Problemas mecánicos

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-¿Qué tienes planeado para hoy?- Preguntó Brooke curiosa, siguiendo a Leo a través del bosque.

-Es una sorpresa.- Canturreó de manera misteriosa el latino, tropezando con una rama pero incorporándose rápidamente, fingiendo que no pasó nada.

Mantuvieron una pequeña charla mientras cruzaban el bosque, ambos disfrutaron su tiempo a solas conociéndose mutuamente. Leo intentaba mostrar sus buenas cualidades, divirtiendo a la chica, que se reía gracias a su carácter extrovertido.

-Ya llegamos.- Dijo el latino parándose frente a una enorme puerta de bronce. Esta se abrió mostrando un lugar en penumbras.- Adelante, te presento mi sitio favorito en todo el mundo.

Unas luces se encendieron mostrando un enorme taller rebosante de múltiples artilugios, algunos terminados y otros a medio construir. Los planos y las herramientas decoraban las paredes y el suelo.

Brooke observó todo con la boca abierta, era fascinante ver todo aquel trabajo reunido en una habitación, se notaba desde lejos el esfuerzo que se había invertido en cada uno de los inventos.

-Leo, esto es increíble.- Exclamó la adolescente con fascinación.

-Este es el bunker nueve, propiedad de la cabaña de Hefesto.- Exclamaba emocionado el semidiós arrastrando a su compañera por todos los rincones, mostrándole cada una de sus obras. Brooke los apreciaba con interés para luego alagar el trabajo de Leo quien aceptaba los cumplidos con orgullo.

-Pensé que podríamos disfrutar de nuestro día construyendo algo, no se, cualquier cosa que te apetezca, solo si te parece bien, o tal vez prefieras hacer un picnic en el bosque, puedo colarme rápidamente en las cocinas para conseguir algo...- Desvariaba el semidiós con energía.

-No, me parece una buena idea, pero tengo que advertirle que no soy la mejor a la hora de construir cosas.- Confesó la castaña.- Literalmente fui incapaz de cambiar la batería del reloj y funcionaba por pilas, y ni siquiera me hagas hablar de los muebles del Ikea, no entendía nada ni con dibujos delante.

-Tranquila, recibirás ayuda del gran Leo Valdez, no puede ser tan malo.

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-Vale, es bastante malo.- Admitió el hijo de Hefesto con diversión.- Sigo sin entender como has logrado que una silla motorizada se haya vuelto loca.

-Si te soy sincera, yo tampoco.

Ambos adolescentes observaban con tranquilidad como el invento daba vueltas sobre sí mismo sin parar, disparando por los aires los pequeños objetos que había a su alrededor. Finalmente la silla dio una última vuelta para después caer de lado.

-Ha sido divertido.- Exclamó la chica limpiándose las mejillas de aceite.

-Y que lo digas, pero la próxima vez te voy a tener más vigilada.- Se burló el latino pasando un trapo por la cara de su compañera, que se quejó con incomodidad.

-Eso sería lo mejor para todos.

El semidiós se acercó a la silla y la levantó, arreglando rápidamente un par de cables.- Eso está mejor, ahora no volverá a descontrolarse.

-Lo siento por eso.- Murmuró avergonzada la castaña.

Leo le restó importancia.- No importa, mi primer invento terminó estallando en mi cara, pero esa es una historia para otro día. Ahora lo mejor es que volvamos al campamento, apuesto a que te están buscando.- Dijo señalando el reloj, que marcaba las ocho y media de la noche.

-Que rápido ha pasado el tiempo.- Dijo Brooke siguiendo a Leo por la salida.- ¿Lo que ha sucedido hoy podría quedar entre nosotros?

Leo se rio ante la cara avergonzada de su compañera.- Por supuesto que no, nada más llegar le haré saber a todo el mundo como casi creas un arma de destrucción masiva con una silla motorizada, pero tranquila, los demás tampoco son muy buenos con la mecánica, excepto Annabeth, esa chica puede hacer cualquier cosa si se lo propone.

-Aprendió bien de Barbie.- Murmuró Brooke para sí misma.

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-Habéis tardado mucho.- Se quejó Percy levantando a Brooke entre sus brazos. La pobre chica terminó aferrándose a él como un koala para no caerse.

-Lo siento, tuvimos una tarde productiva.- Sonrió Leo, Brooke le enseñó la lengua desde los brazos de Percy.

-Pues espero que hayas aprovechado tu día por que mañana nos toca a nosotros.- Se animó Hazel codeando a Nico con complicidad, quien reprimió una sonrisa.

-Ya puedes bajarla sesos de alga, los demás queremos estar con ella también.- Exclamó Annabeth con seriedad aunque en el fondo todos sabían que era falsa.

Percy hizo un puchero y bajó a Brooke, dándole un rápido beso en los labios ignorando los celos que comenzaron a esparcirse por el grupo.

-Creo que va siendo hora de cenar.- Dijo Piper con rapidez para luego tomar la mano de su compañera y arrastrarla hacia el comedor. Hazel se apresura a tomar su otra mano libre acompañada por Annabeth, que se conformó con caminar cerca de la morena.

-¡Hey! ¡No os olvidéis de nosotros!- Exclamó Leo ofendido corriendo tras Brooke al igual que el resto de los chicos.

The soulmate, Percy Jackson FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora