Solsticio de invierno

Capitulo 41 Tercera Confesión : Cordelia

Yui intentaba lavar los platos,  mientras en su cabeza rondaba las palabras de Kanato, le era difícil  intentar procesar que él pelilila hubiera cometido un crimen junto a sus hermanos, en contra de quien fuera su madre.

Leer a Kanato ahora era mucho más fácil que antes, el vampiro después de aquello que había dicho, no había pronunciado palabra alguna, ella sabía que lo mejor era no preguntar, dejar que el hablara, si eso le hacía sentir mejor.

La rubia comenzó a secar los platos y acomodarlos, pronto sintió una presencia detrás suyo, lo cual le hizo pegar un brinco del susto....

- kyaaaaa !!!!!!!!!

- Que ruidosa...

- Me has asustado....

- No había hecho nada... pero supongo que ahora me temes más... o me equivoco, quizás piensas, en donde demonios me he metido, al involucrarme con el histérico de los Sakamakis.

- Yo no he dicho  nada....

- ¿Pero quizás lo estás pensando?

- Claro que no..

- No mientas Yui... sabes que lo que más odio son las mentiras...

- Yo no .....

- Por que no lo preguntas Yui,  solo debes enunciarlo así.... por que Kanato, tu y tus hermanos, mataron a su madre, te he dicho algo que es grave y te pones a preparar la cena, lavas los trastes y los secas con tanta calma, Yui estas aquí con un vampiro, que es un asesino, que bebe de ti y se acuesta contigo...enserio, creo que tienes problemas mentales...pero al menos pregunta algo y no te quedes en silencio...maldita sea !!!!!!

Yui se había quedado en blanco, todo lo que Kanato decía, era verdad y eso le dolía, lo más sensato de su parte seria huir... pero a pesar del pasado de él, ahora ella conocía a otro, que de cierta manera le había traído la libertad, había tantas cosas buenas que tenía con él.... que  no podía temerle ahora.

- Se que es muy grave lo que has hecho, pero yo no te temo... en estos momentos no me has dado un motivo para hacerlo....

- ¿Deberás?... es que lo dudo mucho.

- Ese es tu gran problema...siempre dudas, dudas de ti y dudas de mi.

- Por que no hay lógica.

- Y  nunca la existira, por que piensas tanto, deja de hacerlo, eso te tortura.

Kanato se había quedado en silencio, desvió la mirada para concentrarse en la pared y comenzó a hablar.

- Cordelia....

...Mi madre era un mujer sumamente hermosa, de las tres esposas era la más bella, tenía los ojos esmeraldas como los de Ayato y Rayto, su pelo era del mismo color del mío, su personalidad era imponente y a la vez peligrosa como un felino, nunca fue una madre amorosa, por que ella nunca quiso ser madre, enjendrarnos fue una obligación impuesta, para no ser desplazada por la segunda esposa de  nuestro padre y seguir gozando de privilegios. Creo que amaba de una manera muy enferma a mi padre, lo odiaba con todo su ser y le amaba al mismo tiempo. Quizás por eso le engañaba con otros, moría de celos al  no ser la única, moría de rabia por haber sido engañada, enamorada de él, manipulada, pero cuando Karl Heinz  le llamaba, se volvía otra, esos eran los días buenos.

Y es por eso, que aquella es la escusas más barata, para poder decirte .... que mi forma de amar, raya en lo enfermo, por que es verdad. Cuando era pequeño, recuerdo seguirla para poder recibir su atención, cuando eso ocurría, mi vida se iluminaba, cuando sus ojos esmeraldas me miraban, y con aquella voz catarina me llamaba, Kanato mi pequeño ruiseñor, así me decía, yo era su pequeño canario, su payaso de medio tiempo que le entretenía, cuando cantaba para ella, para deleitar su oído......muchas veces hasta que mi garganta doliera , sobre todo.....