Solsticio de invierno

capitulo 27 Cambiar

Yui se encontraba sentada en el jardín de la mansión, el día estaba a punto de terminar, pronto empezaría haber más movimiento en la casa, muchas cosas pasaban por su cabeza, como su origen, lo que había pasado con el padre de los Sakamakis, su aparente compromiso con Subaru y como este había cambiando, sin dejar de pensar en el plan de Kanato, comenzó a recordar detalladamente las instrucciones  del pelilila, se sintió abrumada, ya que si eran descubiertos en el intento, podría ser fatal, eso la tensó más o sería más fácil dejar que las cosas pasaran como tenían que pasar, la libertad  era algo que parecía inalcanzable, si ellos lograran escapar, al final serían perseguidos, Yui imagino a Kanato enfrentando a esos tipos, podía sentir pánico de pensar que ellos podrían matarlo. La joven suspiró, si ella aceptara de buena gana, ese tonto matrimonio, convertirse en vampira y procrear el legado que Karl Heinz quería.

La mirada de Kanato en sus ojos, se había colado en sus recuerdos, ella definitivamente no podría estar con alguien más  y aun que sintiera un aprecio por el menor de los Sakamakis, no podría amarlo, eso sería lo mismo que estar muerta en vida. Tenia que tener un poco de fe en escapar, recordó  que al final de cuentas la muerte era su plan B en caso que el plan A no funcionara cuando quería escapar de los Sakamakis, aún que nunca se imagino llevarse a alguien más junto con ella,  si no salía nada bien, realmente ella no tenía nada que perder, no tenía familia, amigos, su vida había sido robada, lo único que tenía, era a Kanato Sakamaki y al parecer el único que le daría su ayuda.

- Tks.... que haces aquí...

La chica salió de su ensoñación, un par de ojos rojizos la intentaban leer.

- Subaru...
- Ya casi no puedo cruzar palabra alguna contigo, por que tu perro guardián salta  al acecho, me sorprende que no esté aquí,  montando un espectáculo.
- No hables así de él.
- Pero es la verdad y tu sabes muy bien, que es inestable, aún que... debo admitir que no recordaba verlo, más cuerdo de un tiempo acá.
- A que te refieres.
- Siempre hablando solo con ese siniestro peluche, si eres observadora te darias cuenta, pero tampoco me fiaría que un día sus ataques de histeria regresen y que te maltrate.

Yui quedó pensativa respecto a lo que decía Subaru, era verdad ... Kanato ya no hablaba tanto con Teddy, incluso a pesar de la situación  el se había mantenido a su modo , sereno, había planeado algo para escapar, a pesar de estar peleando siempre que podía con Subaru, no le había hecho escenas de celos que trataran en lo ridículo y menos la había intentado lastimar, beber sangre, era punto y aparte, no era seguido pero si pasaba, pero para ella aceptar que era muchas veces doloroso y a la vez placentero, era a un muy incómodo para ella, en verdad él estaba haciendo un gran esfuerzo y debía ser muy duro para él intentar cambiar.

- Sabia que no te habías dado cuenta.
- Quizás sea mejor que me marche.
- Yui aún no te vayas.
- Hee
- ¿Que sientes por él? Dime la verdad, yo te revele mis sentimientos, no me retracto de ellos - El albino miró al piso con el rostro completamente rojo.
- Yo...

Yui se quedó en silencio, no podía negarlo, menos ocultarlo, a un que la lógica no existiera, recordó uno a uno los momentos felices a lado de él, los sentimientos que se colaban en ella, cuando él  la besaba, cuando su voz de terciopelo la llamaba, sus abrazos, su mirada, su sonrisa...esta vez las palabras fluyeron por si solas y no tuvo miedo en admitir sus sentimientos.

- Yo amo a Kanato....

Yui miro a Subaru a los ojos, las palabras de la rubia perforaron el corazón del albino, pero lo entendía su hermano mayor le había robado a la chica, aún que la chica nunca fue suya, muy a pesar de él  mismo tendría que aceptarlo, suspiró para después hablar.

- Yui... con respeto a las locuras de ese sujeto, hablaré con él, no te preocupes por  el supuesto compromiso, Kanato  debería ser el elegido, si tu lo amas y él  a ti, debería estar bien que estén juntos, al final de cuentas también Kanato es su hijo.
-¿ Harías eso ?
- No tengo una buena relación con él,  al igual que los demás, pero no me interesa un compromiso así.
- ¿Y por qué lo aceptaste?
- Por idiota... fui egoísta.. lo lamento.
- No te preocupes... ahora estamos bien