Los siete de la profecía y Nico salvaron el mundo, ahora podrán vivir en paz mientras buscan a su pareja destinada...
Pero los problemas surgen cuando la encuentran, no sabían que la iban a tener que compartir y no esperaban amarla tanto en poco ti...
Blackjack volaba veloz a su destino, mientras tanto Percy intentaba mantener consciente a su pareja, no quería imaginar lo que pasaría si cerrara los ojos.
De no ser por el dolor, Brooke juraría que estaba en una pesadilla, no todos los días te ataca un monstruo y tu alma gemela te lleva en pegaso a quien sabe dónde.
Pasaron unos minutos eternos para la pareja, pero finalmente Percy pudo divisar a la distancia el campamento y no pudo evitar suspirar de alivio, allí Brooke estaría bien y a salvo, él se ocuparía de ello.
Un gemido de dolor lo distrajo, mirando a su alma gemela la vio retorcerse en agonía, acunándose a sí misma con lágrimas en los ojos.
-Duele Percy, me arde todo el cuerpo- exclamó sin darse cuenta del significado de esas palabras. Percy lo entendió enseguida, si le ardían las marcas solo podía significar una cosa, sus almas gemelas estaban en el campamento.
Percy decidió ignorar ese pensamiento y centrarse únicamente en su compañera. Nada más aterrizar, Percy saltó de Blackjack y corrió hacia la enfermería recibiendo miradas desconcertadas de los semidioses presentes.
Antes de llegar a la enfermería Brooke se desmayó, lo que hizo que Percy acelerase el ritmo.
Abrió la puerta de una patada, encontrándose con Nico y Will en medio de una conversación. El hijo de Apolo vio el cuerpo ensangrentado de la adolescente y rápidamente preparó la camilla, reuniendo los suministros médicos necesarios.
Nico solo miraba a la castaña fijamente, desde hacía unos momentos notó la quemadura de su marca y ahora su compañera estaba frente a él gravemente herida. Su corazón se estrujaba con dolor.
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Will actuó rápido, levantando la camisa pudo observar los numerosos moratones que se empezaban a formar. Extendió una pomada por su torso y con destreza lo envolvió en vendas.
-Tranquilos, estará bien- dijo Will centrándose ahora en la herida de la sien. Comenzó a tratarla mientras Nico se acercaba a la joven dormida con cuidado.
-¿Quién es?- susurró observándola con adoración, no lo podía creer, después de tanto tiempo había encontrado a su otra mitad.
Antes de que Percy pudiera responder la puerta se abrió con un estruendo, dejando paso a un grupo de seis semidioses que miraron a la chica con sorpresa y amor grabado en sus ojos.
Percy suspiró con cansancio, dándose cuenta de que acababa de encontrar a las siete almas gemelas que le faltaban a su Brooke.
-Chicos, ella es Brooke, mi compañera y aparentemente la vuestra también- exclamó el hijo de Poseidón acariciando el cabello castaño de la chica con suavidad.- Espero que no os importe compartir.
