Solsticio de invierno

Capitulo 21 Pasado

Horas atrás...

Kanato:

Yui se había quedado dormida, como una dulce muñeca de porcelana, pero no podía estar tranquilo, sabiendo que mis hermanos podían arruinarlo todo, quisiera poder llevarla a un mundo donde solo estuviéramos ella y yo.

Me levanté de la cama, esta noche no podría dormir. Me dirigi a la ventana a contemplar la oscuridad de la noche.

La volvi a mirar, no tenía dudas sobre lo que sentía por ella, sonreí de pensar como se había  colado en mi vida, la verdad es que nunca había tenido algo tan verdadero y real.  Pero..... aún temia que ella pudiera irse, aún me cuestionaba que pasaría si ella, se alejara de mi,  mi garganta estaba seca, ardía, pero tenía que contenerme, eso me desesperaba en sobremanera, mi cuerpo anciaba la dulce sangre de Yui....

De pronto una presencia se hizo presente en la habitación y para mi mala fortuna  era Rayto, quien estaba recargado en la pared, sonriendo con burla, maldita escoria , quisiera arrancarle a golpes esa sonrisa de su patético rostro.

- Que romántico...querido hermanito, cuidando el sueño de tu amada.
- ¿Que quieres Rayto?
- Yo venía a ver a Bitch chan, no me caería mal un poco de sangre.
- Aléjate de ella.... maldito bastardo.
- Shu dijo que ella es para todos...
- Lo que dijo ese miserable me tiene sin cuidado.
- Querido hermanito te pego fuerte el amor jajajaja
- Te lo pediré amablemente ....lárgate Rayto.....
- Por que Kanato.... que vez en ella, que la hace especial, es tan simple, no tiene encantos físicos más que un simpatico rostro y una deliciosa  sangre por cierto.
- Lo que yo veo en ella es mi problema.
- Kanato... espero y ya le adviértas, que tienes extraños fetiche en la cama... jajajajaj pobre Bitch chan ... no la maltrates tanto.

Eso que había insinuado  el invesil de Rayto me había molestado en sobremanera, solo por que Yui estaba dormida, no lo mataba.

- Te onfedi, querido hermanito.
- Lárgate...
- No entiendo que vio Yui en ti al igual que esa mujer o no "Ruiseñor"

Que Rayto me dijera ese sobrenombre, me lleno de molestias, ya que esa mujer solía llamarme así, cuando era un niño, cuando se aprovechaba de mi para ser su diversión.

- Kanato no eres especial para nada y aún sigo pensando, por que a ti te toco la mejor parte de ella.
- La mejor parte ...dices y de ella, no sabes nada.
- Siempre tan mimado y sobre protegido.
- Cállate Rayto, tu no sabes.
- No hermano tu eres el que no sabe, mientras a ti te daban ese amor maternal...a mi....me enseño otro tipo de amor.

Se hizo un silencio  incomodo, la mirada de Rayto de burla, cambio a una seria y fría.

- Maternal dices, Cordelia tenía todo menos ser madre.
- Ruiseñor no seas modesto, Ayato y yo nos llevamos la peor parte.
- No voy a ventilar contigo mis traumas de la niñez. Dices que soy un inestable, infantil, histérico...mírate vienes aquí a escupirme si Cordelia me trataba mejor que a ustedes, que patético eres Rayto, me das lástima.

Rayto comenzó a reírse y eso me molestaba.

- Como quiera, al final de cuentas los tres le hicimos pagar a la zorra...
- Aun que tu fuiste el que le puso punto final a lo que empezó Ayato.
- Si tienes razón,  pero como buen Ave de rapiña que eres, terminaste con la escena del crimen.

Apreté mis puños, no quería recordar todo aquello que había pasado, no ahora que tenía a Yui a mi lado.

- Bueno hermanito, te dejo por cierto debería beber sangre, tus ojos se ven muy mal, ahí tienes a Yui, luego de beber su sangre, podrías hacerle otras cosas jajajjajaj

Rayto se había marchado por fin, mi cuerpo comenzó a dejar de estar tenso por la situación, me dirigi de nuevo a la ventana, estaba molesto, alguna vez cuando éramos niños, los tres fuimos unidos, Ayato, Rayto y yo, compartimos el mismo vientre, al mismo moustro  de madre, poco a poco nos fuimos alejando, nunca presté atención  a los maltratos que los demás habían recibido, jamás hablamos de ello, mire a Yui, sería capaz algún día de confesarle, que participe en el homicidio  de mi madre, ella pensaría que soy un monstruo  y me temeria seguramente, a pesar de todo lo malo que era Cordelia, muy en el fondo me arrepentía de lo que había sucedido, era mi madre al final de cuentas, nunca me amo, pero yo a ella ...alguna vez la ame.

- Estupido Rayto.

Lo maldeci, entonces me percaté que Yui intentaba despertarse, pero al final volvió a dormir, me dirigi a la cama, acaricie su rostro, me daba paz tenerla conmigo aún que sabia que no la merecía.

Por fin había conseguido dormir un poco, cuando sentí que Yui se estaba estremecido, como si tuviera una pesadilla, intentaba despertarla, entonces gritó y abrió lo ojos, tenía la mirada perdida, hasta que concentro sus ojos en los míos. Ella me abrazó fuertemente, tenía miedo, hacía que acaricie su cabeza lentamente, para que se tranquilizará y susurre a su oído.

- Aquí estoy Yui....