Capítulo 3 Confusión y Control Parte 5

67 12 0
                                    

“Nos hemos hecho cargo de todo, Ainz-sama.”

Ainz asintió con satisfacción luego de oír las palabras de Albedo, quien se había quitado el casco y lo llevaba en la cintura mientras caminaba hacia él. Con esto, no debería quedar ningún testigo relacionado al asunto de Shalltear. Liberándose de las ataduras de su armadura, Ainz se relajó y le preguntó a Albedo:

“Has trabajado muy duro. ¿Cuál es el estado de la recuperación de los cuerpos?”

“He ordenado a Mare que se ocupe de transportarlos de vuelta a Nazarick.”

“Ya veo. Entonces el problema está resuelto. Que los que hayan muerto por manos del vampiro descansen en paz, nosotros, los vivos tendremos que contener nuestra pena y seguir adelante.”

“Entendido. Ainz-sama, ¿qué…qué es esa cosa que se encuentra agarrando el borde de su manto?”

Ainz se volvió para mirar, y descubrió a Hamsuke sosteniendo el borde de su manto.---lo hacía de manera tan natural, su cara era demasiado grande para poder esconderse detrás de él, pero era extraño que tan bien se veía--- Sus grandes ojos evidentemente estaban húmedos, y su pelaje estaba erizado por el miedo. Por supuesto, el objeto de ese miedo era Albedo.

“Éste es Hamsuke. Es algo así como mi mascota.”

“Qué! ¿Esa cosa logró obtener la posición más codiciada en Nazarick?!”

“…Eh?...Ah, Hamsuke. Esta persona es mi leal Albedo, está a cargo de manejar mi residencia, la Gran Tumba de Nazarick. También es tu superior. Salúdala.”

“Justo como dijo mi amo, este humilde sirviente es Hamsuke. Por favor cuide de mi de ahora en adelante, Albedo-sama.”

“…Encantada de conocerte a ti también, Hamsuke.”

“Genial. Con eso, terminemos con las presentaciones. De aquí en adelante, Albedo y yo seguiremos adelante. Narberal, acompaña a Hamsuke y a Mare de vuelta a Nazarick…y tú, trata con cuidado la cosa que puse en tu boca.”

“Sí!”

Narberal respondió con buen ánimo. Hamsuke haciendo girar el ítem con conciencia propia que habían tomado del cementerio dentro de su boca, le susurró a Narberal:

“E-entendido mi amo. Este ítem es tan ruidoso! Tengo cosas importantes que preguntar, ¿puedes calmarte un poco? Entonces, éste humilde sirviente quisiera hacer una pregunta…Narberal-sama, ¿éste humilde sirviente estará en peligro? ¿Éste sirviente podría ser comido?”

“Ya que aparentemente eres la mascota de Ainz-sama, por supuesto que nadie te devorará sin permiso bajo ninguna circunstancia. No te preocupes, le haré saber esto a todos.”

La cara de Ainz no se movió, pero se encontraba sonriendo. Parecía que luego de que los dos habían trabajado juntos en E-Rantel, su relación había mejorado.

“Bien. Entonces partamos, Albedo.”

“Sí.”

Bajo la mirada de Narberal y Hamsuke, Ainz guió a Albedo en dirección a Shalltear.

“Viendo los cuerpos de estos hombres, su leal subordinada recordó lo que usted mencionó en el Cuarto del Trono, no deberíamos recuperar los cuerpos de los hombres y mujeres de los que Ainz se encargó la noche anterior?”

Overlord 3 : La valquiria sangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora