CAPÍTULO 2
«Diablos, llegaba tarde»
Bien Annie, eres un sol y muy impuntual. Caray, que sol y que sol, ni el mismísimo y dichoso astro de luz tuvo la decencia de retrasarse.
Mire alrededor en el aeropuerto buscando a una sola persona.
¿A dónde rayos tenía que ir? Ni siquiera tuvo la molestia de decirme a donde nos dirigíamos...
Y en ese instante lo vi acercándose. Iba con ropa de salir y... ¡ay joder!, qué mal había cometido para experimentar semejante tortura. Parecía un Dios, quizás Apolo o Ares o podría compararlo con un Christian Grey con ojos claro. Ya, ya, debía parar esos pensamientos, era Jareb, mi amor platónico y prohibido que jamás olvidaría.
—¿Lista? —preguntó al llegar a donde estaba, asentí, sin decir ni una palabra. ¿Qué hacía para ponerme tan idiota?
—Tierra llamando a Annie, Tierra llamado a Annie —dijo moviendo sus manos alrededor. Lo mire confundida
—¿Qué pasa? —pregunté arrastrando la maleta mientras esperábamos nuestro llamado. Negó y observó una de las compuertas de embarque, estaba molesto, sabía interpretar su gesto cuando lo estaba, pero, ¿qué había hecho?
—No sé qué sucede contigo Ann, pero no eres la amiga que conozco —expresó con tristeza. ¡Qué carajos! De que me había perdido en la vida de mi mejor amigo.
«Que no te has perdido», me dije.
Enfrascada en mi mundo olvide el de los demás. ¡Vaya, no era la única con problemas estrellados!
Un silencio incómodo se estableció entre nosotros, sin más preguntas ni comentarios. ¿Desde cuándo habían cambiado tanto las cosas entre nosotros? ¿Por eso el viaje?
—¿A dónde vamos? —pregunté al notar la fila que se estaba formando. Sonrió, y allí estaba mi amigo.
—Es una sorpresa —susurró muy cerca de mi oído cortando mi respiración y activando cada uno de mis nervios. Entregó nuestros boletos y tomó mi mano. «Como me gustaría que fuese de otra manera ».
Nos sentamos en los puestos correspondientes, y nos observamos el uno al otro.
—En realidad no sé qué me sucede —contesté a su pregunta en voz muy baja, ya no era tanto por mis padres si no por mi rumbo, mi dirección. Estaba tan pérdida. «Necesitaba una brújula, encontrar mi norte o mi sur, mi dirección», pensé.
—Ven acá —dijo abriendo sus brazos haciéndome reír.
—Gracias —musite recostándome en su pecho. De pequeños solíamos ir al parque y acostarnos en el césped a ver el cielo, inmenso e infinito, llegar hasta el era un sueño como lo era Jareb.
—¿Por qué? —preguntó con el ceño fruncido, curioso por averiguar cada detalle oculto en mi interior.
—Por siempre estar cuando más te necesito—contesté cerrando los ojos.
« Grazie per avermi fatto entrare nella tua vita da pincesa », escuché a lo lejos en una lengua que no conocía. ¿Italiano?
***
Sentí unas manos acariciar mi mejilla, abrí los ojos del sueño en el que me encontraba, descubriendo la galaxia seguramente. ¡Por los mil demonios, estaba en el cielo! ¿Morí?
—No moriste tonta —habló en un perfecto español que me mataba. Pues si no lo estaba, estoy segura de que ahora sí. Jareb me observaba con una sonrisa mientras continuaba con sus caricias en mi pelo.
—Falta poco para aterrizar —dijo observando por la ventanilla la ciudad.
Sacó un pañuelo de su suéter y...
—Yo seré tu guía a partir de este momento.
«Dios bendiga mi suerte», capaz y terminaba haciendo el ridículo con los ojos vendados.
—¿Confías en mí? —preguntó atento a mi respuesta.
—Eres posiblemente la persona en la que más confío Jar—respondí con la voz entrecortada, en mí y en mis pensamientos traicioneros era que no confiaba. Me di la vuelta y dejé que cubriera mí vista, derrumbando cualquier atisbo de seguridad en mí, dejándome totalmente débil ante él.
«¿Podía seguir soportando semejante tentación?». Resistiéndome a dicho dios mitológico que me hacía delirar. ¡Vaya!, sí que estaba en un gran problema.
—Dicen que es paradisíaco, con dos lagunas azules divididas en dos, norte y sur —susurró en mi oído, estremeciendo todo mi cuerpo.
¡Mierda!
Annie respira, suelta, respira, suelta...
***
Grazie per avermi fatto entrare nella tua vita da pincesa (Gracias por dejarme entrar en tu vida princesa)
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Perdona pero me enamoré © COMPLETA ✔( EN AMAZON)
RomantikPUBLICADO EN FÍSICO Y EN DIGITAL 《Si los besos de fresas son ricos,imagínate con chocolate》 Sentimientos entrelazados guardaban en un cajón de cristal, química imparable, descontrolada en una partida sin planear, pasados cruzados, motivos desconocid...