantes, personas amables, graciosas y hermosas y luego estaba Jughead, que era la combinación perfecta de todo lo anterior fusionado con su encanto. Él era un estudiante de segundo año, era miembro fundador del azul y oro siendo el principal periodista, tenía una facilidad con las palabras, tanto escritas como dichas. A veces le encantaba molestar a sus amigos con eso utilizando el sarcasmo como su mejor recurso y también adoraba ayudarlos cuando lo necesitaban, era un arma de doble filo su talento. Esa mañana estaba sentado terminando de redactar un ensayo que quería adelantar pero no tenía ideas, por primera vez no supo que escribir ¿Cómo escribiría sobre algo que no había sentido? Amor, es decir había sentido amor hacia sus amigos pero era otro tipo de cariño, nunca lo había sentido por otra persona, por su pareja. Nunca se había podido dar ese lujo porque a pesar de lo maravilloso que era, parecía no bastarle a las demás personas.

—Amor...-susurró mientras pensaba en como sus a migos lo describían, esa sensación que te inundaba de nervios, ese sentimiento que te hacía sentir en el cielo, ese vacío que se llenaba al estar con esa persona- Espera, espera un momento; eso suena a alguien probando drogas. Demonios ¿Así se sentía? ¿Cómo estar drogado? Agh, pero que inútil te volvía entonces-pensaba mientras movía sin cesar su pluma de arriba a abajo.

­­­—¿De nuevo pensando en el ensayo de filosofía?—preguntó Verónica sentandose sobre su mesa.

—¿Cómo lo supiste? ¿Me veo tan concentrado?

—No, en realidad vi tu cara de menso frustrado.

—Auch, que buena forma de describir mi situación.

—No eres el único que sabe hablar bien.

Ambos rieron pero Jughead seguía con esa duda rondando en su mente ¿Qué se sentía en realidad? No tuvo más tiempo para pensarlo pues su maestra de matemáticas llego—Lamento mucho la demora, me estaban informando sobre un nuevo alumno-hablo hacia si clase mientras todos tomaban asiento y guardaban silencio—Adelante joven Andrews-se dirigió hacia quien estaba fuera del salón quién tímidamente abrió la puerta cerrándola tras de sí. Era un chico alto, pelirojo, con pequeñas pecas del mismo color y sus ojos eran cáfes y aunque usará anteojos se podían ver sus pequeñas matices color ambar destellando, sin duda alguien muy atractivo.

—¿Podría presentarse al resto de la clase, dinos de dónde vienes?

—Eh, claro. Si, no hay problema—se notaba nervioso pero había alguien sentado en la segunda fila que lo veía atentamente curioso—Mi... mi nombre es Archiebald Andrews pero todos en mi anterior escuela me llamaban Archie, vengo de Greendale y recién me mude hace una semana, no conozco muy bien el pueblo pero... pero creo que es un buen cambio.

—Muy bien, vaya, Greendale nuestro vecino, conozco a un par de estudiantes de esa escuela. Una escuela curiosa sin lugar a dudas. Te lo agradezco Archie, toma asiento y bienvenido. Abran sus libros en la página 137. Ese chico captó la atención de todo el salón pero sobre todo del escritor. Paso toda la clase contemplándolo y su amiga lo noto.

—Pues parece que el nuevo es más interesante que las ecuaciones ¿No?

—Sin duda alguna.

—¿Le vas a hablar?

—Sería un tonto si no lo hiciera.

—Si, sin duda por que si no lo haces tú te aseguro que al menos medio salón lo va a hacer ¿Ya notaste como lo está viendo Reggie? Tenía razón, Reggie no dejaba de verlo, estaba casi pero no, no iba a dejar que eso se quedará así.