Capitulo 38 Historias y Paz

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Los días habían pasado, Yui se había adaptado a su nueva vida a lado de Kanato.

Yui todas las mañanas se despertaba más temprano, preparaba el desayuno, Kanato poco poco se comenzó a acostumbrar al horario de los humanos, ya no dormía hasta tarde, era fácil en este lugar ya que por el invierno el día duraba poco y la noche era más larga.

A veces salían a pasear, todo era muy tranquilo, Yui no se percataba, pero más de una vez se habían topado con algún vampiro, Kanato podía olerlos, algunos parecían personas ordinarias realizando labores comunes, pero era una fachada, gracias a la posima de Stella, ellos podían camuflajear su aroma y eso había sido de gran utilidad, ya que no llamaban la atención sobre todo Yui.

En uno de esos paseos, Yui se detuvo en una pequeña florería, la cual era atendida por una mujer de origen japonés, con la cual Yui pudo intercambiar palabras, la mujer tenía más de sesenta años, la rubia se sentía muy bien de poder hablar con alguien, Kanato era el que dominaba el idioma de aquel lugar, así que él le traducía todo, pero poder tener una conversación con alguien más y por su propia cuenta le hacía feliz.

Al día siguiente la pareja volvió a pasar por la florería , la chica vio como se colocaba un letrero " Se solicita Ayudante" ese le llamó la atención a la rubia.

A Kanato no le agradaba eso, Yui quería trabajar un par de horas con aquella mujer, para distraerse, al principio el pelilila se había molestado tanto, por que le aterraba la idea de no estar con ella, pero poco a poco fue cambiando de opinión, el quería ver feliz a Yui y si trabajar  con esa anciana le hacía feliz, lo permitiría.

Kanato llevo a Yui a las 10 a.m. y regresaria por ella a las 4 p.m. La rubia tenía un poco de conocimiento de flores ya que ayudaba de cuando en vez a Subaru con el cuidado del jardín de rosas que alguna vez fue de su madre.

Mientras Yui se dedicaba la florería, Kanato rondo por el vecindario y justamente un lugar  llamó su atención.

Una galería de arte, era pequeña y rústica, el ingreso al lugar, había una pequeña exposición, el tema era ... " Vampiros y humanos".

Kanato contuvo la risa, pero tenía que admitir que las obras eran buenas, el color, la textura, el diseño, los temas trataban de situaciones comunes, entre un vampiro y un humano, como tomar una taza de café juntos, siguió su recorrido en la galería y pudo ver, otros diseños de otras temáticas, incluso una sección a bosquejos de diseño de ropa, el lugar era interesante. Pero fue interrumpido por una voz.

- Vaya... un visitante y uno muy interesante.

La mirada de Kanato se dirigió al hombre que estaba recargado sobre el marco de la puerta que conectaba al interior del lugar, el sujeto, poseía una piel nivea como la de Kanato, su cabello castaño caía alborotado sobre sus hombros, sus ojos eran ámbar, las facciones de aquel tipo eran las de alguien de unos más de treinta años, tenía una barba en forma de candado lo que le hacía ver un poco más mayor, Kanato pudo percibirlo, quien le hablaba era un vampiro.

- Disculpa no me he presentado, mi nombre Erin, soy el dueño de esta galería, supongo que vienes por el anuncio de las clases....

Kanato se quedó en silencio procesando lo que el sujeto le había dicho, estaba apunto de contestar cuando el castaño volvió a hablar.

- O será que vienes por el anuncio de ayudante en mi taller...

- No...ni siquiera me habia percatado sobre ello.

- Vaya.... perdona..pero como te llamas, es curioso que un vampiro venga aquí.

- Mi nombre...es Rem

Solsticio de inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora