Capítulo XII. ¡Aléjate!

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-Takafumi, mi amor. Despierta. ¿Cómo estás?-preguntó un preocupado Zen al no poder hacer reaccionar a su amado. Estaba asustado de ver que el peli azul estaba manchado de sangre en la parte baja de su muslo. Estaba teniendo una hemorragia, pero ¿por qué? Sabía que estando ahí, perdiendo el tiempo no serviría de nada, así que mejor decidió llamar una ambulancia.Cuando llegaron, inmediatamente atendieron a Takafumi.

-¿cuántos meses tiene de embarazo? ¿Sabe?-cuestionó un paramédico al castaño.

-¿embarazo?-preguntó confundido. ¿Acaso Yokozawa estaba embarazado y no planeaba decírselo?

-parece que no sabe. Tenemos que llevarlo al hospital urgentemente. El señor Yokozawa está sufriendo un aborto-aviso el paramédico y lo llevaron al hospital rápidamente.Kirishima también iba dentro de la ambulancia y sujetaba la mano de un inconsciente Takafumi.

-¿desde cuándo llevas embarazado? ¿No planeabas decírmelo?-hablo un dolido Kirishima, dejando salir unas pocas lágrimas.Llegaron al hospital y contactaron a los familiares de Yokozawa, diciéndoles que estaba en un estado delicado.

-¿cómo está Takafumi?-le preguntó al doctor que atendió al peli azul cuando salió del quirófano.

-no tiene de qué preocuparte. Yokozawa está en perfectas condiciones, al igual que el bebé-dijo el doctor con una leve sonrisa.Kirishima suspiró aliviado.

-¿sabe cuántos meses tiene?

-oh, sí. Tiene exactamente 1 mes y medio de embarazo.

-¿sabe cuál fue la causa?-cuestionó preocupado.

-pues... Pueden ser diversas razones. Pero la más factible, fue que haya pasado por un momento de muchísimo estrés, alguna noticia que le causó demasiado impacto, miedo o angustia-informó el doctor.

-¿todavía está en peligro de abortar?-por el momento no. Pero debe permanecer tranquilo, libre de estrés y descansar lo más que pueda; por su bien y por el de su bebé.

-muchas gracias. Me aseguraré de que siga todas las medidas necesarias-respondió con una sonrisa, aunque en realidad estaba enojado. ¿Cómo había sido posible que Takafumi le ocultara algo así?- . ¿Puedo verlo?

-sí-respondió el doctor rápidamente y ambos se dirigieron hacia la habitación del peli azul. Kirishima entró a la habitación y cerró la puerta tras de sí. Takafumi aún dormía, se veía demasiado pálido, tenía unas cansadas ojeras y su respiración era pesada.Se acomodó en una silla al lado de él y lo miro más de cerca.

-¿por qué me ocultaste algo así? ¿No confías lo suficiente en mí?-lo cuestionó dolido. Aunque, claro, este no podía responderle.

-Z-Zen...

Su respiración comenzó a hacerse más y más acelerada, además de que se quejaba demasiado. Algo estaba mal.

-¿Takafumi?-lo llamo con preocupación y trató de hacerlo reaccionar, algo prácticamente imposible, ya que estaba anestesiado.Se asusto todavía más cuando se percató de que la sabana que lo cubría se estaba manchando de sangre nuevamente.

-¡ay, Dios mío! ¡Doctor, doctor!-corrió hacia la puerta y grito para que alguien llegara. Inmediatamente llegó el doctor y le pidió amablemente a Kirishima que se retirara para poder examinar al paciente. Pasaron horas hasta que la mamá de Yokozawa llego y se llevó una muy desagradable sorpresa.

-¿qué demonios estás haciendo tú aquí?-preguntó con odio y se acercó a Kirishima con intenciones poco amables.

-¿quién es usted?-estaba confundido, preocupado, asustado. No quería que le pasara algo a Takafumi o a su hijo.

¿Amor verdadero?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora