The soulmate, Percy Jackson Fanfic

Primer encuentro

POV Brooke.
-¡Deja de hacer trampa!- Chilló Sammy tirando las cartas por el aire.

-No hago trampa, simplemente eres muy mala jugando.- Se "justificó" Nick recogiendo los chicles que ambos habían apostado.

-Eso ha sido aburrido, falta más drama.- Me quejo apoyada en un árbol mientras miro como Sammy exige una revancha.

-Todo o nada, estoy segura de que ganaré esta vez.- Exclama Sammy con determinación.

-Eso has dicho las tres últimas veces, además, ¡ya no te queda nada!- Bufó mi hermano rodando los ojos.

-Apuesto comprarte el almuerzo durante dos semanas.- Dijo Sammy con confianza, a mi hermano le brillaron los ojos al escuchar el trato y sonrió con maldad.

-Trato hecho, recuerda que suelo comer bastante.- Aceptó con entusiasmo haciendo que Sammy comenzara a arrepentirse de su decisión.

-Está bien pareja, yo voy a dar una vuelta.- Me despido de ellos con la mano mientras doy media vuelta, en dirección del lago.

-Intenta no perderte, que un calcetín en la lavadora tiene mejor sentido de la orientación.- Exclama Sammy sin mirarme, concentrada en las cartas que comenzaba a repartir Nick.

-¿Para qué necesito hermanos si tu haces perfectamente su trabajo?- Me burlo con una sonrisa.

-También huelo mejor.

-¡Oye!- Chilló mi hermano con una mueca ofendida.

Me alejé antes de escuchar como ese par comenzaba a pelear de nuevo. El parque estaba bastante tranquilo, había un par de chicas corriendo, parejas agarradas de las manos, ancianitos alimentando a las palomas y un par de niños corriendo y siendo vigilados por sus madres.

Una vez frente al lago no pude evitar sacar una foto ante la hermosa vista, y entonces, rodeada de desconocidos, me empezó a picar el tobillo.

En ese momento una profunda emoción me embargó, con la mirada busqué en todos los lados del parque, cuando me empezó a quemar la marca y entonces me fijé en un chico con una carrito de bebé que me miraba sorprendido.

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POV tercera persona.
Percy y Brooke se miraban fijamente, parecía que todo a su alrededor había desaparecido mientras se acercaban el uno al otro, lo único que podían notar era el dolor de la marca antes de que ambos aceptasen el vínculo a la vez.

Los dos se acercaron hasta enfrentarse, pudiendo notar que la chica era unos centímetros más baja que el semidiós.

Percy acarició su mejilla y ambos se maravillaron por la sensación de chispas que les recorrió la piel.

Era un sentimiento muy extraño, no se conocían, pero en ese momento no pudieron evitar preguntarse como pudieron vivir toda su vida lejos del otro.

Sin desconectar su mirada, Brooke acarició la mano que sostenía su mejilla como si fuera a desaparecer en cualquier momento, maravillada por la calidez que transmitía el chico.

Percy, por su lado, no podía apartar la mirada del ángel que tenía frente a él. Llevaba toda su vida creyendo que con su maldita suerte nunca conocería a su alma gemela, pero allí estaba ella, deslumbrante como una diosa. En ese momento su marca del alma se había calmado, transmitiéndole un mar de emociones indescriptibles.

Los dos se encontraban en su propia burbuja, disfrutando la calidez que recorría sus cuerpos.

Su momento fue interrumpido por algunas personas del parque que notaron el encuentro de ambas almas gemelas, felicitándolos con sinceridad logrando sonrojar a la pareja que se dio cuenta de que aún estaban en un lugar público.

-Felicidades jovencitos, tenéis suerte, yo conocí a mi alma gemela a los treinta y antes de casarme.- Exclamó una adorable ancianita que había estado alimentando a las palomas minutos antes.

-Ah, el amor joven.- Musitó una de las madres con ojos soñadores.

-Hacéis una pareja preciosa, se nota que esto estaba decidido por el destino.- Exclamó otra de las madres presentes.

Percy apenas escuchaba lo que decían, no apartaba la mirada de la castaña, admirando cada uno de sus rasgos.

-¿Sabes?, ahora estoy cuidando a mi hermanita, pero podríamos... no se... ¿dar un paseo?- Preguntó el hijo de Poseidón sonrojándose más a medida que pasaban los segundos.

Brooke lo miro con felicidad, antes de sonreír y abrazarlo.- ¡Por supuesto! Soy Brooke Chester y es un placer conocerte alma gemela.

Percy juraba que su rostro podía competir en ese momento con el pelo de RED.