-Por que me trajiste para acá? -pregunto evitando mirarme mientras que yo me apoyaba en la pared para no caerme, y el se sentaba en el borde de la cama.
-Creo que ya dejaste clarito que estabai ocupá -bufo molesto.
Ah claro, ahora tengo que soportar su ataque de celos.
-Deja de comportarte como cabro chico, querí? -se me había pasado un poco el mareo- Queriai hablar? bueno, ahora vamos a hablar. ¿Por que le pegaste al hueon de recién? se supone que cuando terminas con alguien es porque no quieres saber mas de esa persona? y mucho menos cuidarla pegándole al hueon que la estaba toqueteando.
No respondió en unos cinco minutos y aproveché para cambiar de posición, porque me estaba haciendo mierda el hombro.
-Hubiera hecho lo mismo por cualquier otra persona... sin excepción, no te pasí rollos -respondió seco sin mirarme.
Más fácil es hablar con la Camila hueon! pero si quiere jugar a ser asi, entonces juguemos...
-Ah ya entiendo, pero sabí que? no tení que preocuparte más por mi... ya tengo a alguien que me cuide -mentí llena de rabia, pero intentando sonar convincente y espere su reacción.
Apretó los labios y las manos las hizo puños, frunció el ceño con enojo, y posó sus ojos en mi y camino acortando el espacio entre ambos. Su mano se posiciono a un costado de mi cabeza y la otra en mi cintura agarrando con fuerza para acercarme a su cuerpo.
Su boca no tardo en atacar la mía y aunque una parte de mi no quería, me separe bruscamente tambaleándome en el intento y obteniendo una expresión confundida por su parte.
una igual le queda lo mínimo de decencia po hueon. Si dejaba que me besara ahora no hablaríamos.
-No volvai a hacer eso.
-Lo siento, cierto que tienes pololo ahora...-gruñó, y quise reírme en su cara porque se creyó algo tan estúpido.
-Disculpa, estai celoso? -me crucé de brazos y sonreí divertida.
Corrección* hervía en celos, y no lo estaba ocultando, se te está cayendo la mentira de a poco, cariño.
Se limitó a apretar los labios igual que antes y esquivo mi mirada volviendo a su lugar en el borde la cama.
-Me vai a decir de que querai hablar o no? -pregunte presionándolo e intentando ganar una respuesta- mi amiga esta celebrando su cumpleaños allá afuera y no me pienso quedar como estúpida aquí esperando a que te dignes a hablar de algo que debiste de haber hecho antes.
-No te estoy reteniendo, tu me trajiste aqui... -siguió creyendose indiferente.
Pero si el dijo que quería hablar! La paciencia me llegó al límite y me acerque a él para que me viera de frente y a los ojos.
-Mira hueon, si tu dejas que yo cruce esa puerta... -la señale- de verdad me vas a perder, no estaré como hueona esperándote toda la vida arrastrándome a algo que no lleva a nada. Sí hueon, me importas y te quiero demasiado por eso me va a doler mas que la cresta... Pero si salgo por ahí, pasaré página y le daré la oportunidad de enamorarme y quererme a alguien más, alguien que no sea igual de cobarde que tú.
Con el corazón a punto de hacerse añicos y lista para robarle un confort a mi mejora solo para encerrarme a llorar en una pieza por dejarlo ir, me gire y tome el pomo de la puerta dispuesta a abrirla.
Sentí el ruido de sus pasos rápidos. Su cuerpo pegándose al mío. Sus brazos alrededor de mi cintura y su cabeza en mi hombro. Me detuve.
-Por favor no... no te vayas, no quiero perderte -pidió y no supe si me estremecí por el tono de su voz que estaba cargado de sentimiento o por lo que quería decir.
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Hueona, me fleché.
HumorAh pero si es como si lo hubieran creado los mismisimos dioses griegos, bendita esa cama en donde hicieron a tal pedazo de arte, esta pero uuuuffff pa' chuparse los dedos así todo bien cosa linda; cosa hermosa, cosa bien hecha dijo el don Ramón. Así...