Sinopsis_

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Aquí vamos... entrar a clases otra vez y que mas encima caiga día lunes por la chucha, las vacaciones se me hacieron mas cortas que lo que te demorai comiendo una frugelle po me parece una completa falta de respeto esta huea ¡una justicia! Pero que le vamos a hacer, a ponerle empeño para  empezar el año.

Me fui del tema, sorry es que agarré vuelo; ahora sí, me encuentro en el paradero esperando a que el viejo de la micro no se olvide que existimos personas en este sector ya que siempre me hace lo mismo de dejarme botá aquí. No es culpa mía que mi papá se haya venido a vivir a la cresta del mundo, el único amigo que puedo hacer son mis audífonos y el celular los que justo ahora estoy sacando para esperar a que llegue.
Cuando recién me empece a ir en micro me sentía super acosada y mas cuando me tocaba ir de pie, gente desubicá que no le sede el asiento a tal hermosura que está cansada, pero ahora ya me da lo mismo choco a todos con el lonchero y que me vengan a decir algo porque palabras me sobran para pelear.

Como ya es costumbre me dispuse a ignorar a todo ser viviente que se acercara a mi o a pedir mi asiento; haciendome la dormida pero mis ojos se dirigieron como moscas a la entrada de la micro viendo a alguien jamas antes visto en este mundo tan horrible, un pedazo de manjarsh ufff digno del meme, toda una obra maestra, hasta ganas de preguntarle: ¿oye guapo a que hora sales por el pan? Me dieron po hueón, ya se me encendió el modo psicópata o más bien el modo  "no le quites los ojos de encima hueona o te lo van a quitar" ay si estaba digno de encerrarlo en una cajita de regalo para mi solita así como me lo recetó el doctor.

Bienvenidos a conocer la historia de como conocí al wachito rico de la micro, cabrxs.

Hueona, me fleché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora