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Capítulo 33

CAPÍTULO 33

—No voy a terminar nunca —suspiré mientras levantaba la vista y veía como Xavier tomaba su laptop y comenzaba a redactar, debía entregar antes de finalizar la semana este documento. Nicolás lo necesitaba. No tenía tiempo —ni ganas, ni corazón—, para redactar un texto entero del inglés al español y conseguir elaborar un trabajo decente, así que básicamente lo que estaba entregando eran mis palabras con una mal traducción y Xavier revisaba por si alguna palabra diera a entender otro significado.

—Solo van unos días... estoy seguro que sabrás manejarlo mejor en los próximos meses —respondió dándome porras. Debía hacerle un monumento a este hombre, me había dejado quedarme en su casa mientras terminábamos de planificar el viaje. Le daría un giro a mi vida, no tendría que preocuparme por la empresa y comenzaría de nuevo. Xavier no se llegó a separar de mí desde que se enteró que estaba embarazada.

A estas alturas no entendía como Xavier no me había mandado literalmente a la mismísima Venus o lanzado como carne fresca a los perros carnívoros que tenía su vecina.

«Es muy tolerante », pensé.

—Este fin de semana comienzo una nueva vida-mencioné sabiendo que eso me quitaría de forma literal toda la semana y Nicolás quería que me quedara de vaga porque debía cuidarme, pero me encargue de conseguir trabajo en New York como cajera en una pequeña dulcería para empezar de cero, no iba a aceptar recibir la parte que me tocaba de las empresas Lar, tal vez luego. Finalmente me habían dado el trabajo. Ni yo me creía como lo habían hecho, teniendo en cuenta que no tenía experiencia en New York, pese a que intenté que mi nombre como hija y sucesora de las empresas Lar no tuviera relevancia no podía simplemente pasar por alto mi apellido.

—Sabes lo que opino respecto a eso —bufó dejando a un lado la computadora a un lado donde estaba redactando y supuse que había terminado con su parte para acostarse en el sofá y observarme fijamente a los ojos—. Estás asumiendo demasiado Annie y tal vez no tendrías tanto estrés y agobio si le contaras al padre de ese bebé. Es un chico de buena posición y tú también, a ese niño o niña no le faltará nada, al menos por ese lado podrías estar tranquila —insistió—, no digo que no podrás sola, sé que si puedes, pero inténtalo.

Era consciente de que tenía que enterarse, debía decírselo, es más, yo misma sabía que lo haría, solo que no encontraba el momento ideal o más bien, la confianza necesaria para hacerlo. Desde que salí del médico me había mentalizado que de algún modo Jareb se saldría con la suya, me quitaría al bebé, más aún si tenía en cuenta que él contaba con que destruyó mi autoestima, además de hacer trizas mi corazón. ¿Sería capaz de seguirme haciendo daño o dejaría la fiesta en paz por una vez en la vida?

Días después de los acontecimientos en la disco, fui a la agencia donde trabajaban todos ellos, junto al que era abogado de mi padre y Nicolás. Deje todo claro, a ojos de ellos ya yo no era un caso de investigación, tampoco mi familia y el gran secreto que arrastraba a mi familia se iría a la tumba conmigo. Por un día entero estuve viendo la cadena pero jamás la abrí y jamás me la quitaría.

—Tengo miedo —confesé porque realmente él era quien me estaba apoyando en esta situación, quien no se ha alejado—. ¿Y si por alguna razón dice que no es el padre?, ¿Y si me lo quita? —dije revelando todo mis peores temores.

—Seria maldito si se le ocurre hacerte algo así, él no lo va a negar, él sabe que fue el único entre tus piernas. Es un idiota pero no es malo Annie, eso es lo que quiso mostrarte todo este tiempo, no creo que quiera hacer de esto un escándalo social y que acabase en todos los medios de comunicación sabiendo lo reconocida que eres por ser una Lar.

¿Qué quería decir con eso? ¿Qué Jareb no me iba a lastimar más?

—¿Qué quieres decir? —pregunté levantando una ceja.