Capítulo 2 Vampiro Real Parte 1

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Se podían ver dos sombras moverse a toda velocidad por entre el bosque.
Ellas eran las sirvientes de Shalltear y sus concubinas, las Novias Vampiro.

Avanzaban a través de un estrecho camino infestado de filosas ramas. Aun así, en sus vestidos no se veía ni un solo rasguño o mancha. Incluso aunque llevaban zapatos de tacón alto, las dos vampiros se movían con una velocidad sobrenatural.

La que iba al frente cargaba con cuidado a Shalltear, mientras la que iba detrás llevaba algo que parecía un leño seco.

Su posición actual no estaba lejos del lugar donde se habían separado de Sebas Tian. Aunque no tenían forma de medir la distancia que faltaba para llegar a su destino, sabían que todavía faltaba bastante.
De pronto se oyó un fuerte sonido metálico y la vampiro al frente se detuvo.

Ya que el camino era tan estrecho, la que venía detrás no tuvo otra alternativa que detenerse también.

“Por qué te detuviste te pronto?”

En el momento en que iba a responder a la voz detrás de ella, la fría mirada de su ama, a la que llevaba en sus brazos, provocó que su cuerpo temblara de miedo.
La sensación de peligro que sentía recorriendo su espalda se debía a que ella sabía que su ama no era ni bondadosa ni indulgente.

Su ama, Shalltear, que estaba ahora en sus brazos como una princesa, movió los pies con molestia.
Entendiendo lo que significaba, la vampiro bajó los brazos.

Shalltear saltó como un pájaro volando fuera de su jaula. Luego de una pequeña pausa en el aire, el delicado par de piernas en tacones altos aterrizó en el suelo. Su vestido la siguió y fluyó gentilmente sobre sus piernas, cubriéndolas.
Shalltear acarició su largo cabello plateado con irritación, e inclinó la cabeza a un lado.
Bajo su fría mirada, la vampiro no pudo evitar tragar saliva.

“Cuál es el problema?”

La razón por la que Shalltear no corría ella misma era porque era molesto, y porque no quería ensuciar sus zapatos. También había otra razón, pero ninguno de los presentes siquiera pensaría en ello, y mucho menos lo diría en voz alta. Incluso en Nazarick, habían solo unos cuantos que se atreverían a hablar de ello en su presencia.

Como su sirvienta, la vampiro actuaba como sus pies, y tenía prohibido detenerse a menos que la misma Shalltear se lo ordenara. Los pies que no obedecían a su dueño eran inútiles.

Dependiendo en la razón que le diera, ella podría recibir un castigo severo.
No, sería un alivio si sólo fuera eso. La vampiro podía sentir las ganas de matar en la pregunta de su ama.

Sin contar a los que habían sido creados directamente por los Seres Supremos de la Gran Tumba Subterránea de Nazarick, el poder de decidir sobre la vida y la muerte de los otros sirvientes estaba en manos de los Guardianes de Piso y de los Guardianes de Área. Aumentar la molestia de Shalltear pasado este punto significaría su muerte segura.

Dándose cuenta de que sus siguientes palabras podrían ser las ultimas, la vampiro lentamente abrió la boca para rogar perdón:
“Por favor perdóneme. Pisé una trampa de osos.”

Shalltear movió su mirada hacia el pie de la vampiro y vio que en verdad su tobillo estaba atrapado en una trampa reforzada de acero.

En lugar de ser contra humanos, la trampa estaba hecha para animales salvajes como osos. Si un humano fuera a quedar atrapado en ella, incluso si llevara armadura, la trampa hubiera fracturado sus huesos. Sin embargo, un vampiro era completamente diferente a un humano normal en cualquier aspecto.
Aunque la trampa estaba firmemente anclada en su tobillo, en lugar de una fractura, la vampiro parecía no sentir ni siquiera dolor. En realidad, ni siquiera parecía considerarlo una herida.

Overlord 3 : La valquiria sangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora