Caminos no tomados

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Legolas observó con gran interés las sombras que se movían en el suelo del bosque. Ladeando la cabeza hacia un lado, estudió la forma bastante interesante de una a la que se estaba acercando.

Parece una lagartija ... no ... más como una araña, ¡eso es! - pensó alegremente y casi se habría reído en voz alta, algo que causó que la parte razonablemente decreciente de su mente frunciera el ceño con preocupación. Reprimiendo la risa que amenazaba con alcanzarlo, Legolas sacudió la cabeza y trató de enfocar sus ojos en su entorno que había comenzado a girar de una manera bastante inquietante. Maldito sea este calor — pensó furiosamente — ¿cómo se suponía que uno debía pensar con claridad o encontrar el camino a través de un bosque cuyos árboles insistían en cambiar de lugar?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de voces delante de él: voces humanas, y muchas de ellas, al menos doce. La repentina adrenalina hizo maravillas para despejar su cabeza, y con una mano agarró su arco, mientras frenaba al caballo con la otra. Los ojos azul plateado del príncipe elfo atravesaron sin esfuerzo la maleza, y divisó un campamento de lo que parecían ser cazadores a aproximadamente media milla por el camino que se abría paso entre los gruesos troncos de los árboles.

Legolas sacudió la cabeza y frunció el ceño confundido mientras se acercaba; parecían humanos perfectamente normales, vestidos con ropas oscuras hechas de lino, pero algo no se sentía bien en ellos. Había algo un poco extraño, como si trataran demasiado de no mirar en su dirección y se comportaran demasiado felices.

Cuando el caballo del príncipe llegó a una cercana distancia, uno de los hombres, alto, de cabello oscuro y que parecía estar al mando, levantó la cabeza y le dirigió un saludo, con una expresión de visible de sorpresa en su rostro.

"¡Buenos días, Maestro Elfo! Es raro que uno se encuentre en el camino con uno de los primogénitos en estos días. Permítame presentarme: Soy Donyc y este es mi segundo al mando, si a así lo quiere llamar: Addramyr" - dijo, señalando a un humano de cabello rubio a su lado.

Legolas estudió de cerca al humano frente a él. A pesar de que actuaba lo suficientemente amistoso, el príncipe elfo solo necesitaba mirarlo bien a los ojos para decidir que no podía soportarle.

"¡Saludos, Maestro Humano!" - respondió cortésmente - "¿Qué está haciendo un grupo de hombres aquí, tan lejos del próximo poblado?"

"Somos cazadores, buscando llenar las reservas de nuestra gente antes de que llegue el invierno" - respondió el humano de cabello oscuro demasiado rápido, dando un paso más cerca al caballo del elfo - "¿Te gustaría desmontar y unirte a nosotros en la fogata? Hace mucho tiempo que no hemos visto a alguno de tu raza, y nos gustaría escuchar una o dos historias sobre lo que está sucediendo en la Tierra Media"

El elfo de cabello dorado se estremeció ante la mera idea de instalarse junto al fuego, ¿este tonto humano realmente creía que necesitaba más calor?

Obligándose a concentrarse en la situación en cuestión, Legolas miró al hombre, tratando de encontrar cualquier signo de mentira, pero por extraño que pareciera, Donyc no estaba planeando hacerle daño. Que estaba ocultando algo era evidente, pero después de todo para el humano, él era un extraño y un elfo, ¿por qué debería contarle todo?

Además — decidió — realmente no me siento tan bien en este momento. Quizás estoy imaginando cosas.

Dejando que su mirada se posara sobre los humanos intentó por última vez determinar la razón de la inquietud que sentía, pero no había nada inusual en el campamento: Unos pocos hombres se apoyaban contra los árboles, hablando entre ellos o cuidando de sus caballos, algunos estaban reunidos alrededor del fuego sobre el cual un jabalí se asaba en un palo y eran supervisados de cerca por un joven con cabello castaño claro y ondulado que le dirigió una mirada asombrada al príncipe elfo. Otros descansaban sobre sus esteras para dormir, con las mantas parcialmente cubriendo sus cabezas.

Ojo por ojo (Libro 03)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora