Luego de teletransportarse a la Sala del Tesoro, lo que recibió su visión fue una luz brillante, como si todas las estrellas en el cielo se hubieran reunido.
Con un techo tan alto que uno tendría que mirar hacia arriba para saber que se encontraba ahí, había paredes tan grandes que era casi imposible de que entraran en el campo visual de una persona.La vastedad de este cuarto estaba repleta de brillantes tesoros. En el centro había joyas y oro formando una montaña que atravesaba el inmenso espacio. Era suficiente como para hacer que uno abandone la idea de querer contar que cantidad había acumulada. Enterrados entre las montañas de oro, se podían observar esparcidos ítems de la más fina artesanía.
A simple vista, había una copa forjada en oro, un cetro incrustado con varias joyas, el pelaje de una bestia que irradiaba luz plateada, tapices meticulosamente bordados con hilo de oro, una flauta hecha de un cuerno que brillaba como una perla, un abanico de siete colores, una botella de cristal, un elaborado anillo que brillaba ligeramente y una máscara, decorada de joyas blancas y negras, confeccionada con el cuero de algún animal.
Estaba de más decirlo, ésta sólo era la punta del iceberg. En esa montaña de oro había tal vez doscientos o trescientos ítems de tal nivel. Era literalmente una montaña de tesoros. Ainz oyó un suspiro de admiración de parte de sus acompañantes. Las que habían hecho ese ruido eran dos personas.
(Entonces fueron dos de tres…)
Ainz miró a las tres mujeres paradas detrás de él.
Portando un vestido blanco en lugar de llevar su armadura, Albedo observaba los alrededores con una expresión sincera de admiración en su hermoso rostro. Yuri Alfa, que le había regresado el anillo a Ainz luego de que este volviera a Nazarick, tenía la misma expresión.
Sin embargo, una persona se comportaba diferente a las otras dos. No había suspirado, y observaba a Ainz en silencio.
Aunque su cara tenía facciones delicadas, se veía como si hubiera sido confeccionada artificialmente a mano. Su cabello rojizo-dorado brillaba bajo las estrellas del techo. Su único ojo visible de color esmeralda brilló con una luz fría como si fuera una piedra preciosa. El otro ojo estaba cubierto por un parche.
Ella pertenecía a la raza Autómata, su nombre era CZ2128 Delta también conocida como Shizu.
Como sirvienta de batalla, su uniforme era similar al de Narberal y Yuri. Sin embargo, la mayor diferencia entre ellas eran los accesorios cubiertos de un patrón de camuflaje y las simpáticas pegatinas adheridas en una de las esquinas de su falda con la frase '1 yen’ escritas en ellas. La otra diferencia significativa era el arma que llevaba enfundada en la cintura como si fuera una espada.
El arma mágica, la raza Autómata, y la profesión de Shizu, ‘Artillero’, todos estos eran detalles adicionales añadidos con la expansión del juego ‘Caída de la Valquiria’.
Yuri acomodó sus lentes de bordes negros. Y como si el sentido del deber de una sirvienta no pudiera perdonar todo este desorden, preguntó:
“Ainz-sama, ¿Por qué estos tesoros se encuentras tan descuidados? Incluso con magia de protección, este no puede ser considerado un estado de preservación adecuado. Si da la orden, nosotras inmediatamente comenzaremos con la limpieza…”
“Mira con detenimiento.”
En lo que tomaba un respiro, Yuri estudió los alrededores y luego se disculpó.
“He sido descortés, por favor perdone mi observación superficial.”
“No te preocupes. Sin embargo, así es como es ---lo que se encuentra enterrado bajo esta montaña de oro es de poco valor.”
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Overlord 3 : La valquiria sangrienta
Fantasy¡VOLUMEN COMPLETO! En este volumen se detalla cómo Ainz Ooal Gown detuvo la sublevación de Shalltear Bloodfallen antes de que cause más problemas para sus planes futuros en el nuevo mundo.