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—Jungkook, no te quedes ahí parado y entra.

Apenas dio un paso dentro de la casa cuando escuchó la puerta cerrarse y unos fuertes brazos lo rodearon, y suavemente lo empujaron contra la pared. Sin pensarlo más de una vez Jungkook rodeó el cuello de Seokjin con sus manos acariciándole el cabello que ya estaba bastante largo. Dios, la mirada de Seokjin era tan penetrante y expresaba tanto deseo, tanto querer, que sintió que sus piernas se volvían gelatina. El mayor tomó la barbilla del castaño entre su pulgar y el índice, obligando a Jungkook a sostenerle la mirada.

—Te extrañé —susurró Seokjin, sonriendo sin mostrar los dientes.

—Solo han sido pocos días —dijo Jungkook sonrojado. 

Fueron menos días de espera porque ellos tenían planeado verse el viernes, pero un cambio de planes ocurrió; Jungkook estaba frustrado porque había recibido una mala nota en una prueba para la que había estudiado mucho, y uno sus escapes para la frustación además del baile, era el sexo. Le había enviado un mensaje a Seokjin pregúntandole si podía ir y pasar la noche allí, ya que ese día tenía clases hasta tarde y se le hacía un fastidio irse de noche. Una mentira piadosa dirigida a su mamá, un pequeño bolso de ropa, llaves, celular, dinero y ya estaba listo para salir.

—No me importa cuantos días hayan sido —Seokjin barrió sus labios contra los suyos— solo quería tenerte cerca. 

Jungkook presionó sus labios contra los de Seokjin, correspondiendo el tierno beso, negándose a pensar en las palabras que escuchó, porque lo confundían. Seokjin lo agarró de la cintura y lo pegó a su cuerpo, parecía que la única barrera que los separaba era la ropa. Estuvieron así un par de minutos hasta que Jungkook habló.

—¿Y Namjoon? 

Seokjin rió suavemente contra sus labios, recuperando el aire.

—¿Tanto me extrañabas? —preguntó su profesor sorprendiéndolo. Jungkook había estado tan enfrascado en su sesión de besos con Jin que no se había percatado de la presencia de Namjoon. 

—Para nada —respondió serio, sabiendo que ellos sabían que lo decía de broma. 

Namjoon sonrió mostrando sus hoyuelos. 

Jungkook pensó que eran muy lindos.

Jin lo dejó ir. Jungkook se acercó a saludar a Namjoon con un corto beso en la boca, que provocó un puchero en sus labios, no entendía porque tuvo que durar tan poco. 

Sin decir una palabra más y con una expresión estoica, Namjoon se retiró a un lugar de la casa que Jungkook desconocía. Preocupado, se volvió hacia Seokjin para preguntarle que le sucedía a su novio, pero no fue necesario porque el mayor ya estaba murmurando por lo bajo.

—Temas del trabajo. No tiene cada que ver contigo.

Jungkook sabía que Seokjin lo decía para tranquilizarlo y hacerlo sentir bienvenido, porque él ya estaba asumiendo que Namjoon no lo quería ahí y comenzó a replantearse que hacía allí si uno de los dos no estaba de acuerdo con.. lo que sea tuvieran, y el tono seco en el que Seokjin le habló no hizo nada para reconfortarlo. 

—Si Mr. Kim no quiere que esté aquí, yo.. será mejor que me vaya —se rascó el codo, nervioso.

—Nada de eso Kook, —Seokjin posó un brazo alrededor de sus hombros como si furan viejos amigos— Joon solo está estresado y, puede, hay una pequeña posibilidad, pero muy pequeña, de que Joon esté enojado conmigo. 

Eso tenía más sentido, Namjoon no había ni mirado a Jin.

—¿Por mí? —preguntó contrariado, él no quería ser la causa de que ellos pelearan. Pero tampoco sabía si era lo suficientemente relevante para provocar discordia en su rutina.

Una Pareja Moderna [Namjin x Jungkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora