Capítulo 24

194 37 11
                                    

CAPÍTULO 24

Después de dos semanas en aquella situación, había aprendido dos
cosas. La primera era que Xavier era una gran persona y no era para nada callado, solo había que descubrir su punto débil que no era otro que el café de su padre.
La segunda era que tenía menos vida social que yo —y eso era decir mucho—, así que después de todo ese tiempo, al fin me atreví a llamar al chico alemán, sobre todo porque en aquellas dos semanas no había vuelto a ver los ojos azules de aquel ser con cuerpo de infarto y empezaba a sospechar que probablemente me evitaba a toda costa para no seguir siendo un idiota y patán delante de mí.

«Mejor hacer como que fue un sueño etéreo », pensé mientras buscaba el
teléfono de Xavier en la agenda, puesto que a pesar de no haber regresado a la cafetería entre tanto trabajo en la empresa, no había tenido tiempos si quiera de enviarle un mensaje, sí que debía admitir que lo había grabado en cuanto lo vi. En el momento que saltó el contestador pensé en dejar un mensaje después de haber tardado tanto en llamar.

«Ni yo misma sabía que quería pero distraerme y hacer un nuevo amigo no parecía ser una mala idea »

—¡Hola Xavier! Soy Annie. Siento no haber llamado antes, pero he estado demasiado ocupada con el trabajo y me preguntaba si te gustaría ir a comer algo este sábado. Bueno, era eso... llámame.

—¿Llámame —gemí justo después de colgar—, soy idiota... lo más probable es que ni recuerde que soy la chica que iba a comprar donuts de nutella. En cuanto alcé la vista observé el montón de carpetas al frente y suspire. Lucas había traído los estados de cuenta de los últimos meses y la lista de los nuevos proyectos.

—¡Annie, Annie! —exclamó Lucas entrando con velocidad a la oficina exaltándome. —Jareb está peleando con Asthon allá afuera.

—¡Voy! —contesté apenas terminó la frase.

A mi manera corrí hasta donde estaban, al menos esas dos semanas me habían dado paz, a toda la acción que involucraba estar en la vida de Jareb, para defenderme medianamente pegué un grito para ambos.

—Joder. Este es un espacio privado y si quieren pelear váyanse a otro lugar, no quiero verlos a ninguno de los dos ni en pintura—grité furiosa exterminando con la mirada a Jareb.

«Al menos ambos me prestaron atención»

Di la vuelta dejándolos con la palabra en la boca.

—Lucas, asegúrate de que se vayan de las instalaciones, dile a Asthon que se le descontará el día y que piense la próxima vez antes de actuar dentro de la empresa.

—Annie, hoy es la fiesta de Gala en las empresas Armiston y deben asistir Nicolás, Asthon y tu—me recordó con preocupación consciente de mi actual situación con Jareb y los sucesos de hace unos segundos.

—¿Era hoy? —pregunté sintiéndome idiota por olvidarlo.

—Sí —afirmó—, supongo que Nicolás llegará más tarde, así que si te apetece salir a tomar algo, eres libre, yo me haré cargo. De todos modos él vendrá en unos momentos y también estará mañana.

—Gracias, quizás decida salir.

—Diviértete. Te vendrá bien desconectarte, pero un día de estos me dejarás llevarte a cenar —Sonreí tratando de esquivar su mirada y aproveché para dejarle algunos encargos sobre su escritorio.

—Tal vez, cuando dejes de ser mi secretario y yo tu jefa.

En ese momento escuché la risa de Lucas y acto seguido una profunda voz que nos silenciaba a ambos. Allí estaba apoyado de la pared de vidrio, vestido con aquel traje gris oscuro que le sentaba mucho mejor que el negro. Con ese semblante frío y serio, aquella mirada fija detallándome.

«Esto va a ser muy difícil de ignorar Annie... pero muy, muy difícil. Por que definitivamente ese hombre, te tiene loca »

Lucas se calló y regresó a su lugar de trabajo, otorgándome el paso para continuar a mi oficina siendo seguida por Jareb, quien había ignorado mi orden de marcharse.

—¿Qué quieres? — pregunté sin emoción.

—Yo.... no lo sé —respondió como si nada.

—Jareb —se escuchó un grito a las afuera entrando con rapidez a donde estábamos—no lo hagas —exclamó Fede acercándose, elevé la ceja curiosa por su presencia.

—¿A que están jugando? —inquirí molesta.

—Annie no puedo estar lejos de ti.

—¿Qué no debe hacer? —pregunté mirando a Fede.

Éste observó a Jareb y negó antes de salir con velocidad tal cual cómo llegó.

—Annie, no consumo drogas por lo que crees, lo hago por un motivo, uno importante, la única cosa que no sabes de mí, prefiero llevarme a la tumba este secreto antes de confesarlo y ver la mirada de decepción de la persona que amo —explicó dándose la vuelta—, hay muchas cosas que aún no conoces de mí. Eres mi mejor amiga pero quizás yo nunca fui tu mejor amigo, nunca te traté de tal forma, simplemente como un amigo. Te volviste alguien indispensable en mi vida, más de lo que una simple amiga lo hace. Me acostumbré a ti, y un día sin verte es una tortura —continuó explicando y a este punto ya tenía lágrimas en las mejillas—Annie yo... sé que cometimos muchos errores sobre todo en el viaje a Punta Cana, nunca debí dejarme llevar. Nunca debí dejar que todo fuera más allá, nunca debí aceptar la... —dijo entrecortándose en la últimas palabras

—Quizás yo también tengo la culpa de haberlo permitido—confesé en voz baja levantando la mirada.

—¿Me permites llevarte mañana en la noche a un lugar? Además mi madre piensa que ya no la volveremos a visitar —Reí ante el comentario de su madre y asentí.

—Sí, con la condición de que no vuelvas a armar un escándalo en mi empresa—exclamé sin dejar de verlo —. Y Jareb, busca ayuda —susurré al verlo dar la vuelta y a punto de salir—, una persona se destruye a si misma si así lo desea, si quieres vivir, acepta que tienes una condición y lucha, confiésale la verdad a esa persona, estoy segura que lo entenderá y sabrá ayudarte.

Perdona pero me enamoré ©   COMPLETA ✔( EN AMAZON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora