Capitulo 20. Piel de gallina.

2.7K 265 44
                                    



Lalisa M.

Veo como Jungkook aprieta los labios al notar el silencio incomdo qué hay en la mesa. Evitó la mirada de Rose pues lo único que he hecho desde que llegue aquí es intentar plantear las ideas en mi mente, no me siento lista para hablar con ella aún. La señora Park nos había recibido con una sonrisa mientras preparaba la cena, ahora teníamos cada uno un palto de bimbap al frente y se veía de maravilla.

La señora Park notó nuestro silencio y aclaró su garganta.

— ¿Y tú estudias, cariño? — Pregunta a Jennie que sale de sus pensamientos para fijar su mirada en ella.

— Em... Así es, ajhumma. — Asiente nerviosa y me siento mal porque está mintiendo — Estoy en cuarto curso para ser abogada.

Todos asienten poco convencidos pero la señora Park lo ignora y asiente con una cálida sonrisa.

— Eso es perfecto, cariño.

El silencio incómodo vuelve a nosotros y lo único que se escucha de fondo es la radio de la señora Park, de vez en cuando suenan algunas baladas o canciones en inglés, pero la señal es mala así que el ruido comienza a ser fastidioso.

Comienza a hablar un interlocutor al que no le presto nada de atención, estoy demasiado perdida en mis pensamientos pero los demás parecen muy ocupados intentando decifrar lo que dice.

— Las vías están cerradas — Dice Jennie llamando mi atención.

— ¿Que?

— Lo acaba de decir la radio. Debido a las ventiscas, varios árboles cayeron y las vías se cerraron. — Me explica la señora Park y suelto mis palillos.

— Pero que surte tenemos — Farfulla Jungkook.

Mis planes de llegar a casa y darme una larga ducha con agua caliente se van al caño. Todos miramos a la señora Park en busca de que ella nos de algún tipo de solución.

— Pueden quedarse aquí si eso es lo que quieren. Hay sacos de dormir y pueden descansar aquí en la sala, no es lo más tentador pero por lo menos no tendrán que buscar un hotel, no creo que haya uno a kilómetros a la redonda. — Se encoge de hombros y todos asentimos.

Cuando terminamos de almorzar, cada uno hace una fila para lavar su plato. Cuando es el turno de Jennie, se le ocurre la maravillosa idea de ensuciar a Jungkook con la espuma. El toma otra esponja y hace lo mismo, ensucian la cocina y mojan el suelo.

— ¡Basta ambos! — Grita intentando separarlos.

— Dios mío — Tomó mi cabeza entre mis manos y suspiró.

Estar aquí con ellos, en la noche, con la posibilidad de que intenten asesinarse, es como un suicidio.

La señora Park los regaña y Ryujin estalla en carcajadas. Jungkook y Jennie se miran mal y tomó a Jungkook por un brazo.

— Kook, basta. — Le pido en un susurro. No quiero parecer autoritaria, pero Jungkook y Jennie me sacan de mis casillas.

— Lo siento — Frunce los labios y niego.

— Está bien. Iré a tomar aire, sola. — Indicó soltando el brazo de Jungkook y salgo de allí con la mirada de todos puesta sobre mi.

Salgo al gran jardín de la señora Park. Hay algunas macetas con plantas de menta o orégano sembradas, también hay flores. Recuerdo que de pequeña cuando Jungkook, Rose y yo veníamos, jugábamos toda la tarde el mismo juego, en miles de rondas. Nos escondíamos y la persona que contaba debía perseguirnos por todo el jardín. Eran buenos tiempos, esos en donde a pesar de los problemas estábamos unidos.

Me siento sobre una banca y miró el agua de él pequeño estanque qué hay allí moviéndose por el viento. Eso hasta que el crujido de una rama me hace girar, y cuando lo hago, mis tres amigos caen sobre el agua con lodo. Algunas gotas me salpican y bufo.

Jennie culpa a Jungkook, Jungkook culpa a Jennie y Rose les pide que no peleen.

— ¿Que hacen aquí? — Pregunto. Jungkook y Jennie se separan mientras se sueltan miradas matadoras el uno al otro.

Rosé se encoge de hombros.

— Yo vine para evitar que hagan tonterías. — Se defiende.

— Yo vine porque Jennie venía — Dice esta vez Jungkook.

— ¡Quería ver si Lisa estaba bien! — Es lo que dice en su defensa y los tres salen del agua, empapados y sucios.

— Dios, yo no pedí esto — Miró hacía el suelo y los tres se quedan en silencio.

(...🌪...)

Cuando los tres se han quitado la suciedad con una ducha helada, la señora Park prepara la cena. Todos cenamos en el jardín, donde estamos más amplios. Sobre una manta roja, están los alimentos que todos tomamos libremente. Ryujin se despide cuando a terminado y entonces todos nosotros nos quedamos en silencio.

— Hace una bonita noche — Murmura Rose rompiendo el hielo.

Jungkook ríe un poco y Jennie lo fulmina.

— ¿Y tú de qué te ríes, inútil? — exclama ella un poco enojada. No se porque le molesta tanto la presencia de mi mejor amigo si él no le está haciendo nada.

—  ¿Y porque debería de importarte? — Vuelve a responder el.

— Basta los dos. — Los detengo.

— Deberíamos ir a dormir ya. Es un poco tarde y parece que va a caer una tormenta. — Advierte Rose señalando las nubes negras que impedían que viéramos las estrellas y la luna.

— Si, creo que Rose tiene razón. — Asiento y me levanto.

En la sala hemos acomodado la bolsa de dormir. Será una noche un poco incomoda porque al ser una sola bolsa familiar, la debemos compartir y eso no va a ser una experiencia grata.
Estoy en la mitad de Jennie y Jungkook. Rosé está en una punta y nos da la espalda.

— Buenas noches, Lisa. — Jungkook se despide de mí para luego cerrar sus ojos.

Todos parecen quedarse dormidos en poco tiempo. Me remuevo un poco incomoda con la situación y miró hacia el techo. Por alguna razón no puedo dormir. Pasan y pasan los minutos y la situación no mejora. Las gotas de lluvia golpean el techo y el viento que choca con las ventanas gastadas hace un sonido extraño.

Me levanto sigilosamente y miró por la ventana el pueblo a oscuras. Aquí el gobierno no quiere invertir dinero, así que no tienen luces en las calles que tampoco están pavimentadas. El Aston Martin en el que hemos venido choca con todo el paisaje y la lluvia salpica contra la pintura blanca y brillante.

Siento unas manos rodearme por la cintura y pego un respingo hasta que bajo la mirada y me encuentro con la pintura de uñas negra y los anillos de Jennie.

— ¿No puedes dormir? — Murmura en mi oído y mi piel se pone de gallina.

(...🌪...)

¿Como no desearte? {Jenlisa} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora