El resto del día pasó bastante rápido.
Katya ni siquiera se dio cuenta cuando ya era hora de la primera práctica de porristas en el año, lo que ponía nerviosa por aquel abrupto descanso de cualquier tipo de deporte que tuvo que darse durante su estadía en Rusia. De todas formas intentó despejar su mente para no autosabotearse el día (fallando en repetidas ocasiones), dejando que Pearl hable más de la cuenta sobre el chico que le estaba coqueteando. El lugar no había cambiado mucho: colores pasteles y blancos en el suelo y paredes, butacas y colgadores de madera en un estado claramente desgastado y los típicos cubículos de ducha. Puso sus cosas en el banco que supuso que estaba reservado para las perras (que técnicamente ya no eran un trío, porque se había añadido Adore) y ya instalada pudo sacar el uniforme doblado de sus cosas, recordando cómo sus dos amigas se lo habían regalado en el aeropuerto.
Sentir esa tela se sentía como casa. Como real casa. Como Estados Unidos.
Lamentablemente verse con aquella falda tan corta y top tan apretado no fue la misma experiencia que tuvo a los quince años con Violet cuando habían entrado por primera vez al equipo. Ahora se veía como... bueno. Como una chica edgy disfrazada para Haloween. Para seguir con aquella fantasía y así completar el look, comenzó a ordenar su cabello en una coleta alta.
- Lo estás haciendo mal. Como siempre. -Se burló la capitana del equipo. Le pidió a Katya que se sentara y, ágilmente (además de dolorosamente), pudo ordenar su cabello en el típico peinado de porrista. Sólo faltaba el gran listón.
Giró su vista hacia el espejo una vez Violet terminó, jurando viajar al pasado. No sabía si la sensación le gustaba mucho. Vio que sus labios rojos combinaban con su uniforme, que sus ojos cargados hacían que se pareciera la perra de las típicas novelas americanas y que dos cosas que habían crecido desde ese entonces hacían que el top se viera mucho más lleno. En resumen, se veía muy bonita.
- Te voy a preguntar algo que con Pearl estábamos hablando. -Dijo directamente su amiga, rompiendo su hilo de pensamiento.
- Sabes que me puedes pedir cualquier cosa ¿Es el labial, las sombras, mis zapatos, mi-
- ¿Estás bien? ¿Funcionó la rehabilitación?
Violet prácticamente no tenía sentimientos: ser la capitana del equipo de porristas y tener buenas calificaciones le habían convertido la diosa del colegio. Se acostaba con quien quisiera, disfrutaba de que las chicas del equipo le trataran con un enorme respeto (sabían que si daban un paso en falso la perra del colegio de seguro les castigaría) y adoraba que los profesores constantemente alabaran su inteligencia académica cuando realmente copiaba en gran parte de sus exámenes. El colegio se dividía en tres tipos de personas: quienes le odiaban, los que querían ser como ella y el poco círculo que le quería. Dentro de todo no tenía muchos amigos, sólo gozaba escuchar a los demás decir chismes y después expandirlos por el colegio. Adoraba el drama.
Sin embargo, Con Pearl y Katya siempre había sido distinto, en cualquier aspecto que se analice. No importaba qué cosas le contaran, ella mantenía sus labios sellados hasta que sus mejores amigas permitieran hablar del asunto en público. Siempre decía la verdad, nunca dejaba de defenderles y sabía lo que necesitaban antes de expresarlo. Katya siempre se preguntó por qué les había escogido como sus únicas verdaderas amigas, y en ese minuto lo agradecía profundamente. Sin importar la distancia, las confesiones, la poca comunicación, su periodo alejada de la realidad...
- Estoy bien -respondió incómoda, llevando su mirada a cualquier lado menos a los ojos de Violet.
- Sabes que puedes confiar en mí. -insistió.- No me digas estoy bien como si fuera tan fácil de engañar como esas rusas hipócritas.
Sólo quedaban pocas personas dentro del camarín, las demás ya estaban esperando a la gran capitana en el gimnasio. La rubia sintió un nudo en la garganta.
- No quiero hablar de eso ahora.
- Vamos, necesito respuestas ¿Cómo empezaste?
Katya comenzaba a hartarse, por lo que giró los ojos y respondió de forma alta y seca.
- Porque mi ex me la vendía y después no pude parar ¿Podemos salir de aquí, por favor?
Entre las personas que arreglaban su maquillaje, Trixie repasaba su delineador, sorprendida por la dura voz de la chica. Se descubrió preocupada por su compañera de laboratorio, preguntándose qué cosas habría pasado en en el país extranjero. Katya miró a su alrededor, encontrándole entre las demás, pero tampoco le puso demasiada atención: era obvio que había escuchado, pero aún no era alguien tan relevante en su vida como para comenzar el discurso de eso era mi antigua vida, en Estados Unidos quiero comenzar una nueva que tanto había practicado en el avión.
Notó como Trix, frente al espejo en salida del camarín, arregló pequeños detalles de su coleta alta y después se fue. Una vez que volvió la cabeza hacia Violet, notó que eran las únicas en el lugar.
- ¿Y esa heterocuriosa no te preguntó nada desde la fiesta? -preguntó la azabache tan pronto como se fue.
-No. Es una lástima. -respondió, y luego se levantó de donde estaba sentada- Ahora vamos al gimnasio antes que digan que soy irresponsable y que tú eres incompetente. La idea es que aún no se deben dar cuenta. -y después, soltó una pequeña sonrisa.
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método científico ; trixya a.u.
Fanficobjetivo del experimento: demostrar, a través del método científico, que trixie mattel no es heterosexual.