CAPÍTULO 32
Mis ojos pesaban y no lograba abrirlos. Escuché voces a mí alrededor entre ellas la de Xavier y Nicolás.
¿En dónde estaba? Me pregunté antes de sumirme nuevamente en la oscuridad.
***
Parpadeo y me cuesta adaptarme a la oscuridad del lugar, siento mi mano derecha doler y veo una aguja atravesar la vena de mi muñeca.
Levanto la mirada y me encuentro con Xavier en una posición incómoda en el sillón y en el otro a Rose.Toso y miro la mesa con un vaso de agua, intento estirarme para tomar un poco pero unas manos me lo impiden para acercármelo.
—¿Qué me pasó? —dije al terminar de pasar el agua, mi garganta lo agradecía y volví a mirar a Rose.
—Te desmayaste en el camino —susurró tomándome de la otra mano—. ¿Tú lo sabías Annie? —exclamó con preocupación
—¿Saber qué? —pregunté con curiosidad.
—Estas embarazada.
Eso no puede ser, siempre usamos protección, era ilógico que una vida estuviera creciendo dentro de mí. ¿Cómo demonios iba a ser posible que estuviera embarazada? La idea iba perforando cada vez más mi cabeza, tomando forma, instalándose de tal manera que hasta me consideraba loca.
— I-m-p-o-s-i-b-l-e —me dije en voz alta sin creerlo.
«No es imposible », comprendí después.
—No, no lo es Annie.
¿Procesar la información? Ni sabía qué diablos hacer en esos momentos.
—No me lo puedo creer... —susurré dejándome caer en la cama clínica, observé a la cama que Xavier utilizaba y llevé las manos a la cara—. ¿Qué demonios voy a hacer? —bufé no procesando la noticia.
Soy virgen toda mi vida para acostarme con mi mejor amigo, y me quedo embarazada...
«Y luego dicen que tengo suerte, ¡Un demonios! », pensé.
—¿Quién es el padre Annie? —preguntó Xavier levantándose y de algún modo supuse que sabía la respuesta, pero aun así quiso preguntarlo.
—Jareb Pryde —susurré imaginando aquel rostro y cuerpo del mismísimo Odín, que supo engatusarme hasta tenerme comiendo de su mano.
—No puedes simplemente tragarte la noticia, él tiene derecho a saberlo... Annie. Él lo tiene que saber, claro, si decides tenerlo —habló Rose acariciando mi pierna.
«Tenerlo », repetí sus palabras en mi mente.
¿Es que acaso tenía otra opción? La idea de abortar no entraba en mis planes. Nunca le arrebataría la vida a una criatura que no tiene la culpa de lo que sus padres hicieron. No es que aquel bebé venga en el mejor momento de mi vida, al contrario, venía en el menos indicado, más aún cuando no tenía relación alguna con Jareb y dado los últimos sucesos no pensaba tenerla. Jamás pasó por mi mente, terminar en esta situación, ahora debía enfrentar las consecuencias.
—No sé si sea una buena idea decírselo, no quiero ni verlo en pintura, no pienso perdonarlo, no aún... —pensé en cómo estaba la relación entre nosotros, es más, no había recibido un mensaje si quiera para saber cómo estaba luego de marcharme de la disco así como lo hice.
¿Quería mi perdón? Pues, tendría que esforzarse. Tanto no le importaba, si de verdad me quería al menos se hubiese preocupado en saber si aún seguía con vida, pero nada que ver. Jareb no me había buscado, yo tampoco lo haría.
—Eso no importa. Tienes que decírselo, ya queda de su parte su manera de actuar —respondió Rose.De pronto recuerdo que ella nunca me dijo que venía de visita, que estaba allí con el resto.
—¿Que hacías con ellos? ¿Por qué nunca me contaste? —exclamé dolida.
—Annie yo... —titubeó alejándose-, yo no podía hacerte eso. No sabía de qué forma decírtelo. Te advertí, te avisé. Tú no me hiciste caso —exclamó con la mirada acuosa.
—Si lo hiciste, pero no tuviste el valor de decirme todo en la cara —contesté con rabia.
—Perdóname... Annie, perdóname —dijo agachándose.
Me dolía verla así, ella no era la que debía recibir todas mis palabras. Ella solo había sido una marioneta más en todo esto. Cerré los ojos e intenté pensar con calma.
—Está bien Rose. Te perdono, pero no quiero estar cerca de todo esto por un buen tiempo, te perdono por que no viviré con rencor, no somos amigas, no quiero verte —respiré profundamente y continúe—. Nada será igual —dije más para mí que para ellos.
—Está bien, me parece una gran idea —susurró—, y Annie, díselo.—Está bien —admití convencida de que tarde o temprano iría a ver a Jareb—, pero no ahora... esperaré unos días hasta estar segura de lo que haré y entonces iré a decirle.
Necesitaba tiempo para analizar sus siguientes pasos, y en qué dirección los daría para hacer las cosas correctamente. Primero tendría que mentalizarme lo que significaba tener a un bebé y después tendría que enfrentar al actor de ex mejor amigo que a pesar de que ya había asumido que no volvería a verlo, tenía que hacerlo.
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Perdona pero me enamoré © COMPLETA ✔( EN AMAZON)
RomancePUBLICADO EN FÍSICO Y EN DIGITAL 《Si los besos de fresas son ricos,imagínate con chocolate》 Sentimientos entrelazados guardaban en un cajón de cristal, química imparable, descontrolada en una partida sin planear, pasados cruzados, motivos desconocid...