Hueona, me fleché.

Deja tocarte hueona.

-¿¡Me estai huebiando!? SON PERFECTOS JUNTOS! -gritó mi mejora, dejando mis oídos sensibles.

Cuando llegue a la casa me tope con la sorpresa de que me estaba esperando para terminar una tarea que nos había dado la profe de procesos. Así que ahora aproveche y le estaba contando lo que paso en la tarde con el Javier.

-Shhhh no grites que si mi mamá escucha es capaz de meterse a copuchar con nosotras y me va a llegar el reto del año por no contarle a ella primero.

He de admitir  que mi mamá es la vieja copuchenta de la Pobla... y que yo sali igual.

-Espera... vamos a calmarnos... -respiro hondo y siguió hablando- ¿pero como vienes y le muestras la raja así como así? Hueona, tenias la media diablita escondida.

-Te juro que no me di cuenta cuando me agache, estaba preocupada que no se me cayera el teléfono. Cabra chica hueona, todo es su culpa.

Igual fue un día la raja... no como la de él pero lo fue. Emily debes aprender a comportarte hueon.

-Si oh! -gritó riendose- di la verdad rosa, desde que lo viste queriai mostrarle todo.

Pa que te digo que no si sí.

Todavía ni siquiera le cuento lo del Rodrigo, igual fome que bajo cualquier motivo me intento bajonear. Creo que eternamente voy a agradecerle al Javier.

-¿Sofía? -le pregunté, haciendo como que no quería la cosa.

-¿Mmmm? -estaba mirando algo en insta por lo que no despegó la vista de ahí.

-Me encontré con el Rodrigo... -me miró por cinco segundos y volvió a ver hueas en su celular.

-Nunca me cayó bien ese hueon, lo soportaba por que te quiero a ti nomas... -soltó de la nada, después que crei que no respondería.

Igual ya lo sabía, siempre que salíamos los tres la Sofía anda con care poto todo el rato y medio se iba el Rodrigo volvía a estar normal. Es que con tan antipático ser quien chucha iba a querer convivir con él.

-Lo sé, pero ese no es el tema.

-¿Que más paso?- preguntó, dejando de lado el celular y mirándome.

-Eeeeem... empezó a dar jugo diciendo que era imposible que lo olvidara tan luego y hueas...  -me interrumpió.

-¿Vei? Siempre dejando la pura cagá el hueon, ya sigue contando.

-Y le dije que el... javiereramipololo -dije rápido y me rei mas nerviosa que la chucha.

¿Por que me daba tantos nervios/ansiedad esto?

-¿Que huea dijiste? Osea si escuche... igual entiendo que lo hayas hecho porque el hinchapelotas no paraba de huebiar, como siempre -dijo poniendo los ojos blancos.

-Y lo iba a arreglar porque el Javier no decía nada y juraba que había metido la pata... -esperaba atenta a que siguiera- ¡pero después me agarro la mano, ¡Hueona yo casi me mie! Escucharlo decir: "soy su pololo ahora"... fue una forma distinta de hacer que mi corazón sufriera un infarto.

Mi amiga abrió los ojos lo mas que pudo y se tapo la boca.

-Pasame un cojín, porfa... -me pidió aun con la mano en la boca. Se lo pasé y se puso a gritar como loca en él.

-Conchetumare amiga, ¿como tanta suerte junta? Deja tocarte hueona para ver si se me pega -me empezó a toquetear y yo me retorci de la risa.

Hueon lo malo es que soy demasiado cosquillosa.

-Hueona ya para! me voy a mear... -le dije tomando su mano para que parara la huea.